2: "Es mejor el caos"

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¿Qué estaba haciendo? ¿Acaso su vida no era suficiente? ¿Por qué rayos tenía que dudar? ¿Por qué tenía que ser tan difícil? ¿Porque solo no podía ponerse feliz? ¿Porque rayos se sentía como si estuviera a punto de arruinar su vida?

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¿Qué estaba haciendo? ¿Acaso su vida no era suficiente? ¿Por qué rayos tenía que dudar? ¿Por qué tenía que ser tan difícil? ¿Porque solo no podía ponerse feliz? ¿Porque rayos se sentía como si estuviera a punto de arruinar su vida?

Llegó a casa una vez más con aquella sensación amarga de angustia e incertidumbre que la invadía desde la propuesta. 

No podía dejar de pensar en ese día. Había sido tan bonito, pero ella seguía muy molesta aún. Exhaló yendo hacia el escritorio en donde estaba la pc, dejando una gran pila de evaluaciones para ponerse a calificar. Ser profesora de coreano* había sido su mejor y su peor elección. Aún no comprendía que hacían los adolescentes en la escuela básica para llegar a ser tan malos en la lengua que hablaban a diario. Su frustración aumentó, cuando supo que la mesa de recuperación sería tan extensa como cada año.

Su ahora prometido, salió del cuarto de baño sigilosamente viéndola de pie junto al escritorio y se acercó a ella para besar su hombro, robándole una expresión de asombro, ¿no era muy temprano para tenerlo en casa?

—¿Qué haces aquí? —preguntó ella, sin salir de su asombro.

Esperaba las próximas horas restantes para estar sola y no pensar nada antes de que llegara, rayos, lo esperaba con ansias. Era el único instante en el día en el que estaba a solas consigo misma y ese día en especial, creyó que lo necesitaba más que nunca. 

—Hola, tenía un rato libre hoy y quise sorprenderte ¿cómo te fue a ti? —Se sonrió amable, mientras se apartaba de ella para que le diera su frente.

La castaña sonrió de lado al hallar las gotas que caían de su cabello ya muy largo después de, al parecer, haber tomado un baño.

—Ah... —Murmuró y sonrió como respuesta —Muy bien, cansada ¿y a ti cómo te fue? —Dijo sin saber cómo simular su falta de interés.

A veces creía que era porque tenía muchas cosas en la cabeza, pero en el fondo Jeongyeon sabía muy bien los motivos.

—Muy bien, ya sabes, deseando aprovechar el rato contigo... —Musitó rodeando su cintura, dispuesto a arrebatar la paz de sus labios con un beso urgente, mientras acariciaba la piel de su espalda por debajo de la blusa. —Te extrañé, ¿tu no? —Susurró contra su boca y descendió suavemente con besos sobre su mejilla, en dirección a su cuello.

Jeongyeon hizo una mueca de desagrado, ¿porque tenía que sentirse tan reacia a sus caricias? Intentó pensar en positivo, dejar de sentirse tan ácida, ¿Acaso podía apartarse sin sentir como si estuviera haciendo algo malo? ¿Podía rechazarlo una vez más? ¿Porque deseaba tanto rechazarlo? ¿Por qué rayos se sentía así cada vez con más frecuencia?

—O-oye yo también te extrañé —Tragó en seco cuando él la miró con esos ojos intimidades ante su interrupción, pues ella se apartó de sus besos que ascendían por su cuello sin disimulo —Pe-pero, aún tengo mucho trabajo y ne-necesito terminar cu-cuanto antes —Suplicó, esperanzada con que la dejaría ir.

𝑫𝒐𝒏' 𝒕 𝑩𝒍𝒂𝒎𝒆 𝑴𝒆 ୨୧ [2yeon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora