Hyunjin era un hombre que siempre tomaba lo que quería entre esas cosas estaba Félix que era su prisionero y más que eso. Era todo lo que necesitaba para estar completamente satisfecho. Sin embargo un dia todo se sale de sus manos cuando felix descu...
Después de al menos una hora Félix había accedido a ir a el departamento del alfa. Después de que el de lo hubiera pedido demasiadas veces y al final el pecoso acepto.
El departamento no era exactamente sensillo aunque era un lugar pequeño estaba decorado con elegancia y cosas que valdrían más que su propia casa. Sabía que Hyunjin tenía una famila adinerada pero quizas sus cálculos serían pequeños y no podría calcular cuanto costaba cada cosa.
También se pregunto que opinarán los padres de Hyunjin se sé enteraban que su hijo era amigo de un pobre diablo como el. Sabía como pensaban los de la alta sociedad, sabia que no estarían contentos si alguien como Hyunjin se involucraba con el.
Por supuesto nadie más que el sabía que estaba enamorado de Hyunjin, por supuesto que nadie debía saberlo. No era el tipo de ningún alfa, todos lo humillaban y trataban mal excepto su mejor amigo.
—Aquí esta la toalla— dijo Hyunjin saliendo del cuarto de lavado con una toalla en la mano y se puso a la altura del menor para secarle el cabello.—¿Siempre hueles tan bien?— pregunto sacándole una pequeña risita al omega que sólo negó con la cabeza
Su olor siempre fue un problema para el, no a todos les gusta el olor a cerezas. Ya que es algo muy empalagoso y desagradable para otros.
—N-no digas cosas asi— dijo mientras jugaba con las mangas del gran suéter que tenía puesto. Que era de Hyunjin. —Gracias hyung... me iré en cuanto encuentre un lugar—
El Alfa tenso la mandíbula y luego negó con la cabeza, no podía dejar que Félix se le saliera de las manos. No iba a permitirlo.
—No...— gruñio inconscientemente mirando a menor fijamente a los ojos.—Hay suficiente espacio para los dos, quiero te quedes aquí conmigo—
El corazón de Félix se detuvo por unos breves segundos para después golpear con fuerza sus costillas. ¿Quedarse? Por supuesto que quería hacerlo pero no quiere darle ninguna molestia a Hyunjin. Tenía miedo de cometer algún error y decirle al alfa frente a el cuanto lo amaba.
—Pero...
—No me niegues esto, quiero ayudarte. Eres mi amigo...—
'Amigos' esa palabra le sabía tan amarga a Hyunjin en la boca, sin embargo sabía que Félix daría el primer paso. Todo lo diría Félix y cuando eso fuera no iba a dejarlo ir nunca de su lado.
No dejaría que Félix lo abandonará nunca. Lo reclamará en cuanto tenga la oportunidad de hacerlo, aunque ahora sólo deba contenerse para abalanzarse sobre el.
—Gracias Hyunjin— le mostró una timida sonrisa y el mayor tan bien le devolvió una.
No había sido tan difícil después de todo. Aunque aún faltaban más cosas por hacer.
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