"Un retrato de amor", °Ravenna x lectora°

Cap 30 °Noche de bodas°

Los meses se habían deslizado entre mis dedos como granos de arena, cada día un torbellino de preparativos y anticipación. La promesa de un futuro compartido con Ravenna, mi amada, había alimentado todos mis pasos. Y ahora, a medida que se acercaba la víspera de nuestra boda, me encontré atrapada en un torbellino de emociones: emoción, nerviosismo y una sensación de profunda alegría, tanto que no podía realmente expresar. El día había sido demasiado rápido debido a la anticipación, lo pase en compañía de Ravenna mientras ultimábamos los detalles de última hora. Cada momento con ella era un tesoro, nos reímos, compartimos miradas tiernas y navegamos juntos por el laberinto del patio que había hecho con las rosas que fueron una vez la razón por la que mis ojos se posaron en los suyos, su presencia es tranquilizadora. Mientras el sol se hundía en el horizonte, arrojando un cálido tono dorado sobre todo el jardín, Ravenna y yo nos encontramos de pie en un rincón tranquilo del palacio. El aire estaba cargado con la promesa de lo que estaba por venir, la miré a los ojos, mi corazón a la vez ligero y pesado por las emociones.

"Mañana", dijo Ravenna, su voz era una suave melodía que resonaba en la quietud de la noche. "Mañana, serás la Señora de este palacio, serás completamente mía...para siempre". Un escalofrío de anticipación recorrió mi espalda, mis dedos se entrelazaron con los de ella mientras asentía.

"Apenas puedo creerlo, Ravenna...me haces tan feliz"...Dije mientras la sonrisa de Ravenna era un reflejo de mis propios sentimientos. Me incliné más cerca, mi frente descansando contra la de ella, encontrando consuelo en nuestra cercanía.

"Quiero que todo sea perfecto, nos mereces menos"...-El toque de Ravenna fue gentil mientras tomaba mi mejilla, su pulgar trazando un camino relajante.

"Será perfecto, mi amor" ...Respondí y a medida que la noche se hacía más profunda, las palabras de Ravenna se establecieron dentro de mí. Pero incluso mientras estábamos allí, envueltos en nuestro afecto, la realidad del día de mañana comenzó a asimilarse. Antes de que pudiéramos demorarnos más en los labios de la otra, Ravenna se apartó un poco, sus dedos rozaron mis labios en una tierna caricia.

"Cassie Gatita..., deberíamos descansar ahora. Mañana es un día importante y sabes que me gusta la puntualidad" ...-Dijo Ravenna acariciando mis labios con sus delicados dedos, asentí, con una mezcla de comprensión y tristeza dentro de mí. Ambas conocíamos la tradición: la noche antes de nuestra boda, debíamos dormir en cámaras separadas, aunque esa parte me molestaba quería pasar cada segundo durmiendo a su lado, pero debía hacerlo y volver a esa solitaria habitación que una vez fue mía pero hoy era solo una habitación donde los objetos de mi vida pasada estaban.

"Duerme bien, mi amor. Sueña conmigo y no me extrañes demasiado"...-Dijo Ravenna y con ello intercambiamos un beso final y prolongado, sentí que me invadía una sensación de calma. Mañana me convertiría en la esposa de Ravenna. Y mientras me retiraba a mis propios aposentos, me aferré al conocimiento de que nuestro amor era un faro, una luz que nos guiaría.

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La noche había sido una danza inquieta de anticipación y nervios. Los pensamientos sobre la boda de mañana no dejaban que el suelo cayera en mí, el peso de la ocasión trascendental flotaba en el aire mientras daba vueltas y vueltas, mi mente era un torbellino de emociones. Pero eventualmente, el agotamiento del día me alcanzó y mis párpados se volvieron pesados. Mientras me rendía al sueño, me aferré al pensamiento de mi casamiento con mi amada. Cuando la luz de la mañana se filtró a través de las cortinas, me desperté de mi sueño, la realización del día por delante me inundó como una suave ola. Estaba aquí, el día que había estado esperando ansiosamente, el día que fue tanto una culminación como un nuevo comienzo. Una oleada de emoción recorrió mis venas, disipando los restos del sueño y provocando una sonrisa en mis labios.