E L E M E N T A L S

DIESIOCHO

—¡Ah duele! —caminando por el sendero, el chico agarraba su estómago dándose pequeños masajes mientras seguía su camino —¿qué había sido eso? —su rostro se empapó de sudor y su vista se nubló —será pasajero —se convenció desviándose del camino. Optó por tomar un taxi.

[…]

—¡Ey Hwang! Tanto tiempo.

—Minho —respondió

—Vaya, hombre. Que serio estás, venía a invitarte a salir, ya sabes, has estado mucho tiempo aquí y ya no sales.

—Te lo agradezco pero no puedo, Jeongin vendrá.

—Bueno si tú lo dices entonces le diré a Felix que seremos solo él y yo.

—Espera... ¿Felix?

—Sí, dijo que quería salir y dejar todo atrás y ser amigos pero le diré que tú no pudiste ir porque esperabas a Jeongin.

—Bueno, sería buena oportunidad.

—¿Lo ves? —dijo agarrándose del brazo el peli rojo —tú podrás solucionar las cosas y quedan como mejores amigos.

—Vamos que ya debe estar esperando. Caminan rumbo a la puerta mientras Minho seguía enganchado al brazo de Hyunjin importándole poco el calor, su sonrisa era de oreja a oreja mientras pensaba que lo había logrado. Abrió la puerta y para su sorpresa, festejó muy rápido.

—Jeongin —dijo Hyunjin —¿Estás bien?

—Hola —le respondió. Su rostro estaba más pálido y su cuerpo temblaba.

—¿Qué pasa? ¿Por qué estás así? — Hyunjin lo tomó en brazos y entró de nuevo a su hogar disculpándose con su amigo.

Lo sentó en una silla y fue a la cocina pues sabía que su madre guardaba el
medicamento ahí, tomó unas pastillas, luego tomó un recipiente y le echó agua fría, enseguida buscó un pañuelo y regresó junto a Jeongin.

—Hyung... no es necesario —dijo al verlo llegar con varias cosas en manos.

—¿Pero qué dices? ¿Acaso no te has visto? Estás sudando y te ves mal —cuando se acercó para apartarle el cabello de su frente, lo vio directo a los ojos —¿Qué ha sucedido para…

Fue grande su sorpresa cuando el otro lo besó quitándole las cosas y dejándolas a un lado. El beso al principio no fue correspondido pero poco a poco Hyunjin aceptó el
sabor de la boca del peli celeste, era dulce y eso le gustó así que profundizó el beso.

El beso subió de intensidad mientras sus lenguas estaban en una batalla. Lo que no se percataron fue que sus salivas se mezclaban con un líquido verdoso.

—Has comido algo dulce —dijo Hyunjin entre el beso.

—Una paleta —mintió Jeongin.

Luego de un rato tuvieron que separase por falta de aire. Hyunjin lo observó notando como su tonalidad estaba normal y no sudaba. Limpió la comisura de los labios del menor mientras se paraba —¿Quieres ir arriba? —propuso Hyunjin.

La sonrisa del menor se borró, ya había hecho efecto.

—Está bien si no quieres —Hyunjin buscó consolarlo —no te obligaré. Iré a dejar esto. Se fue con un dolor en su entrepierna. No entendía cómo pasó de estar normal a
necesitar a su enlazado.

—Vamos —dijo la dulce voz del menor y lo tomó de la mano para subir ambos.

Solo pensaba una cosa y era tener esa piel lechosa, blanca y fría bajo su tacto...  ¿Fría?

[…]

—Perdóname Hanni —dijo Minho.

—Descuida, solo esperemos que no funcione.

—¿Y si llevamos a Felix?

—Hay que esperar. Según sé, esos duran dos días así que por el momento debemos
esperar y alejar a Lix de ahí. Luego de eso terminaron la llamada con un pelinegro tranquilo. Si no le fallaba la memoria, solo con tu verdadero enlazado se podía completar la unión.
—Solo esperemos que así sea.

Segundo día:

—Felix ¿Dónde estás? —teniendo el teléfono en altavoz, Jisung caminaba en círculos.

—Voy camino a la casa Hwang ¿Por qué?

—¿A qué irás? No vayas.

—Hwasa me dijo que tenía que hablar conmigo, no puedo dejarla plantada.

—No es cierto solo... por favor regresa.

—Ya es tarde, estoy entrando por las puertas además sería de mala educ…

—¿Felix? —se escuchó total silencio en la otra línea poniendo nervioso a Jisung.