Los Santoro's

Zaria: embarazo de Alice

Zaria Santoro

Gimo contra la boca de Luca cuando levanta sus caderas para volver a embestirme. Tironeo de su cabello y sus manos apretan mis senos con fuerza pasando los pulgares por mis pezones.

—Todo esto es mío—gruñe contra mi boca

—¿Tu crees?—lo desafío

—No me desafies—advierte dando una nueva embestida que me saco un grito. Estaba muy cerca de llegar a mi climax—. Vamos amor, correte sobre mi polla.

—¡Luca!—araño su espalda

Mi orgasmo llegó a su límite y explote quedando bajo Luca toda temblorosa. El llegó a su climax y se corrió dentro de mi llenandome de su esperma. Soltamos un último gemido y el se detuvo poco a poco recuperando la respiración.

Se tumba a mi lado y jadeo por la falta de aliento que tenía. Miro a Luca que estaba igual que yo totalmente agitado y sudado. Atrae mi boca a la suya y me dió un beso pasivo.

Recibo gustosa su beso mientras pasaba mis manos por su cuerpo debajo de las sábanas. Su mano se ubica en mi trasero dándole una palmadita.

Mi estómago dió un fuerte apretón junto un revoltijo que me hizo alejarme de golpe de Luca. El frunce el ceño confuso. Me pare de golpe cuando empecé a sentir unas arcadas y corrí al baño de la habitación.

Frente al vater me dió la primera arcada la cual me provocó un vómito amargo. Espere que volviera una segunda pero no llego así que tire la cadena y Luca entro con unos pantalones de chandal.

—Esta bien que mis besos te den asco, pero tampoco para que vomites así—me dice Luca

—No es gracioso Luca—lo regaño y enjuagó mi boca

—¿Tienes fiebre?—toca mi rostro

—No

—¿Entonces por qué vomitaste?

—No lo se—murmuro

—¿Quieres que el médico te vea?

—No—niego—no creo que vuelva a pasar.

Luca solo me mira fijamente dudando si creerme o no.

••••••••••

—Debes de ver un médico—insiste Luca cuando salgo del baño

—Que no Luca—repito

—Vomitaste en la comida y luego ahora el la cena, ¿Crees que es normal?

—Seguramente tengo algo al estómago

—Por lo mismo—insiste

—Luca estoy bien

—Dejate de ser tan terca de una vez por toda y hazme caso. Que el médico te vea no se te va acabar el mundo.

—¡Por dios Luca no quiero ver el maldito médico!—me desespero

—¡Debes de verlo porque pasas vomitando!

—¡Solo estoy delicada del estómago y ya! ¿¡Acaso no puedes entenderlo!? ¡Deja de ser tan insistente con el tema por el amor de dios!

—¡Y tú deja de ser una maldita terca! —me señala

—¡No me señales!

—¡Y tú no me grites!

—¡Dios no te soporto!—paso las manos por mi rostro

—¡Y yo no te soporto a ti!

Tocan la puerta de la habitación interrumpiendo nuestra discusión.

—¿¡Que!?—gritamos a la vez