Cap 21 °El invierno siempre llega°

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Caminé por los pasillos tenuemente iluminados del gran castillo, mis pasos apenas hacían ruido en el frío suelo de piedra. Las antorchas parpadeantes arrojaron sombras danzarinas a mi alrededor, agregando un aire de misterio a mi viaje hacia los aposentos de mi Reina Ravenna, mi corazón latía con fuerza en mi pecho mientras agarraba el collar en mi mano. El tintineo rítmico del delicado colgante contra la cadena resonó en los silenciosos pasillos, sirviendo como un recordatorio constante de su significado. Mi corazón se aceleró, en parte por la emoción de despertar a la Ravenna y por otra de sentirla cerca mío, deseaba tener cualquier momento cerca de ella. Mientras continuaba por el pasillo, sentí un suave tirón alrededor de mi cuello. Ravenna no se molestaba conmigo fácilmente, pero también sabía que era urgente que fuera despertada de inmediato habían llegado noticias urgentes y era mi deber informarla, bueno más bien me habían dicho que fuera yo la encargada de despertarla debido a mi conexión con ella, que desde el incidente de Bianca ya todos muy bien lo sabían, con ello también me gane miradas de desaprobación, odio de parte de la mayoría y pues soledad cuando no estaba con mi amada Ravenna, pero nada más me importaba. Cuando doblé la última esquina, la luz parpadeante de las velas reveló la ornamentada puerta de la cámara de la Reina.

Su Majestad...-Dije mientras entraba a su habitación cerrando la puerta detrás de mí.

Perdóneme por despertarla, pero hay comerciantes que buscan su atención...-Dije mientras encendida una de las lámparas que se encontraba cercana a cama. El silencio flotó en el aire por un momento, y luego escuché un suave movimiento dentro de las sábanas, luego de ello su hermoso rostro salió de las sábanas, su cara enmarcada por el tenue resplandor de la luz de la vela que acababa de encender hacía que su rostro se viera aún más hermoso. Sus fascinantes ojos, como estanques de oscuridad, se encontraron con los míos, y no pude evitar quedar cautivado por su intensidad, los había visto muchas veces, pero jamás me cansaría de verlos fijamente. Era una visión de la belleza y la gracia, incluso en los momentos más desprevenidos al despertar del sueño.

"La buscan, Su Majestad", continué, tratando de mantener la compostura, a pesar del encanto de su mirada. La reina Ravenna me miró por un momento y luego, para mi sorpresa, me hizo señas para que me acercara.

"Ven", dijo con su voz aterciopelada, "quédate conmigo". Su invitación me tomó por sorpresa, pero no pude negarme. Con un pequeño asentimiento me senté en su cama mientras la mujer se acomodaba en la cama. La gran sala estaba adornada con muebles opulentos y el aire estaba cargado con el olor de las velas perfumadas, no sabía lo que quería mi Reina así que me quede sentada allí esperando la siguiente instrucción.

Vamos Querida...no creí que tuviera que pedírtelo, te quiero a mi lado...-Dijo Ravenna mientras me tiraba de la cadena que se ataba al collar de mi cuello haciéndome caer encima de la mujer, su voz sedosa y autoritaria me consumía por completo. Tragándome mi aprensión, di un paso vacilante hacia adelante y me recosté bajo las sábanas. Su pedido fue inesperado sabía que la presencia de la reina Ravenna era muy buscada durante estas reuniones y su ausencia podría notarse. No obstante, no podía negarme, así que asentí con una mezcla de preocupación y calidez. Ravenna se acostó a mi lado, con su presencia magnética y cautivadora. Extendió su brazo hacia mí, invitándome a abrazarla. Dudé por un momento, mi mente estaba llena de pensamientos pecaminosos, pero finalmente, sucumbí a la calidez de su toque y envolví mis brazos alrededor de ella. En ese momento, acostadas entrelazadas, sentí una sensación de intimidad que nunca antes había experimentado. La suavidad de su piel contra la mía y el sonido de su suave respiración me envolvieron en un capullo de comodidad. Las preocupaciones que me habían atormentado antes comenzaron a desvanecerse, reemplazadas por una sensación de satisfacción. Mientras yacíamos allí, disfrutando de la presencia de la otra, un fuerte sonido nos saco del pensamiento, el fuerte sonido de los golpes en la puerta de la habitación.

"Un retrato de amor", °Ravenna x lectora°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora