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Le gusta la sensación que le produce cada vez que sus labios se conectan en un beso acalorado, lleno de pasión, esa que Vincent llevaba años sin sentir, esa que consume con gusto a Emery y que disfruta tanto como si fuese una adicta que necesita más de eso para seguir su día a día, a este punto ya no se arrepiente de nada. Su mente divaga en Alicia, quien inocentemente está afuera acomodando la agenda de su esposo, el cual se está besando con ella en su oficina a puerta cerrada, sin preocupaciones de que alguien entre.

Para Emery, Alicia es una pobre tonta que saldrá herida de todo esto, no si ya lo está gracias a la frialdad con la que Vincent la trata e incluso con la indiferencia que él la voltea a ver. Aunque otra parte de Alicia (esto si lo comentó con Gala por mensaje.) Piensa que ella está con él por la estabilidad económica que Vincent me brinda, o bien sea por la estabilidad económica que le brindará al bebé una vez que esté nazca en "cuna de oro" como dicen popularmente.

—...Entonces, el pedido de China ya fue entregado. — comenta Vincent.

Emery asiente, Ethan está presente y es imposible mantener el cuerpo erguido con la misma firmeza ante Vincent cuando sus labios ya se tocaron y cuando ya se probaron con descaro.

—Si Señor, el pedido llegará en aproximadamente diez días aunque creo que será menos. — comenta Emery.

Ethan asiente, se ve convencido, aunque él siempre es demasiado ajeno a estas situaciones por más irónico que parezca. —Muchas gracias Licenciada Rossdale, ha sido de gran ayuda para nosotros.

Ella asiente con una sonrisa retrocede en total silencio, retirándose de la oficina de Vincent, donde se encuentra con Alicia en medio pasillo y esta la vuelve a ver con una expresión no muy convencida.

—Licenciada Rossdale. — exclama Alicia.

Emery se detiene en seco, dándose la vuelta para prestarle la atención adecuada a Alicia aunque en sí no está interesada en hacer ningún escándalo. Aunque no le vendría mal gritarle en la cara que su esposo besa muy bien.

—Una pregunta, ¿Qué pretende usted con mi esposo? — pregunta Alica, acercándose con lentitud.

Emery suspira con pesadez y siente un dolor punzante en la cabeza gracias al estrés que le provoca la situación, en si es ridículo e infantil, más por la forma en la que ella la vuelve a ver.

—Mi cercanía con su esposo es la misma que tenía con el Señor Denarius, si a usted le incomoda le recomiendo que vaya a hablar con su esposo, pero le aseguro que no hay nada entre nosotros que no sea de trabajo. Al final de cuentas, mi trabajo es junto al jefe de esta empresa gracias a que lo que sale y entra de países ajenos al nuestro es gracias a mi. — explica Emery asintiendo. —Y con todo respeto Señorita Alicia, le recomiendo que se vaya acostumbrando, porque todo el personal de aquí pasa mucho encima de su esposo aclarando dudas e informando cosas, si usted es una persona celosa, quizá este no sea su trabajo. Muchas gracias.

Emery entra a su oficina dejando en total soledad a Alicia, que camina a través del pasillo y abre la puerta de la oficina de su esposo con fuerza. Su rostro está rojo por la vergüenza y se cruza de brazos por encima de su vientre como si fuese una niña a la que no le cumplen un capricho, viendo a su esposo desde la entrada con total molestia.

Ethan se levanta y le da dos palmadas a Vincent en el hombro, saliendo de la oficina en total silencio y ahogando unas carcajadas antes de la irse finalmente a su propia oficina.

—¿Ahora qué? — pregunta Vincent.

Él ni siquiera se levanta, ni mueve un solo dedo. Se queda quieto ahí mismo, riendo en sus adentros por la apariencia de su esposa, tan chistosa.

—Tuve un inconveniente con la Licenciada Rossdale, porque le dije que si ella tenia algo contigo pero metí la pata, amor, lo siento. — explica ella en voz baja, suspirando. —Ella me dijo que si yo era una persona celosa quizás este no sea mi trabajo.

—Tiene razón. —

—¡¿Disculpa?!—

Alicia entra cerrando la puerta con un azote, y se acerca a Vincent levantándose mano, pero justo cuando Vincent se levanta de su silla ella baja su mano y suspira apenada por lo que ha hecho. Tampoco es que le tenga miedo a su esposo, es la impotencia que desprende con su forma de ser y su físico, atemoriza a cualquiera.

—Necesitas cambiar esa actitud, Alicia. Es mi trabajo y no dejaré que arruines mis relaciones con los empleados por tú culpa. — comenta Vincent, sentándose de nuevo. —Eso es todo, muchas gracias.

Alicia suspira y vuelve a verlo. —Te amo.

Vincent levanta la mirada, la ve en silencio y él no la ama, no la corresponde.

—Yo también, Alice. — murmura suspirando.

Le sonríe un poco por encima del computador y la ignora completamente después de esto. Alicia sale de la oficina, acariciándose el vientre y suspirando. Hay algo en esto que a ella no le está gustando, pero no tiene que ver con la Licenciada Rossdale, tiene que ver entre ella y su esposo.

Pero el dinero, la estabilidad económica, el amor que ella le tiene a él.

—¿Está todo bien, Señorita Alicia? — pregunta Fabritzio.

Ella suspira asintiendo. —Podría decirse que si, ya sabe, problemas personales.

Él asiente con una cálida sonrisa. —Todo estará bien, sea lo que sea.

Alicia no cree que todo vaya a estár bien.

𝓟𝓪𝓼𝓲𝓸́𝓷 𝓐𝓶𝓪𝓻𝓰𝓪. || terminada, [BORRADOR.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora