¡H-E-X-S-I-D-E!

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—Wow. ¿En serio le dijiste eso?

—Sí. ¿Puedes creerlo? —Blight ríe un poco junto a Luz, la cuál estaba en un extremo de su cama; sosteniendo su cuaderno de composiciones contra su pecho.

Parecía que esto se estaba volviendo una costumbre de ellas. Llega la tarde, al final de la escuela, se la pasan todo el atardecer hablando hasta qué cae la noche y es la hora de irse para alguna de las dos. Luz ya ha faltado un par de noches al Micrófono abierto por está razón.

Y es qué, ¿Cómo culparla? Era una adolescente; una con sentimientos a flor de piel que la hacen perder la razón e ignorar varias de sus responsabilidades.

Está noche gracias a las faltas habían acordado qué ese día en particular tratarían de componer una canción entre ellas qué presentar; una misión totalmente fallida gracias a qué se distrajeron hablando de las cosas más tontas y simples de su vida.

—Definitivamente no puedo creerlo —Luz se voltea para ver a la Blight, la cuál aún se encuentra recostada sobre su cama—. ¿Cómo reaccionaron?

—Pues, dudo qué vuelvan a decir otra estupidez cómo esa frente a mí —Dice con orgullo—, después de todo, soy su Capitana. Sí se me da la gana puedo sacarlas del equipo.

—Oye, tampoco vayas a abusar de tú poder eh.

—Está difícil. La necesidad de sacar a todas las homofóbicas que hay en ese equipo me respira en la nuca.

Ambas ríen sin poder evitarlo. Blight se relame los labios.

—¿No te ha atraído la atención algún deporte? Por curiosidad.

—Pues, siempre he sido alguien alguien apegada a lo artístico —Dice la morena, recostandose sobre sus espaldas para jugar con sus dedos—, cosas cómo lo es tocar una guitarra, cantar, dibujar un poco, escribir mis propias canciones o en algunas ocasiones el baile...

—¡Pero oye!: El baile también es un deporte —Amity se levanta de su puesto para sentarse, Luz imitó sus acciones—. ¿Tú crees qué los saltos y giros que hacen las porristas es solo por comer ensalada?

—Oh, te lo creó —La chica alza su voz—. En secundaria me inscribí en la porristas. Era rudo y despiadado. Me gustaba la verdad. Me puse un poco mal cuándo comencé la preparatoria y me tocó dejarlo.

—Aún puedes seguir, ¿Sabés? —Menciona Blight—. El equipo de Fútbol tiene su propio grupo de porristas. Están más que todo para el equipo masculino pero también les toca bailar en el Femenino.

—No lo sé... —Luz muerde su labio y toma sus piernas para balancearse un poco—. No soy de usar faldas cortas y camisetas apretadas.

—Las inscripciones comienzan está semana. Puedas intentar y, sí quedas, serías la porrista más linda del mundo —Se acercó un poco a su rostro, con una mirada coqueta—. Sin dudas no podría jugar el partido sí te tengo al lado del campo.

—¡Basta! —Luz la aparta por el pecho, con sus mejillas y orejas rojas cómo un tómate. Gira la cara para tratar de evitar mirar esos ojos seductores.

 Gira la cara para tratar de evitar mirar esos ojos seductores

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