E L E M E N T A L S

OCHO

Felix dentro de ese remolino veía ramas volando a su alrededor.

Por fuera, los tres chicos pudieron respirar tranquilos pero Hyunjin, aún encendido, mandó dos ráfagas de fuego que se unieron con el remolino.

Chan se acercó a Minho
y este insultaba a Hyunjin pero notaron algo que a todos dejó sorprendidos.

Felix estaba que se le agotaba la paciencia y al ver como el viento se mezclaba con el fuego se molestó, levantó sus brazos y extendió las palmas de sus manos, empezó a sacar hielo pero el fuego hacia que el espacio se redujera. Cerró sus ojos y juntó sus brazos haciéndolos en forma de una "x" para abrirlos y así esparcir el viento y apagar
las llamas soltando cristales por todo alrededor.

Cuando los chicos vieron como el aire se tornó celeste, supieron que tenían que protegerse. Minho levantó la tierra haciendo una pared mientras que cubría con su
cuerpo al pequeño cachetón.

Hyunjin expandía más su fuego para tratar de protegerse pero no contó con que un cristal atravesara y le rozara su mejilla dejándole
una herida.

—Jodida mierda —dijo Felix recargando sus manos en sus rodillas.

Vio a su al rededor y estaba congelado, los árboles, el césped, los pequeños cristales incrustados en los troncos de los árboles y en una pared de tierra.

—¡Han! ¿Han estás bien? —Su miedo corrió por todo su cuerpo importándole menos que Hyunjin lo estuviera observando.

Minho derribó la pared sentándose en el único césped que aún estaba intacto.

—¡Felix! —dijo Han corriendo hacia él.

—Lo lamento tanto, te hice daño —los ojos cristalizados de Felix miraron a Han.

—Estoy bien, estoy bien —lo abrazó pero se separó rápido pues sintió que la
temperatura de Felix era muy baja.

—Estoy muy frío para ti...

A Chan se le regresó el alma al cuerpo mientras observaba a esos dos chicos.

—Porfavor apaga tus manos —dijo Chan. Hyunjin lo hizo, miró a Chan y le sonrió.

—¿Porque sonríes? Pareces un lunático —preguntó Chan.

—No vuelvo a salir con ustedes —reclamó Minho.

—¿Están bien? —Felix posó su vista en los demás —lo lamento yo...

—Descuida —le interrumpió Chan —sabemos que no fue tu culpa.

Felix miró a Hyunjin y pudo ver el corte en su mejilla. A pesar de que lo hizo enojar no quería dañarlo.

—¿Estás bien? —le preguntó.

—Te preocupas por mí... ¡Ah! ¿Porqué me pegas? —dijo Hyunjin viendo a Chan —
Estoy bien ¿y tú? —más tranquilo se dirigió a Felix.

—Estoy bien...

—Felix creo que sería mejor que regresarán a casa —propuso Chan de forma tranquila.