Los Santoro's

Luca y Alice

Una semana después del nacimiento de Alice

Luca Santoro

El agudo llanto rompe el silencio de la habitación y gruño contra mi almohada. Alice llora a todo pulmón como si alguien le hubiera hecho algo provocando que quizás haya despertado a media mansión o está la ciudad completa.

Miro a mi lado a Zaria que dormía profundamente como si Alice no estuviera llorando. Me salgo de la cama y me acerco a la cuna donde Alice lloraba. La cargo en mis brazos para poder calmarla pero parece que no está conforme con mi atención.

La recuesto en el cambiador para revisar su pañal, estaba manchado con orina así que lo cambie y le puse uno limpio.

Aún así con su pañal limpio, Alice no quiso parar de llorar, así que tenía que recurrir a Zaria para que la alimentara, seguramente tenía hambre.

Me acerco a Zaria que aún dormía como si la bebé no estuviera llorando a todo pulmón. Muevo a Zaria suavemente y ella abre los ojos con pesadez.

—Dejame dormir—pide

—Alice está llorando, creo que tiene hambre—le digo

Zaria me mira fijamente y frota sus ojos, se sienta en la cama y le entrego a Alice con cuidado. Ella descubre uno de sus senos y acomoda bien a la bebé para poder alimentarla. Alice se prendió del pecho de su madre y dejo de lloriquear. Dios al fin.

Paso las manos por mi rostro y suspiro. Estaba jodidamente cansado. Alice exigía demasiada atención para mí gusto causando que siempre estuviera llorando, al menos por la noche, porque durante el día solo se dedicaba a dormir y cagarse entera.

Había olvidado lo bien que se disfrutaba dormir al menos unas cuatro horas de corrido, apenas estaba durmiendo dos horas como mínimo.

Si yo estaba cansado a mil no quería imaginarme cómo estaba Zaria, ella si que estaba más que agotada, lo único que ambos nos dedicamos hacer cuando Alice duerme es descansar lo que podamos aunque sea media hora.

Si antes mi mayor objetivo era follarme a Zaria, ahora era dormir al menos una hora.

Miro a Zaria que miraba fijamente a Alice que estaba prendida del seno de su madre, como si su vida dependiera de ese seno.

—¿Puedes sacarle tu los gases? Estoy muy cansada

Asiento aceptado sacarle los gases a Alice. Zaria me sonríe aliviada y cambia el seno derecho por el izquierdo para poder seguir alimentando a Alice. Cuando quedó satisfecha, la cargue con cuidado, no quería moverla demasiado.

En la tarde por accidente la moví demasiado y terminé todo vomitado de leche cortada.

Me acuesto aún lado de Zaria y apoyo a Alice en mi pecho, comienzo a sacarle los gases dando palmadas en su espalda. Zaria vuelve a dormirse a mi lado para poder descansar un poco.

Alice hace un ruidito soltando un gas y la miro fijamente. Estaba muy cómoda en mi pecho y ni se molestaba en moverse. Acaricio su mata de cabello castaño y sonrió levemente. Está intrusa ya me tenía completamente a su disposición.

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Alice 10 meses

—¿Me dejaras con ella?—señalo Alice que estaba sentada en la cama con su estúpido sonajero metido en la boca

—Solo será un rato—responde Zaria—es una salida de chicas—sonrie—con Adara vamos ayudar a Emma a preparar la habitación para su bebé, así que te quedarás con Alice.

—Tengo cosas que hacer

—Bueno, las haces después—termina de retocar su labial—. Solo serán unas horas, además ya viene la hora de la siesta así que no será tanto trabajo.