Cap 32 °Un espejo que hiere °

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°°° Pov Ravenna °°°

La quietud de la medianoche flotaba pesadamente en el aire cuando me desperté de mi sueño, una sensación de mareo tiró de los bordes de mi conciencia. Era como si el tejido mismo del destino me estuviera llamando, una llamada que no podía ignorar, aunque quisiera era demasiado molesto para seguir durmiendo. Mis ojos se abrieron, y allí, a mi lado, yacía Cassandra, sus rasgos bañados por la pálida luz de la luna, mi hermosa esposa estaba envuelta en mis brazos, pero una ráfaga de emociones contradictorias me atravesó: la calidez de su presencia y el tirón que sentía sin pensarlo demasiado me alejé de ella, una sensación de urgencia me impulsaba hacia adelante. Me levante lentamente de la cama viendo el cefo fruncido de mi amada Cassie mientras me alejaba de ella, Sali de la habitación guiada por un sonido ensordecedor, el espejo me llamó, sus susurradas promesas de revelaciones y verdades demasiado potentes para resistir.

El viaje al espejo fue borroso, mis pasos guiados por una fuerza de otro mundo que parecía no tener límites. La habitación pareció estirarse y deformarse a mi alrededor, el tiempo mismo se dobló para adaptarse a mi deseo. Y allí estaba, el espejo que contenía secretos más allá de la imaginación, su superficie era un vacío de oro que parecía brillar con conocimiento oculto. Me paré frente a él sin saber bien que estaba haciendo, hace mucho tiempo que me había alejado de este espejo solo necesitándolo cuando las arrugas avecinaban con aparecer en mi rostro, pero mi corazón se aceleró mientras el espejo parecía latir con vida propia. Su llamada era una melodía que tiraba de los bordes de mi mente, una canción que solo yo podía escuchar. Y luego, mientras miraba en sus profundidades, se reveló la verdad. Ante mí, mi reflejo se movió un reflejo echo de oro, la imagen de juventud y vitalidad se desvaneció como un sueño fugaz. Las arrugas se grabaron en mi piel, mi cabello perdió su brillo y vitalidad. Observé en un trance surrealista cómo los años pintaban su inevitable retrato en mis facciones, cada línea era un marcador del paso del tiempo.

El horror y la desesperación me recorrían, un peso sofocante que amenazaba con consumir mi propio ser. La realización de mi fragilidad, flotaban pesadamente en el aire. Pero fue la visión que se desarrolló más allá de mi propio reflejo lo que me hirió más profundamente. En las profundidades del espejo, vi a Cassandra, una vez mi amada, ahora una figura distante, sus ojos llenos de ira y traición. A su lado estaba una mujer más joven, sus manos entrelazadas en una muestra de afecto que se sintió como una daga en mi corazón. El dolor de la imagen me atravesó, un dolor crudo que me dejó sin aliento.

"No", susurré, mi voz era una súplica temblorosa que fue tragada por el vacío que me rodeaba. "NO...ALEJATE DE ELLA". El espejo contenía mis miedos. Las visiones que tenía ante mí eran un atisbo de un posible futuro o eso era lo que en mi mente pasaba un futuro en el que el tiempo se había cobrado su precio. El peso del arrepentimiento y la tristeza me presionaba, amenazando con aplastarme bajo su fuerza implacable. La habitación se sentía pesada por el peso de las emociones, los ecos de las revelaciones del espejo aún persistían en el aire. Me paré frente al espejo, mi corazón dolía con una mezcla de anhelo e incertidumbre. Las lágrimas brotaron de mis ojos. Con una respiración temblorosa, di un paso más cerca del espejo, su superficie era un vacío reflectante que parecía contener las respuestas a mis preguntas no formuladas. Una necesidad desesperada carcomía mi conciencia, un impulso de buscar consuelo en las verdades susurradas por el espejo.

"Espejito, espejito" comencé, mi voz temblaba de pura emoción, "¿quién es la más hermosa de todo el reino?"...-Las palabras flotaron en el aire, una súplica frágil que parecía vibrar con una sensación de anhelo. El espejo brillaba ante mí y su superficie cayo como si fuese lava formando un espectro de oro que se colocó firme.

Y luego, como en respuesta a mi pregunta, una imagen comenzó a formarse: "Mi reina...lamento decir que es Blancanieves, su belleza irradia desde las profundidades del calabozo..." ...-Dijo el ente y un sollozo gutural escapó de mis labios, la realidad de la respuesta del espejo fue un doloroso golpe para mí ya frágil corazón. La verdad era una píldora amarga de tragar, un recordatorio de los cruel que podía ser el mundo.

"Un retrato de amor", °Ravenna x lectora°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora