Merlina está sentada en la Dirección de la escuela y esta vez no es por su culpa. Aunque le gustaría que así fuera, porque al menos de esta forma no sería Enid la que está siendo suspendida por una semana.
El eco de los gritos de Esther hacía Enid se escuchan a través de la puerta y Merlina no puede evitar tensar su mandíbula, enojada por la situación. Es injusto.
Pero Enid le rompió la nariz a Amanda de octavo B y por más que tratara no puede regresar en el tiempo para evitarlo.
...
El regreso a casa es penoso, sus padres no paran de mirarla preocupados como si ella fuera la víctima de la situación.
Apenas el coche de su familia se para frente de la mansión, Merlina sale casi disparada hacia su habitación. No le importa lo pegajosa que está por todo el líquido que le derramaron encima ni que está ensuciando el piso de su habitación, pero Merlina necesita llamar a Enid.
Lo intenta, una y otra vez sin éxito alguno durante todo el día. No debería sorprenderle porque seguro le han castigado y quitado el walkie-talkie también.
Merlina no puede evitar preocuparse. Principalmente porque sabe que Esther Sinclair no es precisamente la madre más comprensiva y esta debe ser la ocasión perfecta para finalmente decidir sacar a Enid de la escuela o llevársela de vuelta a San Francisco.
Además, Merlina no comprende porque Enid, quien casi se pone a llorar porque quería usar una ardilla para uno de sus experimentos y le prohibió pelear con su hermano en su presencia, reaccionó de forma tan violenta contra la porrista insoportable de su escuela.
Por un lado, Merlina sabe muy bien que Enid siempre ha reaccionado de mala manera ante las molestias del resto de sus compañeros. Pero ni las respuestas más impulsivas que había tenido Enid llegaban a ponerse físicas.
Y luego... estaba algo que había estado en su cabeza durante meses que Merlina sabía muy bien estaba afectando a Enid de mala manera: el hecho de que Enid no había logrado cambiar de forma después de cumplir los doce años.
Nunca hablaron al respecto, principalmente porque Enid no lo mencionó ni lo mencionaba. Merlina se enteró principalmente porque escuchó una conversación entre Murray Sinclair y su padre cuando habían chocado en una salida al pueblo. Merlina tampoco estaba muy segura si Enid sabía que ella sabía, ni que quisiera que ella supiera.
A Merlina le hubiera dado igual si no fuera tan difícil notar que el estado de ánimo de la rubia llevaba por los suelos desde las últimas tres lunas llenas.
No solo era eso. Enid estaba...emocionalmente frustrada casi todo el tiempo. Además, de nada ayudaba el hecho que sea una cambia formas y la mayor parte de sus reacciones terminan siendo físicamente. Aún así Merlina prefería no presionar el tema aunque a veces podía notar claramente a Enid hundiendo las garras en su banquillo.
La situación había llevado a Merlina a medidas extremas: preguntarle a su madre qué hacer.
No había servido de nada. El consejo de su madre había sido "estar ahí para ella y esperar con paciencia". ¡Como si no hubiera estado haciendo exactamente eso durante todo el tiempo!
Aún así Merlina siguió esperando hasta que Enid reuniera la confianza suficiente para hablar con ella sobre lo que le pasaba.
Pero sea lo que sea que le pasaba, terminó en su casi expulsión antes de que Merlina pudiera hacer algo al respecto. Y le estaba comiendo la culpa viva.
Amanda solo podía describirse como un fastidio. Más de una vez, Merlina pensó en formas de deshacerse de ella sin dejar rastro. Sin embargo, los insultos y comentarios que le hacía eran demasiado simples para planear una venganza demasiado elaborada.
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EN OTRO UNIVERSO; wenclair
ספרות חובביםMerlina tiene ocho años cuando conoce a Enid y su mundo cambia para siempre. o el fic donde Merlina y Enid crecen juntas, comparten secretos y, en algún momento del camino, se enamoran. (pero no todo es tan sencillo como parece)