Sorry, I love you [Minsung] 📒

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Paso 1: contacto físico

Empezamos fuerte, lo sé. ¿No es un poco temprano para eso? Sí, absolutamente, pero soy alguien que sabe improvisar con las herramientas que tiene a mano y adaptarse a las circunstancias. Estoy escribiendo esto mientras espero que J salga de la ducha, donde se está preparando para venir a la cama. Venir a la cama conmigo.

Se le ocurrió que es necesario que practiquemos estar cerca el uno del otro, para que la actuación como "novios" se vea natural. Estoy de acuerdo, así que voy a ejecutar el primer paso de mi plan: contacto físico. No demasiado –no más que un simple roce de mis pies sobre los suyos o una caricia de mi mano en su cintura; es importante evitar ponerlo incómodo–, pero lo suficiente para dejarlo queriendo más.

***

Todo podía salir mal. Después de escribir la primera parte de su artículo –y, sorprendentemente, resolver las primeras dos o tres preguntas del trabajo de Historia–, Minho ordenó las carpetas, dejándolas listas para el día siguiente. Estaba guardándolas en la mochila cuando Han entró a la pieza.

Minho había subestimado la reacción de su propio cuerpo al ver a Han recién bañado y a medio vestir, usando nada más que una remera blanca que le había robado a Minho el año pasado y ropa interior. Han no era lo suficientemente prolijo para secar cada rincón de su cuerpo –Minho debería ofrecerle ayuda– y las gotas de agua que habían quedado en su cuello, justo debajo de su oreja, estaban tentando a Minho a pasarles la lengua por encima.

— ¿Tenés que quedarte estudiando? —Han se estiró, el borde de su remera rodando hacia arriba y revelando una línea de su abdomen bronceado.

—No, ya terminé —contestó Minho, cerrando la mochila y apagando la lámpara. Cruzó la habitación a oscuras de camino al baño luchando contra el calor que se acumulaba en su estómago y amenazaba con expandirse al resto de su cuerpo, y vio la silueta de Han acercándose a la cama.

No podía borrar la sonrisita de su rostro mientras se cepillaba los dientes. Tampoco podía creer lo que encontró cuando volvió a la pieza: Han estaba acostado en la cama de Minho, tapado hasta la cadera con las mantas, una rodilla desnuda levantada por fuera, mirando su celular. Todo eso era, dentro de todo, bastante normal, excepto por el detalle de que la cama de Minho era de una plaza.

Pagaban el alquiler del departamento con la beca de la universidad y era un lujo tener una habitación para cada uno. Pero habían trabajado todo el verano para comprar los muebles y... solo les alcanzó para dos camas pequeñas.

Así que Minho tuvo que pegarse a su mejor amigo cuando se acostó. Han se estiró encima de él para dejar su teléfono en la mesita de luz y quedaron de nuevo a oscuras.

Minho pensaba ejecutar el primer paso de su plan, pero Han lo sorprendió acomodándose sobre él, y lo que Minho esperaba que fuera un contacto sutil de sus hombros resultó ser un Han entero acostado arriba suyo.

Lo próximo que Minho había pensado hacer era tocar la cintura de Han en un movimiento que debía parecer accidental, y esperaba que la remera se hubiera levantado lo suficiente para poder tocar su piel. Pero ahora la cintura de Han estaba justo ahí, expandiéndose con cada respiración, y la remera estaba levantada, la piel dorada de Han al descubierto.

Un simple roce hubiera sido más sospechoso, así que Minho rodeó el torso de Han con los brazos y era perfecto, tan suave y calentito como lo había imaginado, aunque más firme. Han había crecido mucho y las visitas irregulares al gimnasio habían ensanchado sus hombros y fortalecido los músculos de su espalda más de lo que se notaba a simple vista.

Han se revolvió un poco sobre él, haciendo que sus piernas encajen entre las de Minho y... No era lo mismo.

Esto no era dejar que Han apriete su mano para soportar el dolor del piercing o pellizcar sus cachetes para molestarlo. Esto era Han usando su ropa. Era Han acostado sobre Minho. Han relajándose hasta que prácticamente todo su cuerpo estaba en contacto con alguna parte del cuerpo de Minho.

Era la pelvis de Han complemente apoyada sobre la suya, el miembro suave de Han, evidente en sus bóxers, peligrosamente cerca del suyo, y Minho apretó los ojos. Tuvo que pensar en cualquier otra cosa porque, si tenía una erección en ese momento y Han se ponía incómodo, Minho nunca sería capaz de perdonarse a sí mismo.

Han levantó la cabeza para mirarlo y estaba oscuro, pero Minho se sabía la sonrisa de Han de memoria, podía dibujarla en su mente con los ojos cerrados. Han había cambiado mucho desde que Minho lo conocía, pero esa ternura de sonrisa se mantenía igual.

—Buenas noches, Lino —susurró, acariciando los labios de Minho con su aliento perfumado de menta.

Mirarlo de reojo saliendo de la ducha y esto, tenerlo cerca, poder tocarlo, no era lo mismo.

—Buenas noches, Hannie —Minho contestó, pero Han ya estaba acostado de vuelta sobre su pecho, respirando despacio.

Minho se durmió sin haber perdido la sonrisa.