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Sonreíste dulcemente ante sus palabras — ¿Para qué me buscabas? — ladeaste la cabeza esperando la respuesta.

— Es que necesito decirte algo importante.

— Pues soy toda oídos — acercaste tu cabeza a la de él y colocaste tu mano junto tu oído para oír.

El de ojos avellanas se acercó a la ventana de tu habitación.
— Ven — y salió por la ventana, como si fuera lo más normal.

— ¿Es enserio? — te acercaste a la ventana y lo viste pegado en el edificio de enfrente — ¿¡No puedes decirme aquí!? — gritaste para que te escuchará — Es que me da flojera ponerme me el traje.

Una telaraña se pego a tu pecho y te saco de tu habitación, volaste por lo aires, había que admitirlo se sentía raro que no fuera con tu red.
— ¡Esto es secuestro! — bromeaste pero el no respondió.

En un ágil movimiento te elevó por los aires para después atraparte entre sus brazos cuando el se detuvo en la cornisa de un edificio.

— Sujetate bien de mi.

— Bueno...— lo abrazarte por el cuello y siguieron balanceándose por la ciudad.

Luego de unos balanceos más te llevo al edificio del banco Williamsburgh.

— Es raro que haya llegado hasta aquí sin mi propia mano — admiraste la vista, comenzaba a atardecer, en el horizonte las tonalidades del cielo se mezclaban, colores amarillos, naranjas, rojos, lilas y más formaban un deleite para la vista, después miraste a Miles — ¿Qué ibas a decirme?

Se rasco la nuca, por impulso te había llevado hasta ahí, celoso porque habías estado hablando con Peter pero ahora comenzaba a acobardarse de nuevo.

— Yo también tengo algo que decirte — le diste la espalda de nuevo y te sentaste en el  borde del edificio, el te miro  un poco sorprendido

— ¿Sobre que?

— ¡Ah! Primero tu...

— ¿Yo? — sonrió nervioso y miro a todos lados — Nah como crees primero las damas.

— Tu habías tomado la palabra primero.

— Bien los dos al mismo tiempo — resoplo.

— Bien. A la una

— A las dos...

— ¡Tres!

— Me gustas...
— Me gusta...sss...alguien...

— ¿Eh? — Miles arrugó la nariz — Osea te gusta alguien, como ¿alguien más? Alguien...?

— No, no alguien — ¿por que salió eso de alguien"? — No alguien, osea si me gusta alguien...osea ese alguien eres tú. — Y luego te diste cuenta de lo que el te había dicho — ¿Te gusto yo?

Miles asintió y sonrió, se veía lindo con esa sonrisa en su rostro.—Te gusto yo...— dijo aún con una sonrisa boba en su rostro.

Asentiste.— Bien...Y ¿luego?

— No lo se no creí llegar tan lejos — bromeó y ambos se hecharon reír. Él se acercó a dónde estabas sentada y se acomodo junto a ti Luego, te extendió la mano — ¿Quieres... pues...ser mi novia?

Si quiero, bagre — tomaste su mano y el te jalo hacia sí mismo para abrazarte fuertemente.

Habían aclarado sus sentimientos y ahora eran formalmente una pareja en medio del atardecer más hermoso que tus ojos habían visto.









•••

— ¿Está seguro que va a funcionar jefe? — el hombre miro al enorme tipo de traje blanco.

— He buscado a los mejores científicos para crear ese suero, claro que funcionará — sonrió con malicia, se levantó de la silla donde estaba, comenzó a acercarse a sus secuaces mientras entrelazaba sus manos — Spider-girl se va a tomar unas vacaciones permanentes.


Odio No Amor  ||• Miles Morales Donde viven las historias. Descúbrelo ahora