E L E M E N T A L S

VEINTE

Las cosas pasaron muy rápido, podías ver el norte hecho trizas mientras los habitantes trataban de huir.

El día llegó, la barrera de hielo y tierra los rodeo encerrándose sin saber que sería la peor idea para cierto peli azul.

Un día antes:

—¿Estás bien? —preguntó Jisung a Felix

—Sí, sí… solo sentí un escalofrío —los pares de ojos se le quedaron viendo, la confusión en sus rostros se notaba.

—¿Te dan escalofríos? —preguntó Minho.

—Pues sí, soy humano ¿Qué esperabas? —le respondió Felix.

—Bueno me sorprende, ya sabes, a mí me dan por frío.

—No me dan por frío, eso sería raro, fue un escalofrío tibio. Sí les dan escalofríos tibios s ustedes ¿verdad?

—No, eso sí sería raro —respondió Jisung.

—Pero cada quien —se rieron por lo que Minho dijo y dejaron pasar las cosas.

—¿No saben nada de Chan todavía? —cuestionó Felix.

—No, ni siquiera contesta las llamadas —le respondió Minho.
—¿Qué habrá pasado?

—Esperemos que no sea nada malo —la voz de Jisung mostraba preocupación.

—Bueno hay que ir a comer pero esta vez paga el mayor.

—Solo porque es el rol —Minho aceptó de forma resignada.

Caminaron hacia una tienda pero en el camino, Felix llamó al mayor. —Minho —dijo y lo tomó del brazo.

—¿Qué pasa? —le respondió.

—Prométeme que no importa lo que pase, tú vas a protegerlo.

—Sabes que Jisung no te dejará solo.

—Minho prométemelo, ya sabes sobre él, así que…

—Está bien, te lo prometo pero cuídate ¿si?

—¿Pasa algo? —preguntó el cachetón y volteó a verlos mientras ladeaba su cabeza.

—Sí, Minho quiere hacer trampa, quiere jugar a ver quién paga —le respondió Felix.

—Honnie no seas tramposo —Jisung le restó importancia y siguió su camino.

Felix y Minho se dieron un asentimiento mientras alcanzaban al cachetón.

[…]

“¡Últimas noticias! Los del pueblo del Oeste entran en revuelo al ver como su guardián abandona todo. Los padres del joven Hwang Hyunjin no saben que decir, su hijo ha experimentado grandes cambios, ¿será que ya no tiene don?”

La voz chillona de la periodista resonaba en la casa mientras daba sus ideas de lo que ocurría. Los tres chicos con mejillas llenas se quedaron viendo.

—Es una mierda —dijo Jisung mientras tragaba y se levantaba.

—¿A dónde vas? —preguntó Felix.