Cap 19 ●Todo acto tiene consecuencias●

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Emily...Emily Blunt...ella me dio mucho dinero, no quería que se supiera que era la responsable, me pidió también que le encontrar trabajo en el castillo, pero no que es lo que quiere con ello...-Escuche decir al hombre antes de que mi Señora entrar por la puerta.

Querida, creo que debemos ir a hacer una pequeña visita a una amiga...-Dijo sarcásticamente mientras se escuchaban los sonidos del hombre y cadenas dirigirse al castillo, sabia que le esperaba el mismo final que Lydia. Aunque mucho mejor que al que creo todo esto, seguí a mi reina hasta un carruaje mientras veía como el cielo poco a poco comenzaba a aclararse habíamos pasado toda la noche con Xavier y parecía que esto no terminaría jamás, pero mientras nos íbamos acercando a una de las casas que estaba a las horillas del castillo pude recordar el lugar, era una pescadería de hecho una de las más concurridas del reino, pero no sabía porque estábamos parando en este lugar. Mi amada se acercó a la tienda y ambas entramos cuando un gran hombre salió de atrás del mesón.

Reina Ravenna...que placer tenerla por aquí... ¿qué es lo que desea? ...-Pregunto el hombre.

Dese hablar con Emily por favor...-Dijo tranquilamente la mujer. El hombre sin hacer mayore preguntas se dirigió a la tras tienda luego de un momento regreso junto con una hermosa mujer que jamás había visto por los alrededores, su cara me era conocida pero no sabia de donde o quizás quería evitar recordar. La mujer nos miraba con una mezcla de miedo y desesperación en los ojos.

Si mi Reina... ¿qué es lo que desea? ...-Dijo la mujer.

La verdad...solo la verdad...-Dijo duramente Ravenna y mientras veía a la mujer dudar si hablar o no recordé, recordé la noche en que corrí por los pasillos de la trastienda, recordé la mirada cálida de la mujer, recordé al gato y los desechos de pescados que estaba tirando la mujer, recordé su rostro antes de golpearla, recordé sus suplicas y recordé cuando mi amada succiono todo su ser.

Veo que ya no hay a donde ir...pero solo quiero saber una cosa...si quiera ¿la recuerdas? ...-Dijo Emily mirándome fijamente sabía que hablaba de aquella mujer que ni siquiera su nombre sabia, aquella mujer a la que había llevado al castillo sabiendo su destino. Ravenna a mi lado me miraba fijamente sabía exactamente a lo que se refería.

Si...la recuerdo, aunque jamás supe su nombre...-Dije fríamente, aunque en el fondo me afectaba.

Se llamaba Isabella, era mi hermana...ni siquiera sabias su nombre y te atreviste a arrebatarla de mi lado...-Dijo mientras se veía como el abrumador dolor la consumida y la sed de venganza se hacia su amiga. Me quede en silencio no sabía que decir, hasta que mi Señora interrumpió.

¿Tu fuiste la encargada de enviar la carta? ...-Dijo Ravenna con voz dura y directa.

Si mi Señora...y no era lo único que tenía planeado hacer, quería que Casandra sufriera, que sintiera el infiero que yo sentí y de paso usted también su Majestad, después de todo usted se alimentó de mi hermana...-Dijo con furia y jamás había escuchado a nadie hablarle así a Ravenna, grave error.

¿Quién te crees que eres? ...-Dijo Ravenna con rabia después de que la mujer admitiera sus crímenes.

La hermana de la mujer que asesinaron sin piedad, a la hermana de la joven a la que le arrebataron sus sueños...-Dijo Emily sin moverse.

SOY TU REINA...Y PUEDO HACER LO QUE ME PLASCA CON MIS SUBORDINADOS, USTEDES SON DE MI PROPIEDAD Y ESO JAMAS CAMBIARA...-Dijo Ravenna mientras la furia la consumía, sabía perfectamente que era mi responsabilidad y me haría cargo. Por lo que saqué mi espada y la mostré ante la mujer acercándome a ella mientras Ravenna me veía atentamente.

Mi Reina no debe ensuciar sus manos con tal basura...-Dije mientras me acercaba a Emily, pero ella no se movía.

¿No tienes remordimiento? ...porque lo haces? ...piensas que tus memorias te dejaran dormir después de esto? ...-Dijo la mujer intentando tocar mis sentimientos, pero no sabe que e sido criada para permanecer fría, ante todo.

No...solo me importa mi Reina y todo lo que ella piensa y siente de mi...no me importa nadie mas en el mundo, ni siquiera tu estúpida venganza, si debo asesinar a todo el planeta por mi Reina...lo hare...-Dije y luego de ello la hoja fina y afilada de la espada atravesó el cuello de la mujer cortando su cuerpo en dos, dejando que su cabeza rodara por el suelo, mi Reina me miro fijamente mientras una sonrisa cálida se encontraba en su rostro. "Mi Reina por favor espéreme afuera debo deshacerme de toda evidencia"...-Dije para luego ver como mi Reina se retiraba con una asentimiento y luego de ello me dirigi a la tras tienda donde se encontraba aquel hombre que si bien me dio algunos inconvenientes termino con su cabeza en el suelo al igual que la chica, subí los escalones viendo a un hombre más joven que termino igual que todos, al terminar tome las lámparas de fuego y las arroje por la caza asegurándome de que todo quedara incendiado y luego de ello salí de la tienda viendo como mi reina me miraba fijamente desde el caballo al que estaba subida.

Ven Gatita...volvamos a casa...-Dijo mientras subía al caballo junto a ella, sabia que estaba llena de sangre y mis manos estaban manchadas, pero tenía el amor de Ravenna y eso era lo único que importaba, la carta ya se había mandado y no había vuelta atrás, los traidores habían sido eliminados y con ello venia la tranquilidad Freya no se atrevería a venir y mi corazón podría estar en manos de Ravenna.

Mientras el caballo real caminaba por las calles del Reino Oscuro y mis manos estaban sobre las de Ravenna me di cuenta de las miradas frías y los susurros de los aldeanos. La enemistad hacia mí ya es evidente, no los culpo después de todo cuando llegue pensaron que venía a salvarlos, pero fuera de no hacer nada me hice cercana a la Reina, rapte y ayude a asesinar a aldeanos que podían ser compañeros o amigos de ellos y ahora fuera de asesinar a casi una familia completa incendie su negocio, la verdad no podía culparlos. Podía sentir el peso de su resentimiento silencioso, queda claro que los aldeanos albergan sentimientos de odio y amargura hacia mí, pero no se atrevían a expresar sus quejas abiertamente debido a que era muy cercana a la Reina Ravenna. Aunque en el fondo en realidad no me molestaba podía sentir como una especie de autoridad y ese control sobre ellos, aunque fuera de miedo en realidad se sentía bien. Ravenna me dio besos y caricias de camino hacia el Catillo sabia que era su forma de decirme gracias y aunque quisiera escucharlo sabia que era algo que no saldría de sus labios por lo menos de momento.

"Un retrato de amor", °Ravenna x lectora°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora