Capítulo 9

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Draco y Harry estaban sentados en un parque una hora después comiendo pretzels de canela y conversando. Siempre se Aparecían en ese mismo lugar cuando estaban en Londres. Era adorable, muy bien cuidado, y estaba cerrado en la noche, así que ningún Muggle los iba a interrumpir mientras conversaban animados.

"Te quedaste impactado cuando te dije, ¿no es cierto?", dijo Harry y luego mordió su inmenso pretzel y Draco negó con la cabeza.

"¿Yo? No", dijo con la boca llena, "Bueno, un poco", y asintió, y Harry le miró con las cejas alzadas. Se veía adorable a la luz de las farolas y sus ojos verdes brillaban a pesar de sus anteojos. "Bastante", dijo Draco y Harry rió, "Me caí de la cama", y Harry soltó una risa que a los oídos de Draco sonó deliciosa.

"Ahora entiendo el golpe que escuché", dijo contralando su risa y mirándole a los ojos. "Pero te agrada ella, ¿verdad?", le dijo mirándole como expectante.

"Seh", dijo Draco, "Es un encanto. Todo ese entusiasmo", dijo y rió brevemente, "Pero no, en serio, es fabulosa", y para su horror, lo decía sinceramente. Draco tenía dificultades para mentir si miraba a Harry así de cerca a los ojos.

"Oh, la forma como lo dices", dijo Harry, "cualquiera pondría en duda que te gusta", y sonrió mirándole como intentando leerle.

"Lo digo en serio", dijo Draco insistiendo, "Es decir, no puede cantar una nota sin desafinar, definitivamente", Harry negó y puso cara de que estaba de acuerdo con eso y que era horrible, lo que hizo a Draco reír, "pero aparte de eso, es una buena chica... quiero decir, todo ese sacrificio", Harry le miró confundido.

"¿Cuál? ¿Quieres decir porque dejará la Academia?", dijo aún comiendo.

"Todo, Harry", dijo él hablando en serio. "Posponer su carrera indefinidamente. Seguirte por todo el Reino Unido... y todo por tu tonto trabajo", dijo mirándole con sinceridad. "Estás viajando todo el año, Harry, en verdad, ¿crees que alguna vez podría volver a estudiar? ¿Cuándo? ¿Después de que tengan hijos y estos crezcan y vayan a Hogwarts?", dijo Draco con ironía. La expresión de Harry se volvió sombría.

"¿Mi tonto trabajo?", dijo con la cara seria y algo molesto.

"Bueno, Harry, tú sabes lo que pienso. Es uno muy divertido y pintoresco para un veinteañero, pero tú ya eres un adulto. Un hombre a punto de casarse. Y ella está dispuesta a irse contigo a estar en lugares lejanos y donde no hay nada más fabuloso que un equipo de Quidditch", dijo Draco hablando en serio.

"Mi trabajo nunca te pareció poca cosa antes, Draco", dijo Harry mirándole resentido.

"A mí no me parece molesto, Harry. Soy un profesional, también soy escritor y periodista como tú. Viajo todo el tiempo y recorro todos los Estados Unidos, viajo a donde me necesiten enviar. Pero estamos hablando de Tori. Ella no ha vivido como nosotros. No ha experimentado la vida de adulto joven, ni comparte nuestro mundo... ¿cómo crees que no puede molestarle?"

Harry se encogió de hombros pero Draco no le dejó hablar.

"Sus padres son dueños de una editorial, Harry". Este le oía mientras se terminaba su pretzel y se limpiaba la boca con la servilleta de papel, asintió simplemente sin ver el punto. "Me sorprende que no haya salido a relucir el tema con él. Eso es todo".

"¿El tema? ¿Cuál tema?", dijo Harry sin entender.

"Oh, Harry. En verdad eres obtuso. ¿Cuánto crees que va a pasar antes de que el Señor Greengrass te ofrezca un empleo en su cadena? ¿en una oficina de Londres u otra ciudad? Con túnica formal y cerca de una linda casa donde vivirías con su flamante hija, quien estará a la mano de mamá y papá", dijo Draco alzando las cejas y sabiendo que estaba dando en el clavo.

"No", dijo Harry simplemente, y bajó la vista a sus zapatos, pero luego volvió a mirarle y había seguridad en sus ojos. "Nunca haría eso. Ella... ella me conoce, Draco. Pero obviamente, tú no la conoces a ella.... Ella me ama, y me respeta"

Draco le miró con incredulidad el tiempo suficiente, y luego, sonrió y le dijo, "Okey", y se terminó su pretzel en silencio.

La idea estaba sembrada en la mente de Harry y sabía que él no la iba a dejar de rumiar aunque se mostrara tan seguro por fuera.

-*-

Al día siguiente, Draco y Astoria estaban de compras en una zona chic de Londres, en una tienda inmensa por departamentos, y en ese momento, curioseaban en la parte de joyería donde Draco miraba algunos gemelos fabulosos.

"Claro que me gustaría que Harry tuviera un trabajo mejor", dijo Astoria mirando a Draco seria. "Tú lo sabes, todo lo que implica su trabajo: malos hoteles, mala comida, juegos terribles, congestionamiento en la Red Flú y en la Estación de Trasladores, juegos que nadie sabe cuándo terminan... es un trabajo duro", Draco asintió mirándole serio y luego volvió a mirar algunos pocos relojes de lujo que había en exhibición.

"Y todo para un artículo que a veces no llega a salir si la lechuza no llega a tiempo, y claro, entonces no te pagan por él", dijo Draco arrugando el ceño. "¿Cómo no podría amarlo?" dijo con sarcasmo. "¿Por qué dejaría toda esa belleza por... digamos, un trabajo en una cómoda oficina con hechizos de regulación térmica, con una secretaria, en un edificio moderno, y en Londres, o Birmingham, no sé, en una ciudad importante del Reino Unido?", dijo mientras veía unos aretes de diamante y Astoria le miraba seria a él.

"Yo... mi padre y yo hemos hablado sobre eso, ¿sabes?" y Draco sonrió para su interior triunfante, pero alzó la vista y le miró con seriedad.

"No me sorprende para nada", dijo mirándola. Astoria caminó nerviosa hacia la parte de platería y Draco le siguió contento de que su plan iba viento en popa.

"Pero...", Astoria dudó mirándole, "¿Tú crees que Harry aceptaría algo así?"

"¿Harry? ¿Un trabajo más estable y mejor pagado? No veo por qué no... ahora será un hombre casado, ¿no? Supongo que tienen hijos en mente, una familia... ¿cómo se supone que sea padre si siempre está ausente?", dijo Draco sonando muy convincente y Astoria le miró sopesando la idea y asintiendo.

"Pero si yo le digo...", dijo Astoria dudando, "No lo aceptará, sentirá que le estoy queriendo cambiar, o algo así", finalizó la joven luciendo preocupada.

"Pero no si lo haces de parte de tu papá", dijo Draco mirándola con las cejas alzadas. "Ponlo así: Harry no estaría siendo invitado a dejar su empleo actual, sino que sería un gran favor para tu padre. El Departamento de Deportes de... no sé... El Ruiseñor, se ha quedado sin periodista porque el que estaba era un inepto, y no han logrado conseguir un buen reemplazo... algo por el estilo, y si Harry acepta el cargo... temporalmente, por supuesto, sería de gran ayuda mientras consiguen a alguien definitivo para encargarse de esa área, y Harry sería libre para volver para su mugriento empleo de nuevo... ¿no te suena como algo genial?" Astoria le miraba encantada.

"Oh, Draco", dijo tomándole la mano. "¡Suena como el plan perfecto!" y girándose a mirar una vajilla Astoria lo pensó un poco y volvió a mirarle. "No dirá que no si es una ayuda para Papá. Harry le respeta y sabe que él lo admira. Estoy seguro de que a Papá le encantará la idea de tenerle en El Ruiseñor o en cualquiera de sus publicaciones. Harry es un gran periodista de deportes. Todo le admiran en su área", y le sonrió como si no pudiera esperar para ponerlo en acción.

-*-

Draco y Astoria se Aparecieron en Club donde el Señor Greengrass tenía una reunión con sus socios, y luego, mientras Draco tomaba té en una salita muy mona, Astoria se reunió con su padre y le contó su plan. Este aceptó ser cómplice y le dijo que sonaba como una gran idea.

Más tarde, Draco y Astoria almorzaban en el Club mientras conversaban, pero Astoria, estaba empezando a acobardarse.

"Verá que es un plan para que deje su trabajo", dijo Astoria luciendo angustiada.

"Tal vez, pero no podría negarse, es una gran oferta. Y luego de seis meses estará tan contento con su trabajo que ni recordará los hoteles malos y las comidas frías y desabridas", dijo Draco mirando a Astoria con determinación. "El éxito, el hecho de estar establecido en un lugar próspero, harán la diferencia, Tori", la rubia sonrió esperanzada y siguió comiendo luciendo más segura de su plan. Draco sabía que las cosas iban a salir como lo deseaba.

La Boda de mi Mejor AmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora