Flavio y Karina pte2

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Karina Santoro

Me remuevo en medio del sueño sintiendo un brazo sobre mi. Abro los ojos lentamente y miro a mi alrededor sintiéndome extraña de no despertar en mi habitación como tenía de costumbre.

Me enderezó en la cama y miro a mi lado donde Flavio dormía profundamente y uno de sus brazos se cruzaba hacia mi cuerpo manteniendo un agarre en mi.

Flavio dormia boca abajo totalmente relajado, soltaba algunos ronquidos y su cabello estaba totalmente desordenado. Solo dormía con unos pantalones de chandal.

Me dirijo al baño y me encierro en el, me pongo frente al lavado y tomo mi cepillo de dientes. Empiezo a cepillar mis dientes y luego lavo mi rostro.

Al salir del baño cinco minutos después, ví que Flavio estaba está vez con la cabeza bajo la almohada. Frunzo el ceño por aquello.

—¿Que hora es?—pregunta con una voz somnolienta y ronca

—Uhm—camino a la mesa de noche donde estaba mi celular y enciendo la pantalla para ver la hora—son las once de la mañana.

Saca la cabeza bajo la almohada y frota sus ojos. Se estira en la cama haciendo que su abdomen se marque llamando mi atención.

—¿Disfrutando la vista?—inquiere

—Eres molestoso—le admito

—Lo se

Se coloca de pie y se encamina al baño donde se encierra. Suspiro y me dirijo al armario donde busco algo que colocarme. Estaba soleado y hacia algo de calor.

Elijo un vestido veraniego de color blanco y unas sandalias bajas. Agarro ropa interior limpia y el tono de llamada de mi celular me hace ir hacia la mesa de noche.

Era Irina quien estaba llamando. Sonrió y atiendo la llamada.

—Hola—saludo a mi hermana

Hola Kari—saluda del otro lado de la línea—. ¿Cómo estás?—note la preocupación en su tono de voz

—Estoy bien—aclaro tranquila, sabía perfectamente que podría estar pensado mil cosas ahora mismo

¿Segura?—Cuestiona

—Si, segura

—Te creeré—finaliza—. ¿Que tal tu noche?

—Ahm normal—murmuro

—¿Normal? No creo que una noche de bodas sea normal

—Bueno lo fue

¿No hicieron nada?

Miro a la puerta del baño y podía oír el ruido de la regadera. Flavio debía estar dándose una ducha.

—No—admito—. Solo dormimos

—Vaya...

—¿Está mal?

No, solo es extraño, usualmente en nuestro mundo los hombres no esperan mucho para hacerlo.

—¿Con quién hablas cariño?—pude por a John al otro lado de la línea

—Con Kari—responde mi hermana con tranquilidad—. Bueno, volviendo al tema, eso es raro

—Quizas...

¿Entonces estás bien?

—Lo estoy—sonrio

Me alegro, temia que te sucediera algo y nadie pudiera evitarlo—suspira—. Ahora no nos veremos con tanta frecuencia

—No—hago una mueca

Los Santoro'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora