9
El día más corto.
Cualquiera diría que los días aquí son largos, más que nada porque no hay comunidad social más que Axl y yo. Pero en realidad, estoy atravesando los días más cortos de mi vida. El amanecer, el mediodía, la tarde, el atardecer, la noche y la madrugada se convierten en segundos cuando Axl y yo nos tiramos de un acantilado y nadamos durante horas, o cuando Axl y yo inventamos canciones completamente borrachos frente la fogata, o cuando Axl y yo nos ponemos de acuerdo para cazar un animal y fallamos en el intento, o cuando Axl y yo imitamos a Michael Jackson sobre la arena seca, o cuando Axl y yo...
No importa.
Todo se siente menor y mejor cuando se trata de Axl y yo.
Aunque, estas últimas horas recordé el mundo de afuera: el mundo del que estamos aislados hace más de dos semanas, y no dejo de preguntarme qué estará haciendo Frances. Me pregunto si ya habla, si ya camina, si ya pregunta por mí...
Y es horrible pensar que incluso recordar a mi hija me trae dolor. Todo lo que es el mundo de afuera, del cual hace tanto tiempo que me alejé, me trae los pensamientos más oscuros.
―Mañana quiero recorrer las montañas de allá ―dice Axl señalando con su brazo justo detrás de nosotros.
―Ya hemos ido miles de veces ―dije sentándome a su lado, observando el atardecer del mar.
―Sí, pero, nunca fuimos del otro lado de la montaña ―justifica―. ¿Qué tal si encontramos humanos?
―Prefiero morir antes que volver a encontrar humanos ―reí.
Pero a Axl no le causó. Al contrario, giró su rostro hasta mí, y con cierta preocupación en su mirada, dijo:
―Sabes, hablaremos de esto más tarde ―lo dice como si fuera mi padre o mi pareja tratando con un depresivo maniaco―. Ahora creo que tenemos otra preocupación.
Traga saliva, sus ojos se achinan, y vuelve su mirada al mar. El viento se siente distinto sobre nuestros mechones de cabello. Miro hacia delante, confiando en los ojos de Axl, y me encuentro a la orilla del mar vaciándose.
―Es un Tsunami ―dice Axl.
Se levanta inmediatamente de la arena y me ayuda también a levantarme tomándome del codo. Me apunta a guardar todas las cosas en la cabina, pero sabemos que es insuficiente: no tenemos paredes, las olas se llevarán todo.
―Vamos a la roca gigante ―dice como todo líder a punto de salvar una nación.
Parece Rambo. Y me causa risa, aunque se acerque un Tsunami.
Debo admitir que jamás estuve cerca del mar, siempre fui un pobretón de Seattle que no conoce ni se interesa por el océano. Así que imaginé que estábamos a punto de morir. Sin embargo, dos horas después, me encontré con que el Tsunami no abarcó más de unas cuantas olas algo extensas que solo causaron pequeñas inundaciones y charcos en la playa.
No es el Tsunami de las películas. No es nada de lo que imaginé.
―Qué pena, estaba listo para morir ―dije sentado al lado de Axl, sobre el borde una roca gigante, observando la poca agua del tsunami regresando al océano.
―Una vez yo estuve listo para morir ―admite él.
Axl no es el tipo más profundo del planeta. De hecho, las cosas con él son puras risas y bromas. Nunca hablamos en serio. De vez en cuando me dicta algún consejo o me salva de alguna crisis, pero no habla mucho de él.
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PERDIDOS EN EL TRIÁNGULO ||KURT COBAIN X AXL ROSE||
RomanceKURT COBAIN X AXL ROSE. Axl Rose y Kurt Cobain son conocidos rivales de la música. Ambos detestan todo del otro, desde sus respectivas bandas de Rock hasta sus propias ideologías y formas de ser. Pero, pero, pero, pero, pero... Ambos deben asistir a...