05

1.5K 166 22
                                    

Paso 3: pasar tiempo a solas

J y yo vivimos juntos, somos mejores amigos, por supuesto que pasamos tiempo a solas. La diferencia entre "hacer algo juntos" y "hacer algo juntos que influya en la imagen que J tiene de mí para que empiece a verme como algo más que un amigo"...

Bueno, no estoy seguro, no soy un experto. Pero voy a combinar lo que aprendí hasta ahora –contacto físico, contacto visual– y usarlo mientras compartimos un momento a solas. Mi plan para este paso del experimento es darle una sorpresa. J y yo almorzamos juntos todos los días, pero hoy voy a invitarlo a hacer algo que rompa la rutina, como compartir un postre o hacer un picnic en el patio y, con un poco de suerte, voy a estar tres pasos más cerca del éxito.

***

Minho estaba saliendo del comedor de la universidad cuando vio a Han. Lo vio despedirse de un par de amigos en la puerta del edificio y cruzar el camino corriendo para llegar a donde Minho lo esperaba, con su mochila balanceándose en su espalda.

Cuando vio a Minho, Han sonrió, y a Minho casi se le escapa una mariposa por la boca.

— ¿Entramos? —preguntó Han, con los cachetes colorados.

—Ya compré el almuerzo —Minho le avisó—. Y tuve una idea. ¿Qué te parece comer en el patio?

— ¿Por qué en el patio? —Han lo miró, inclinando la cabeza, y Minho aprovechó para mirarlo a los ojos.

—Porque el día está lindo. Podemos sentarnos al sol.

—Oh... —Han desvió la mirada y su sonrisa decayó un poco, pero volvió a aparecer enseguida—. Bueno.

En el patio, Minho le pidió a Han que sostuviera las bolsas de comida mientras se sacaba el buzo y lo apoyaba sobre el pasto para que Han pudiera sentarse en el suelo sin ensuciarse la ropa.

— ¡Compraste mi hamburguesa favorita! —Han se alegró, abriendo uno de los paquetes sobre su regazo.

—Sí, y llegué justo, era la última que quedaba —le contó Minho, abriendo su bandeja de ensalada.

—Mi héroe.

Minho aún no se había llevado el tenedor de ensalada a la boca, así que estaba seguro de que esa cosa molesta entre sus muelas era el ala de otra mariposa. Respiró hondo y se movió sutilmente para el costado, hasta que su pierna tocó la de Han. Escuchó la risita tierna de Han a su lado y lo sintió moverse hasta que el hombro de Han tocó el suyo y se quedaron así, charlando y comiendo juntos.

Minho estaba terminando de comer y contemplando su próximo movimiento –¿debería apoyar su mano sobre la rodilla de Han? ¿Tal vez darle un besito en la sien, o eso sería demasiado? Han había besado su frente, después de todo...– cuando Han se subió a su regazo.

Minho dejó caer el resto de su ensalada al suelo y sus manos se quedaron levantadas a los lados de su cuerpo, sin saber dónde apoyarse.

— ¿Compraste cheesecake? —preguntó Han, sosteniendo la bandejita de postre que acababa de encontrar en una de las bolsas.

—S-sí —dijo Minho, pero sonó como una pregunta.

— ¿Para mí? —Los labios de Han se abultaron en un puchero y de pronto Minho tenía hambre de nuevo. Se aclaró la garganta y lo miró a los ojos.

—Sí.

— ¡Lino!

Han dejó caer su cabeza sobre el hombro de Minho, como si estuviera agradeciéndole. Minho acercó las manos a su cintura, con la intención de abrazarlo, pero Han volvió a levantarse, y Minho apoyó las manos en el suelo.

— ¿Querés un poco? —Han cargó un bocado de cheesecake en el tenedor y se lo ofreció. Minho negó con la cabeza; podía sentir las puntas de sus orejas poniéndose coloradas y esperaba que Han no lo notara.

Para sorpresa de Minho, Han no se movió de ahí. En algún momento, Han dijo algo y Minho contestó otra cosa sin registrar lo que estaba diciendo. Aparentemente, fue algo gracioso, porque Han se rió y su cuerpo se balanceó sobre la cadera de Minho.

Minho tuvo que apretar un puñado de pasto en sus manos. Tenía a su mejor amigo comiendo postre arriba suyo. Esta había sido la mejor idea de su vida –o quizás la peor, pero a Minho no podía importarle menos–.

***

Después de almorzar, Han se juntó a estudiar con sus amigos en la biblioteca y Minho –que no estaba celoso, para nada, ¿por qué lo estaría?– volvió al comedor, pidió un café y aprovechó el tiempo que estaba solo para avanzar con su artículo. Se encargó de planificar los siete pasos que faltaban y dejó el artículo terminado para entregarlo el lunes.

Estaba por pasar a buscar a Han por la biblioteca cuando recibió un mensaje avisándole que iba a quedarse un rato más, así que Minho pegó la vuelta.

Fue de compras antes de volver a casa, porque el experimento iba a ponerse cada vez más complicado y había hecho una lista de cosas que necesitaba para los próximos pasos. Pasó por la librería de usados, luego por el supermercado por ingredientes para la cena y, por último, se desvió un par de cuadras para visitar un local al que nunca pensó que tendría que ir.

Sorry, I love you [Minsung] 📒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora