Cap 7"Que me ocurre"

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Me desperté en la mañana después de que el sonido de los caballeros caminando me despertaran, sabía que la hora de cambio de guardia era a las 7a.m por lo que comencé a ir directo al baño a prepararme, me vestí con el uniforme que me habían dado el día anterior aunque con cada pendra que tomaba y me colocaba sentía que mi cara se enrojecía, como se supone que una reina tan seria y dura podía hacer estos juegos absurdos, aunque no me dejaría humillar tan fácilmente. Me lave los dientes a toda prisa, me hice un moño alto, después de salir del baño fui en dirección a la cocina donde se hallaba Bianca que inmediatamente me paso el desayuno aunque cuando me miro de arriba hacia abajo sabía que algo no le gustaba, aunque me paso la bandeja de la Reina en una bandeja de plata sin decir nada, comencé a subir las escaleras en dirección hacia la habitación de la Reina viendo la hora de su reloj al entrar sigilosamente en su habitación, que se hallaba en la pared viendo que estaba justo a tiempo. Se podía ver que la habitación estaba mayormente oscura, debido a que sus cortinas tapaban la luz de las ventanas por lo que el sol no la había despertado, entre por la puerta y la cerré suavemente con el pie, me acerque a un lado de la cama y puse la bandeja junto una vela que allí estaba, aunque no me había dado cuenta que su cama era enorme muy propio de una Reina la verdad, pude ver entonces que en el centro de la cama estaba la Reina Ravenna su rostro estaba descubierto viendo mechones de su cabello dorado por sus rostro mirando como incluso dormida podía verse hermosa, pensé que era adorable y ello era inesperado. Camine hacia el otro lado de la cama para buscar las cortinas, no querías que la habitación estuviera demasiado iluminada como para despertarla abruptamente, así que camine hacia todas las ventanas y abri las cortinas solo un poco, lo suficiente para dejar entrar un poco de luz para ver, pero nada demasiado fuerte.

Cuando regrese a su lado de la cama, notando que se había movido me quede mirándola sin pensarlo en realidad era como si su belleza me llamara, aunque en ese momento pude ver como una arruga atravesaba su rostro y aunque no la había visto allí antes sentí como si esta fuera un adorno, se veía tan hermosa así.

"Sé que me estás mirando". Dijo Ravenna abriendo los ojos e inmediatamente encontrándose con los tuyos. Oh, su voz matutina sonaba tan bien relajada y somnolienta.

"Mis disculpas, su majestad y Buenos días espero haya tenido dulces sueños". Dije, mientras me volteaba hacia la bandeja del té, sirviéndole una taza para luego colocar en un platillo uno de los dulces que traía la bandeja. Dejando esta bandeja en su regazo luego de ella se acomodará en la cama, pudiendo ver por un momento su camisón de seda que se había subido alrededor de sus muslos mientras tomaba la taza de té que le prepare.

¿Porque no te has colocado el uniforme?, acaso quieres desobedecerme...-Pregunto mientras tomaba la taza de té en sus labios y comenzaba a bebérselo.

"No, su Majestad se equivoca llevo puesto su uniforme, solo que debajo llevo mi ropa...-Respondí nerviosa tratando de evitar mirarla demasiado, su ropa de mañana era demasiado reveladora para mí.

"Quítatelo...AHORA". Dijo con severidad.

¡¡Esto es obsceno!! Merezco un uniforme como cualquier otra empleada...-Dije mirando hacia otro lado.

Pequeña...recuerda que si quieres complacer a tu queridita Reina Freya necesitas el retrato y si no me complaces a mí no lo tendrás...así que tú decides...-Dijo la mujer y luego de ello asentí con la cabeza hacia ella, mientras me quitaba una camisa que me había puesto y una falda larga, el traje que me había dado era una camisa negra pequeña junto con un vestido largo y un pequeño delantal que llegaba desde la cadera hasta el tobillo, no seria malo si esto fuera solo así, solo que este traía un pequeño corsert negro, la camisa era pequeña y solo tenía botones hasta cierta parte, dejando un pronunciado escote. Además de ello la falda si bien era larga tenía dos aberturas a los lados de las piernas, de ninguna manera parecía una sirvienta esto parecía más un traje de cantinera o de mujer que da sus servicios en la calle, la Reina quería avergonzarme no hay duda alguna. Pero aquí estaba mirándola fijamente mientras bajaba mi camisa y vestido ella me miraba atentamente, miraba mis movimientos con cierto gusto, se podía ver como tenía una mirada de superioridad, quería verme mal, quería ver cómo me sentía humillada, pero en realidad mi rostro se había sonrojado por completo, nadie nunca me ha mirado más allá de mi armadura por lo que un sentimiento que no conocía comenzó a alojarse en mi pecho y estómago, mi corazón palpitaba con fuerza cuando retire por completo las prendas dejándome con aquella vestimenta tan obscena, pude ver como su rostro cambio totalmente al ver mi rostro sonrojado y pude ver una mirada extraña, nadie me había mirado de esa forma. La mujer se levantó de la cama y caminó hacia una puerta a lo largo de la pared, su baño, suponía.

"Un retrato de amor", °Ravenna x lectora°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora