En las tres semanas que Gerard fue alojado por Frank, su relación avanzó significativamente, hablaban y reían más, compartían tiempo juntos y descubrieron intereses afines, especialmente la música.
Raymond seguía investigando, hostigado por el pueblo y el clerigo que insistían en un demonio que se retiró por las fiestas a los santos que se realizaron esas semanas, no tenía sentido, más considerando que las personas no desaparecieron pero sí los animales, especialmente los de la granja vecina de los Iero.
Recordando a Frank, también recordó a su inquilino, Gerard, su prometido Michael propuso que tal vez se tratase de su hermano y el hombre del correo lo confirmó al entregarle cartas de Michael dirigidas al distinguido conde Gerard Way alojado en la residencia de los Iero.
Con la excusa de las cartas visitó a su amigo, la primera en recibirlo fue Jamia quien al parecer se encontraba sola pues Gerard y Frank habían salido a "revisar los cultivos" del invernadero, lo dijo en un tono tan sugerente que Raymond no supo si sentir alegría o extrañeza por su amigo.
En el invernadero, Gerard relataba sobre las tribus que habitaban en América y que Robert le describió tan detalladamente, el tema salió a relucir puesto que Frank había hurtado algunas pinturas y pigmentos de Jamia para obsequiarlas a Gerard como agradecimiento por la ayuda en la granja.
–Bert dice que los nativos suelen pintarse el cuerpo como una forma de arte, dentro de su cultura cada diseño representa algo distinto.
–Debe ser impresionante a la vista.– Contestó Frank intentando disimular que de arte no sabía nada.– Sería algo lindo de ver
–Podríamos intentar hacer algo parecido
–¿Cómo?
–¿Puedo pintarte?.– Preguntó casi en un susurro acercándose al menor quien en su nerviosismo aceptó.
–¿Qué haces?.– Habló temeroso pues las manos pálidas intentaban desabotonar su camisa lentamente
–¿Esperas que te pinte por encima de la ropa?
–... Déjame a mí.– Solicitó dándole la espalda al pelinegro y cubriéndose el pecho una vez que se desvistió.
El mayor contuvo la respiración ante la vista y sensación de esa piel tan tersa y suave, pasó el pincel con una delicadeza impresionante intentando no hacer sentir incómodo al castaño.
Frank por su parte también intentaba contener la respiración, las manos frías de Gerard al igual que la pintura le ponían la piel de gallina como una reacción normal, pero no supo explicar de forma racional lo que le producía la respiración tibia del pelinegro en su espalda. No tuvo tiempo de reaccionar cuando Gerard pasó el pincel a sus brazos y cuello, estaba tan concentrado en su trabajo y en detallarlo como para notar que Frank estaba sonrojado y sonriendo tontamente.
–¿Quieres intentarlo?.– Propuso pasándole el pincel
–No, no soy tan bueno como tú.– Contestó el bajito sosteniendo el pincel y mirando los bonitos ojos verdes.
–Lo siento, no quería interrumpir.– Habló Raymond rápidamente cerrando la puerta que acababa de abrir.
Frank se vistió apresurado, sin tiempo de abotonarse aceptó el abrigo de Gerard para cubrirse y salieron nerviosos de ahí.
–Hola Ray.– Saludó a su amigo, sin atreverse a mirarle a los ojos
–Frank, Gerard.– Saludó en contestación igual de apenado
–¿Y a qué debemos su visita?.– Habló Gerard como si él fuera el amo y señor de esa casa
–Traje cartas de Michael... Creo que después de todo seremos familia.– Dijo no muy feliz, Gerard asintió también de forma seria y la plática no dio para más
Cenaron en silencio, Frank hacía preguntas sobre Michael a las cuáles los otros intentaban responder sin ponerse de acuerdo.
–¿Y cómo será el lugar en donde se casarán?.– Intentó conversar Frank
–Pues Michael pensaba en el castillo de sus padres en Transilvania...
–No lo creo, Michael sabe que ese lugar no es para fiestas.– Contestó Gerard mirándolo mal.– Aunque dudo que te interese el respeto a nuestro legado familiar, dado que no tienes ningún apellido que cuidar
Raymond lo ignoró, contestando a todas las preguntas de Frank sobre los detalles de la boda
–Para su ajuar pensaba en obsequiarle narcisos, van con su personalidad
–Michael detesta los narcisos.– Contestó el futuro cuñado
–Le comenté la idea y le encantó.– Contestó Ray, así con todas las cosas que Gerard juraba que su hermano odiaba.
Una vez que se retiró y ellos se fueron a la alcoba Gerard siguió molesto, tratando de que Frank le diera la razón sobre su percepción de Raymond
–No me negarás que es bastante conveniente para él este matrimonio
–No lo veo así, Ray no es de los sujetos que van tras el dinero, créeme cuando te digo que siempre me habla de lo enamorado que está de Michael y jamás ha mencionado su dinero o a su familia, fue sorpresa para mí saber que se trataba de tu hermano.– Contestó calmado mientras acomodaba el diván para Gerard.
El pelinegro no supo qué más decir, en un intento por criticar a Raymond había mencionado el mal aspecto de su cabello y por qué no merecía tener sobrinos así. Pero Frank lo ignoraba magistralmente hasta que cambió de tema.
–¿Has pensado en casarte Frank?
–Algunas veces, pero ahora ya no lo sé.– Se sinceró, recordando que no había estado cerca de Anthony desde que se hizo cercano a Gerard y ahora no sabía si aún le quería
–¿Por qué no lo sabes?
–Porque me sentía enamorado y ahora no lo sé...
Gerard se calló, su ego lo hacía aferrarse a la idea de que Frank se refería a él, pero su lógica intentaba buscar a un rival que pudiera estarle robando el cariño de su amado y se sintió herido.
No hablaron más, Frank no sabía cómo explicarle que sus sentimientos hacia él habían cambiado y con el tiempo juntos comenzaba a anhelar su cercanía, se debatía entre las sensaciones que le producía la cercanía con Anthony y las que le producía Gerard, encontrando que éste último lo hacía experimentar cosas nuevas y por mucho más agradables.
Recordó el beso, nunca antes había besado a alguien, menos de aquella forma, recordó el calor que invadió su cuerpo y su piel se erizó evocando aquella escena, no pudo dormir pues despertaba agitado deseando a Gerard a su lado y no en el diván.
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Vampires will never hurt you
Fanfic"And if they get me, take this spike and You put the spike in my heart!" 🫀🩸 Cómo el grito nocturno de un ave de mal agüero, así quizás suene la palabra "Nosferatu", pero guárdate de pronunciarla o las imágenes de la vida se desvanecerán en las som...