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—¿Segura qué estás bien? — pregunta Gala, dando vueltas en la silla giratoria.

Emery suspira con pesadez sentándose en la silla contraria, poniendo los pies contra el escritorio de Gala mientras abre su taza de almuerzo, comenzando a comer.

—Espero que eso de embarazo no se haga realidad. —murmura Gala mientras come.

Emery deja ir una carcajada y niega con el ceño levemente fruncido, le da vuelta al tenedor enrollando la pasta y suspira, comiendo con miles de pensamientos corriendo a través de su mente.

No está confundida, pero realmente le ha pedido a Dios que sea todo una mera CONFUSIÓN.

—¿Lo has visto? — pregunta Gala.

Emery niega. —Hoy no vino.

—¿Estará con Alicia?—

—Es su esposa al final de cuentas. — murmura Emery.

—Él no la ama. —

Emery asiente. —Lo sé, me duele un poco por ella.

Vincent no se hizo presente para la tarde mientras Emery organizaba los papeles de la firma con la distribuidora que llevaría todo a España de manera más rápida. Llegó serio, después de tener otra discusión con Alicia sobre lo que estaba sucediendo. El día que no trabajaron que Vincent llegó a casa, con un intenso aroma a un perfume ajeno, aquel que Emery llevó martes que entraron a trabajar y no usó más.

Una discusión que subió de todo a tal punto que Vincent la dejó sola en el restaurante y se fue a la empresa para hablar con Emery de la distribución en España, sabía desde inicio de semana que aquellos papeles debían firmarse pero lo propuso por mera vagancia y por no querer tener un encontronazo con Emery, pero ahora que se peleó con Alicia siente que necesita desahogarse.

Se detiene en el umbral de la puerta de la sala de juntas con una sonrisa y se cruza de brazos viendo a Emery en total concentración organizando los papeles.

—Buenas tardes, Señorita. —

Emery grita asustándose lanzando unos papeles al suelo.

—¡Satanás! — exclama agachándose. —¡Vincent!

Vincent ríe suavemente agachándose para ayudarle a juntar los papeles.

—Me desacomosaste TODO, ahora tengo que volverlo a hacer, ¡No debiste hacerlo! Ahora tengo que acomod--

Vincent corta sus palabras de un beso intenso, mordiendo su labio con suavidad haciéndola suspirar con pesadez mientras se levantan con los papeles de vuelta completamente organizados. Están por fecha y firma que deben realizarse.

Emery pone los papeles en la mesa otra vez, asintiendo. —Bien, debes firmar al final de este, este y este. El resto me corresponden a mi, aunque ya los leí y los firmé. Por favor, leélos con total cuidado ya que algunas cosas pueden ser confusas.

—Gracias Em. — agradece Vincent, sentándose. —Entonces, todo está bien con esta distribución a España.

—De hecho si. — afirma Emery. —Todo está de maravilla, es increíble como nos dieron esto a un gran precio, es realmente fascinante.

Vincent asiente mientras lee los papeles, es un buen precio para una distribución tan grande. España es un consumidor alto de vino, especialmente de esta marca, así que es una gran firma que no pueden dejar ir.

Vincent aprieta el bolígrafo contra la hoja y firma, es una firma rápida poco entendible que definitivamente es difícil de copiar.

—Te vez linda enojada. — murmura Vincent.

Emery sonríe, caminando detrás de si y besándolo con fuerza. —Que guapo te vez leyendo, Señor Firattzio.

Vincent sonríe. —Usted se ve aún más linda, Señorita.

Emery ríe recogiéndose el pelo, sentándose en la mesa.

Todavía queda un poco de personal pero en si el piso está casi vacío, Fabritzio está en planta con Angelique y Gala, por los que ellos están casi solos en todo el piso. Al menos Emery no es de ir a las plantas, prefiere quedarse ahí e incluso el Señor Denarius vagamente le insistió en ir a la planta un par de veces pero era cuando sacaba una nueva marca de vino.

A Emery le gusta como se ve Vincent, sentado con sus piernas abiertas y concentrado en las hojas que está leyendo. Emery se mete debajo de la gran mesa, desabrochando el cinturón negro de cuero y deslizandocla cremallera hacia abajo mientras Vincent siente como la adrenalina comienza a correr a través de su cuerpo, haciéndolo respirar de una manera más pesada mientras acaricia la mejilla de Emery con cuidado.

—Mi niña linda...— murmura Vincent.

Su respiración se corta por un momento cuando Emery baja por completo, dejando que su nariz se presione contra su vientre mientras jadea con la boca llena. La mente de Vincent se torna borrosa, pero todavía está alerta a ver quien para a través del pasillo aunque nadie puede ver de afuera hacia dentro, es una gran ventaja y las luces del pasillo se oscurecen, mientras Emery succiona con fuerza arrancándole gemidos ásperos a Vincent mientras mueve sus caderas en busca de más espacio en la garganta de la chica.

—Ven aquí. — murmura Vincent.

La jala y la saca de su lugar debajo de la mesa, deja que ella se siente en sus piernas, moviéndose de atrás hacia adelante mientras sostiene su falda lo suficientemente arriba para darle más espacio. Emery jadea haciendo su cabeza atrás, mientras Vincent se mueve debajo de ella con fuerza, arrancándole gemidos y jadeos que resuenan en toda la sala, que es amortiguado por las paredes de cristal de más cuales no se puede ver nada más, ni escuchar nada más.

—Me encantas, te amo. — murmura Vincent, agarrándola del cuello. —¡Te amo!

Emery lo ve con una sonrisa, besándolo con intensidad mientras se movía con fuerza y profundidad, sollozando contra sus labios mientras lo ve a los ojos.

—Yo te amo mucho más. — murmura, besándolo.

𝓟𝓪𝓼𝓲𝓸́𝓷 𝓐𝓶𝓪𝓻𝓰𝓪. || terminada, [BORRADOR.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora