"Un retrato de amor", °Ravenna x lectora°

Cap 26 °Gemidos en el aire°

°°° Disclaimer, este capítulo contiene material explicito, se recomienda discrecion°°°

Ravenna me había tomado de la mano guiándome por los pasillos del castillo, mi corazón palpitaba fuertemente en mi pecho, no sabía muy bien que hacer, pero quería sentir a Ravenna junto a mí, pensamientos lujuriosos recorrieron mi mente mientras un color carmesí teñía mis mejillas, Ravenna me miro con calidez y lujuria en su rostro mientras caminábamos por los pasillos.

Tranquila querida...solo déjate llevar...-Dijo Ravenna mientras me dirigía a la puerta y la abrió en silencio, pase y cuando escuche el clic de la puerta una de sus manos agarró por mi cintura, tirando de ella mientras mi espalda había chocado contra la pared. Un gruñido casi salvaje salió de los labios de Ravenna mientras se acercaba a mi odio.

Gatita, este es la ultima instancia para que te arrepientas, dime... ¿quieres continuar? ...no me molestare si me dices que no...-Dijo Ravenna junto a mi odio, sentía como lamia y mordía el lóbulo de mi oreja.

Si...quiero...-Dije intentando juntar las palabras y hablar con coherencia, aprete mis muslos con ansias mientras me mordía mi labio inferior.

¿Segura? ...recuerda que me gusta jugar rudo ...-Dijo Ravenna mientras lamia mi mandíbula bajando lentamente por mi cuello comenzando a besarlo y morderlo.

Si...por favor...-Y fue lo único que tuve que decir para sentir como mi cabello era jalado dándole a Ravenna más acceso. La otra mano de ella vagó, arañando mis costillas hasta que llegó a mi muslo agarrándolo con fuerza, para luego subir por mi costado mientras me apretaba más cerca. Ravenna se echó hacia atrás, respirando pesadamente mientras mantenía el contacto visual, sus salvajes ojos dorados clavados en los míos, me tomo entre sus brazos guiándome hacia su cama, mie piernas amenazaban con ceder mientras me guiaba a la cama, Mi espalda golpeó las sábanas suaves de la gran cama de Ravenna, no tuve tiempo de mirarla antes de que ella estuviera sobre mí, arrastrándome por los tobillos hacia el borde de la cama, mientras ella se acercaba a mi presionando su cuerpo contra el mío en un suave y salvaje beso, podía sentir sus labios recorrer los míos mientras sus manos comenzaban a viajar por mi cuerpo, sentí su mano acariciar mi pecho y su boca amortiguo un gemido que amenazaba con salir de mis labios. Ravenna bajo sus manos y las coloco entre mis muslos mientras el beso continuaba.

"Ya mojada para mí, que chica tan sucia "...-Susurro la mujer en mi odio mientras intentaba recuperar el aliento, no podía pensar nada más que en sus manos recorriendo mi cuerpo. El aire estaba cargado de lujuria, cuando se echó para atrás mirándome fijamente, tomando el vestido que tenía puesto entre sus dedos.

¿Puedo? ...-Pregunto mientras con vergüenza y lujuria le indiqué que si con la cabeza, sabia que me estaba preguntando por ser mi primera vez, después de esto las preguntas ya no estarían, solo abrían simples ordenes y pensar en ello me excitaba de gran manera, sentí mi centro cada vez más húmedo al pensar en su toque.

Ravenna me ayudo a quitarme el vestido y cuando mi piel toco el aire frio, se erizo por completo, aun tenia la ropa interior y ella jugo con ello mordiendo mi brazier mientras lo quitaba dejando mis pechos al aire, se acerco a mi y nuevamente me dio un tierno beso, para luego comenzar a bajar y besar cada uno de mis pechos, ver sus cabellos dorados sobre mi piel era tan excitante, luego de ello siguió bajando.

"Sabes dulce, querida". Ravenna tarareó, lamiéndose los labios mientras lamia cada espacio de piel que podía encontrar cuando estaba besando mi abdomen se arrodillo en el suelo separando mis piernas, la vergüenza me atormento por completo mientras sus manos subían por mis muslos, se separo un momento y podía sentir su aliento sobre mi entrepierna.

Quiero escuchar tus hermosos gemidos Gatita...-Dijo Ravenna, pero antes de poder siquiera pensar en una respuesta enterró su rostro entre mis piernas. Me mordió el labio e intente ahogar mis gemidos mientras sentía la lengua de mi Señora deslizarse arriba y abajo por mi entrada con movimientos largos y amplios, se estaba tomándose su tiempo. Desde mi perspectiva podía ver sus rizos dorados moviéndose y sentí una enorme sonrisa de su parte, estaba disfrutando como me desasía ante ella. Uñas afiladas se clavaron en mis muslos sujetándome fuerte, dejando largas marcas de arañazos por donde pasaban. Ravenna se tomó un tiempo para apartarse y lamer los arañazos que dejaba dejando rastros húmedos y manchas de lápiz labial sobre mi piel.