Odio No Amor ||• Miles Morales

6

Acababas de llegar a la sociedad arácnida y te encontrabas esperando a Miles para poder ir con Miguel y que les asignarán una misión.

Tu mente seguía pensando en la última vez que lo habías visto y te preguntabas ¿Qué había sido eso?

Un ligero sonrojo apareció en tu rostro al recordar lo sucedido con el chico, te encontrabas confundida, en ese momento ya no recordabas porque habian comenzado a pelear y se te hacía muy tonto el hecho de haber estado peleando durante mucho tiempo, ya no eran niños.

Puede que durante todo este tiempo Pavitr si tuviera razón.

- Miércoles - de pronto tu sentido arácnido te indico que alguien se acercaba y te giraste para ver de quién se trataba, era Miles.

Miles se acerca a ti, coloco su mano sobre tu hombro, bajo la cabeza antes de levantarla lentamente con una expresión extraña en su rostro y comenzo a hablar con un intento de voz profunda. - Hola~

- ¿Qué? - moviste la cabeza confundida - Bueno...ya vamos con Miguel - Comenzaste a caminar donde se encontraba Miguel, Miles te siguió.

•••

Miguel los asignó a tierra de Pavitr, un doctor octopus que no era de su dimensión estaba causando destrozos y debían ir a ayudar.

En medio de la batalla contra dicha anomalia terminaste gravemente herida al intentar ayudar a Pavitr.

Una de las garras del brazo robótico de octopus termino causando te una herida la cual estaba comenzando a sangrar.

- ¿¡Estás bien!? - te grito Pavitr con preocupación en su voz mientras hacia el intento por acercarse ayudarte.

- No vengas, estoy bien - decidiste ignorar tu herida para no crear ninguna distracción en los demás - Terminemos con él rápido.

- Esa es una excelente idea-dijo Miles.

Luego de un rato más de lucha lograron detenerlo.
Habías ignorado tu herida por el resto del rato pero al relajarte sentiste un mareo, quizá estabas perdiendo mucha sangre.

Pavitr se acercó a tu lado totalmente feliz por haber acabado con la anomalía todos juntos - ¡Lo logramos!

Miles de acercó a ti - ¿ Te sientes bien?

Pero no pudiste responder a esa pregunta por qué un segundo después todo se puso borroso los sonidos venían con eco y lo siguiente que paso fue que habías perdido la conciencia.

Cuando despertaste estabas en la sala de urgencias de la sociedad aracnida, te sentaste en la pequeña camilla y miraste alrededor, pudiste notar que Pavitr estaba sentado junto a ti.

- ¡Despertaste! - tomo tus manos aliviado - Te lastimaste por intentar ayudarme ¿Verdad? Lo siento.

- Está bien, es mi trabajo - sonreíste - ¿Cuánto estuve inconciente?

- Como dos horas - de pronto Pavitr cambio su mirada de preocupación con una sonrisa burlona - Miles se preocupó por ti.

Sentiste como tú corazón comenzaba a latir un poco más rápido - ¿Así?

- Sip, él fue el que te trajo cargando hasta aquí - se acercó un poco más a ti - Ya no los he visto pelar~.

Comenzaste a reír, realmente solo lo hacías por nerviosismo. - Que raro verdad...

El pelinegro se alejo de ti y suspiro con orgullo - Ya lo sabía.

- ¿Qué? ¿Saber qué? - viste como Pavitr se levantó de dónde estaba y se dirigió a la puerta aún sonriendo, en ese momento Miles entro a la habitación

- Ya debo irme, recorde que debo ir con Gayatri...a un lugar - Luego de eso él se fue.

Miles de quedo de pie en el marco de la puerta observando te.

"¡Por dios! ¿Por qué hace eso? ¿Lo hace a propósito para que me desmaye de nuevo?"

- Qué bueno que ya despertaste.

- Gracias - decidiste averiguar si lo que dijo Pavitr era cierto - Tu...¿estabas preocupado? - oh si, eras muy discreta para averiguar cosas.

- Si, lo estaba.

Tomaste la almohada que estabas detrás de ti y se la arrojaste a Miles.

- Eso ¿por que?

- Me dieron ganas de hacer eso y ya - dijiste para después sonreír.

Miles comenzó a reír.

Y luego tú comenzaste a reír también.

Era verdad, quizá Pavitr tenía razón, tu forma de ver a Miles había cambiado desde aquella vez que cuidaron juntos a Mayday, esa fue la primera vez que tú y él habían tenido una conversación normal y ese momento hizo que un sentimiento comenzara a formarse en ti.

Quizá era algo muy tonto decir "Ah me gusta Miles porque cuidamos juntos a Mayday"

Está bien, esa no era la verdadera razón.

Quizá fue porque ese sentimiento romántico hacia él había surgido desde la primera vez que lo viste y molestarlo constantemente era tu forma de ocultar lo que verdaderamente sentías.

Si, era eso.

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