Odio No Amor ||• Miles Morales

7

Llegaste a tu dimensión, cayendo sobre la cama sonreíste bobamente al recordar a Miles, te levantaste comenzaste a quitarte tu traje que claramente necesitaba una lavada, decidiste ponerte lo primero que encontraste y saliste de tu habitación con tu traje hecho bola en tu mano, al salir de esta notaste que tú mamá se encontraba sentada en una de las sillas del comedor mientras te miraba molesta, ocultaste el traje tras tu espalda.

— ¿Dónde estabas?

— Pues en mi habitación — respondiste con indiferencia.

— No es cierto — se levantó de la silla y se cruzó de brazos — Llegué hace una hora, la puerta de tu habitación estaba abierta, entre y no estabas — dio unos pasos para acercarse a ti — Era un chiquero por cierto ¿Dónde estabas?

— ¿Por qué quieres saberlo? — Diste unos pasos hacia atrás — Te fuiste y me dejaste aquí sola — era verdad que preferías distanciarte de ella para que no saliera lastimada pero tampoco te habia hecho feliz que ella se fuera así como así, realmente ni siquiera se había despedido, solo había dejado una nota diciendo "ya no puedo estar aquí, estaré en casa de tu tía" esa no era una despedida — No he tenido una madre desde que murió papá — te diste la vuelta y entraste de nuevo a tu habitación, cerraste la puerta una vez entraste.

— Aún me importas — se recargo en la puerta — Perdóname.

— Se que es difícil, el haber perdido a papá,  pero imagínate como me sentí, no he tenido padres durante diez meses.

No hubo respuesta tras la puerta por un rato.

— Lo sé, pero no te abandone del todo,venía de vez en cuando, y se que estuvo mal, necesitaba tiempo — suspiro y se separó un poco de la puerta — Al menos dime dónde estabas.

— Estaba con unos amigos, es mejor estar con ellos que vivir sola.

— Sigues siendo mi hija mi amor, y aún te quiero — dijo para después salir del lugar.

En definitiva era una relación extraña la que ahora tenías con tu madre pero seguías pensando que así estabas bien, el mantener la distancia con ella probablemente la salvaría de tener el mismo destino que tu papá.

Saliste del cuarto para lavar tu traje aracnido.

•••

— Aquí tiene, tenga cuidado al volver a casa — aconsejas te a la señora que tenías enfrente mientras le entregabas la bolsa que un tipo había intentado robarle anteriormente, dicho tipo ahora colgaba de un poste de luz.

— Muchas gracias linda.

Te alejaste columpiando te rápidamente y regresaste a tu habitación, en eso un holograma de Pavitr apareció en tu guizmo.

— Sociedad aracnida, cafetería, tu y yo ¡YA! — Y se cortaba la transmisión.

Abriste un portal y entraste, llegaste a la cafetería y buscaste a Pavitr con la mirada, de pronto una telaraña te atrajo hacia la mesa en la que se encontraba él.

— ¡Al fin llegas!

— Solo me tarde como cinco minutos — dijiste para luego sentarte junto a — ¿Que pasa, paso algo con Gayatri o algo así?

— No, no paso nada con...— pensó por un instante — ¿Por qué ella te dijo algo?

Si, ya conocías a Gayatri, Pavitr te la había presentado hace un tiempo pero tú lo sentiste como un "mira yo tengo pareja y tú no" aún así Gayatri había sido una persona encantadora contigo el y Pavitr hacían una hermosa pareja.

— No, hace tiempo que no la veo ¿Qué querías entonces? — lo miraste con confusión — ¿Es sobre tu pelo?

— ¿Te estás burlando de mí? — pregunto haciéndose el dolido.