Me Gustas. Tengo miedo de expresarlo.

Hablar sobre Luo Binghe

Fuera una ilusión o lo que sea lo que estaba sintiendo. Yo no deseaba que simplemente pasará sin pena ni gloria. Quería sentir ese enamoramiento como algo que es reconocido, visto, que tiene un lugar en mi, en mi vida, así que quiero hablar de ello con alguien. Con alguien de la Universidad no me atrevería. Así que pensé en contárselo a alguien externo, alguien que supiera de asuntos como estos. Alguien que pudiera aconsejarle.

Decidi hablar con una amiga, una a la que no veo seguido, pero es alguien en cuyo juicio confio. Su nombre, Meiyin.

La conocí en mis años de preparatoria. Me asignaron en un proyecto para trabajar en un equipo con un chico que  amaba las artes marciales. Liu qingge, que vivía para practicar estas artes. Lo que provocó que se convirtiera en alguen que tenía en mente 2 cosas. Las peleas y la disciplina.

En un principio no me representó ningún problema. Yo puedo ser lo suficiente diplomático cuando la situación lo requiere. Entonces evite tener problemas con él y contando con su disciplina. Avanzamos bastante bien. Lo cual era muy Bueno, productivo. Pero en una ocasión. En fin de semana fuimos a una cafetería a trabajar. Aprovechamos para comer.una muy buena comida, pero al terminar nos sentimos pesados. Por ello en lugar de tomar el autobús, como normalmente lo hubiéramos hecho. Decidimos caminar. Y en las grandes ciudades puedes enxontrarte tantas cosas caminando por ahí.

Fue cuando la encontramos. A Meiyin. Una guapa mujer que estaba coqueteando con 3 chicos a la vez. Al pasar nos vio y trato de coquetear con Liu qingge.

Él se enfadó mucho.

- !Estas haciendo cosas vergonzosas con otros!- Dijo Liu qingge con furia.

- ¿¡Cosas vergonzosas!?- Se indignó Meiyin.

- ¡Yo no tengo nada de que avergozarme!-

- ¡Engañas y te burlas descaradamente de estos hombres y de mi!- Le gritó Liu qingge.

- ¡Yo jamás he hecho tal cosa!- Replicó Meiyin.

- Sólo he mostrado mis afectos a los hombres que he considerado atractivos.-

- Estos hombres han decidido corresponder esos afectos. Y jamás les mentí, ni me burle de ellos-

- ¡Esas acciones no deben hacerse al ojo público! - Replicó  Liu qingge.

- ¿Y que eres? ¿Qué autoridad tienes?- Cuestionó Meiyin.

Liu qingge refunfuño, su rostro estaba pasando de rojo a morado, parecía una olla de presión que estaba por estallar en cualquier momento.
Rechinaba los dientes de la furia. Por lo que antes de que todo ese asunto se pontencializara, interviene.

Aparte un momento a Liu qingge y le dije...

- No pierdas tu tiempo molestandote a causa de esa mujer. Yo puedo encargarme ahora.- lo dije seriamente, con confianza.

Liu qingge se tranquilizó y bufo.

- Es verdad, no vale la pena que gaste emociones en alguien como esa mujer.- Dijo con un todo de superioridad.

- Bueno yo me voy adelantado a casa.-

-¿Seguro puedes con ella?- Me pregunto.

- Todo en orden, puedo manejarlo.- Asegure.

- Bien- Liu qingge se estaba alejando.

Meiyin, atónita, tenía una cara que decía "¿que diablos?". Entonces yo le hable.

- Lo siento, mi compañero, es... un loco.-
Dije alzando los hombros restandole importancia a la situación.

Meiyin se quedó en silencio, por un momento confundida, luego empezó a reír.

- Sí. Un poco en efecto.- Concorde.

Después de eso Meiyin y yo charlamos. Me contó que al ser una dama hermosa muchos iban a cortejarla, al ser una soltera con ideas liberales sobre las relaciones interpersonales. Prometió darle sus afectos a aquellos hombres que le pareciecen atractivos pero sin comprometerse con ninguno. Todos chicos con los que se encontraba aceptaron. Por lo que todo aquello a ojos de Meiyin eran actos de un amor libre y sin ataduras moralistas. Por lo que no se sentía avergonzada.

Yo le mencioné que quizá no practicaria o participaría en ese tipo de relaciones de amor libre. Pero si podía entender y respetar su postura. Desde entonces Meiyin y yo empezamos nuestra amistad. Intercambiamos números, mensajeabamos y en ocasiones rsras hasta salíamos por un café.

Se volvió mi confidente. Por ello he decidido contarle de mis sentimientos por Luo Binghe por lo menos a ella. Quiero hablar sobre este flechazo y pase lo que pase recordar que pasó. Que no se desvaneciera y ya, que se quedara condenado al silencio. No quería, debía hablar sobre ello, que hubiera una huella.

-¿ Y porque no tratas de hablarle? Ya que se encuentran seguido ¿Porque no hacerlo?- Me cuestiono Meiyin.

- No es tan fácil. Él está con su amiga en lo suyo. ¿Cómo puedo intervenir?-  Ese era mi dilema.

- No tengo idea de como hacerlo deberá que no se vea forzado y extraño?

- Algo se te ocurrirá.- Respondió Meiyin.

- Y si lo ves tan seguido, él seguramente sabe de ti. Te identifica.- Señaló.

- Fácilmente podrían ser amigos, no hay motivo para que no sea así.-

- Pero aún así no ha pasado.- Rebati.

- ¡Sabes lo grandioso que sería para mi que empezábamos a hablar!- Dije co  exaltación.

- Adoraria al menos ser su amigo.-

-hjm- Murmuró Meiyin.

¿Qué pasa?- Pregunté.

- Creo que tengo un plan.- Dijo con un tono juguetón.

- ¿ Qué tienes en mente?- Pregunté curioso.

- Ya verás...- Dijo con una gran sonrisa.

- No será nada malo, ni que te ponga en evidencia. Y él no lo notará.-

- Dime que harás.- Le pedí.

- En una semana hay que reunirnos. Te lo contaré todo.- Me prometió.

Yo acepté y pasada esa semana ansioso fui a verla y a interrogarla en cuanto La tuve frente a mi.

- ¿Qué plan? ¿Qué se te ocurrió?- Pregunté.

- Le pedí a uno de mis chicos que observará la situación.- Contestó.

- Oh. Imaginé que con mi explicación te harías una Idea de lo que pasaba.- Comente.

- Sí, pero quería saber como es que el reaccionaba.- Contestó Meiyin.

- Te lo dije, él está en sus cosas, no hablamos.- Reitere.

- No lo hacen pero... Él te observa de vez en vez. Cuando no lo notas.- Me reveló.

- ¿¡De verdad!?- Pregunté sonriendo enormemente en ese instante.

Me estaba ilusionado. Sin importar el motivo específico. Lo cierto era que por más mínimo que fuese, yo despertaba algo de interés en Luo Binghe.

Eso me hacía feliz.