Los Santoro's

Muerte de Leonardo

Adara Santoro

Un mes después de la guerra

Acaricio la espalda de Raven mientras que sollozaba contra mi cuello, trataba de calmar su llanto luego de que me haya despegado de el por solo dos minutos.

Raven estaba en esos días en que no quería despegarse de mi, que exigía mi completa atención en todo momento. Acababa de cumplir los dos meses y estaba cada día más precioso.

—Ya mi amor, ya estás con mami—le susurro tranquila

La puerta de la habitación de Raven se abre y es Hades quien entra. Le sonrió levemente mientras que se acercaba a nosotros y acaricia la cabeza de Raven que aún sollozaba.

—¿Le ha pasado algo?—inquiere

—No—meso a Raven mientras sus sollozos cada vez eran más leves—. Solo que me despegue de el por dos minutos.

—Vaya niño...

—Hades—le doy una mala mirada

El besa mi frente y luego la cabeza de Raven. Nuestro hijo se calma en mis brazos quedando dormido en ellos. Lo acomodo mejor en mi cuerpo dejándolo acurrucado en mis brazos y tomo asiento en el sofá de la habitación.

Acaricio sus mejillas sonrojadas y sonrió al ver lo relajado que estaba.

—¿Tienes trabajo hoy?—le pregunto Hades

—Si, pero me mantendré en la mansión—responde

—¿No es necesario que vayas a ver qué tal está todo?

—Al menos no hoy—responde

Asiento y acaricio la mejilla de Raven. El suspira en medio de su sueño y se acurruca aún más. Me pongo de pie para dejarlo dormir en su cuna pero apenas toca el colchón rompe en llanto.

Trato de calmarlo pero es imposible porque el quería estar en mis brazos. Vuelvo acomodarlo en mis brazos y lo meso logrando que se calme a los minutos y siga durmiendo mientras que su manito se aferraba a la tela de mi blusa.

El celular de Hades suena llamando mi atención, el revisa la llamada y se aleja un poco para atender la llamada.

Habla en voz baja impidiendo que escuche lo que hablaba. Miro con intriga a mi esposo y a los minutos cuelga la llamada.

—¿Está todo bien?—inquiero

—Lo está amore—se acerca y besa mis labios—. Debo atender unos asuntos

—¿Vas a salir?

—No, estare aquí—me calma

Asiento y abandona la habitación de Raven. Suspiro y agarro una manta para poder cubrir a Raven. Salgo de la habitación y bajo hasta el salón donde Alessia hablaba con Antonella y Zaria.

—¿Está dormido?—pregunta Antonella

—Lo está—tomo asiento aún lado de Zaria

—¿Por qué no lo dejas en su cuna?—pregunta Alessia

—Bueno, Raven al despegarse de mi llora—encojo mis hombros

—Ya veo—sonrie levemente—. Seguramente este consejo te ayude. Colócale alguna prenda que tenga tu aroma, así no llorara cuando lo dejes en su cuna—me aconseja

—¿Crees que sirva?

—Es muy probable

Asiento y luego de unos minutos subi a la habitación, del armario saco una blusa que solía usar con recurrencia y me tumbó con Raven en la cama.