Sorry, I love you [Minsung] 📒

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Los labios de Han presionaban calientes sobre los suyos, con sabor a durazno. Minho abrió la boca para hacer el beso más profundo, tocando la lengua de Han con la suya, y antes de que pudiera reaccionar, Han estaba empujándolo hasta acostarlo sobre la cama, invirtiendo sus posiciones.

Se acomodó entre las piernas de Minho y bajó su pantalón hasta la rodilla, impaciente; Minho tuvo que terminar de sacarlo y patearlo al piso.

—Te la voy a chupar —dijo Han.

Minho tomó aire con brusquedad, sostuvo a Han de los hombros.

— ¿Qué? —Intentó levantarlo para poder mirarlo a la cara, pero Han no le hizo caso.

—Quiero chupártela —contestó, besando el pecho de Minho y quitando su ropa interior al mismo tiempo—. Voy a hacer eso.

Minho se cubrió los ojos con un brazo y usó la otra mano para acariciar el pelo de Han, hasta que sintió la boca de Han sobre su pene. Lo sostuvo de la base y lo lamió hacia arriba hasta la punta, donde dejó un beso antes de meterla en su boca, rodearla con la lengua.

Minho se destapó los ojos. Era Hannie, era su mejor amigo y el hombre del que se había enamorado, y estaba metiendo en su boca tanto de Minho como podía, moviéndose hacia abajo lentamente y volviendo a subir. Minho gimió. Usó las dos manos para tirar con suavidad del pelo de Han, acompañando el movimiento.

—Vení —ordenó, cuando Han lo soltó para tomar aire—. Dame.

Han lo miró sin entender, hasta que Minho se incorporó para acariciar su pierna y le indicó que gire. Han se acomodó arriba suyo, colocando las rodillas junto a los hombros de Minho y apoyándose sobre las manos a cada lado de su cadera.

— ¿Estás...? ¿Estás cómodo? —preguntó, volviendo a agarrar la erección de Minho con una mano.

Minho no podía hablar. Tenía el pene de Han en la cara. Tenía el calor de Han sobre él y su olor envolviéndolo. Sus labios se cerraban alrededor de Minho y Han empezaba a moverse de nuevo.

Minho clavó los dedos en los muslos de Han, los sintió tensarse bajo sus manos. Lamió la gota de presemen en la punta, tragando el sabor amargo, antes de meterla en su boca e imitar los movimientos que Han estaba haciendo.

Los gemidos de Han vibraban alrededor de su miembro, lo hacían apretar los dedos de los pies y arrugar las sábanas. Y cada vez que Minho gemía, Han empujaba con la cadera hacia abajo, buscando entrar más profundo en su boca.

—Lino, ah —Han dejó caer la cabeza sobre la pierna de Minho, jadeando, y el movimiento de su mano en el miembro de Minho se volvió irregular—. No pares. Por favor.

Minho no podía parar aunque quisiera, el peso de Han arriba suyo lo mantenía en su lugar. Han acabó con un gritito, y el líquido caliente forzándose a través de su garganta, el esfuerzo de tragarlo todo, fue suficiente para que Minho lo siguiera.

Era difícil creer que no fuera un sueño. Han se largó a reír y escondió la cara entre las sábanas, y Minho acarició su espalda, esperando que volviera a salir. Cuando Han levantó la mirada, Minho lo besó.

Lo besó el resto de la noche, hasta quedarse dormidos, y besarlo fue lo primero que hizo cuando despertaron en la mañana.

Pasaron el domingo desnudos en la cama y Minho besó cada rincón de su cuerpo y lo mordió y probó el sabor de la piel de Han en su lengua y se excitó con los sonidos que Han hacía.

Se bañaron juntos y Minho empujó a Han contra la pared de la ducha, apretando la erección de ambos en una mano y frotando su cuerpo contra el de Han. Se secaron cuando salieron del baño, pero no se vistieron, y no hablaron sobre lo que estaba pasando.

Minho no ejecutó el último paso de su plan, pero prometió intentarlo mañana.

Han no estaba en la cama cuando Minho despertó al día siguiente.