|EPÍLOGO|

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Años atrás

-¿Tu aún me amas, Félix? Te he lastimado... soy demasiado egoísta porque no quiero dejarte ir- dijo Hyunjin.

Y Félix lo miro a los ojos, olvido por completo su apetito ahora centrando toda su atención en el alfa. Jamás lo había visto llorar, y su pecho dolió.

Su omega estaba lloriqueando en sus adentros. No podía ocultarlo lo amaba demasiado, tanto que incluso su memoria falló, a el no le importaba nada más que su cachorro. Sin embargo, Hyunjin siempre tendría un lugar en su corazón.

Quería hablar pero las palabras no salían.

Quería decirle que lo amaba Pero no era capaz de decir algo.

Acuano el es otro del mayor y le plantó un beso en los labios, tomandolo de sorpresa y el apenas pudo corresponder al pequeño roce de sus labios.

-Te amo- dijo con seguridad.

Rompiendo aquellas cadenas que trataron de mantener sus sentimiento ocultos, sin éxito porque ahora estaba terminando con ellas de una vez por todas. No tenía miedo.

Se sentía protegido en los brazos de Hyunjin, no importaba nada más.

-Yo te amo más que a mi propia vida, Felix- murmuró acercando más su rostro al del menor. -Y haría cualquier cosa por ti. Yo mataría por ti las veces que sean necesarias. Todo por ti-

-Hyunjin.. Te amo- dijo Félix nuevamente con los ojos llenos de lagrimas. -Eres todo lo que tengo, y esto es el fruto de nuestro amor- llevo una de las grandes manos del alfa a su vientre. -Esté cachorro y tu son mi todo-

Aquel brillo se reflejó en sus ojos y Hyunjin lo beso cariñosamente.

Y las dulces feromonas del menor y las de el llenaron el ambiente, haciéndolo más acogedor.

No necesitaban nada mas, si se tenían el uno al otro.

Aquel mal sueño se había acabado para ambos.

Félix se dejó abrazar esa noche después de tanto tiempo. Y la calidez de ese abrazo los lleno a manos de sensaciones que eran completamente desconocidas para Hyunjin. Sin embargo no le desagradaban, se sentía raro pero extrañamente completo con su otra mitad: Félix.

Cuando llego la mañana se la pasaron abrazados el uno al otro, dándose algunos mimos y besos a cada rato.

Aquellos castaños ojos lo miraron con ese brillo que los caracterizaban. Lo miraban nuevamente con amor, como si fuera todo su mundo.

-Te amo, Hyunjin- susurro el omega ocultandose en el pecho del alfa, con las mejillas sonrojadas.

-No seas tímido conmigo, pequeño- lo hizo mirarlo a los ojos. -Eres perfecto para mi en todos los sentidos. Y ese bonito corazón tuyo es mio-

Terminó la última frase en un susurro y posteriormente lo beso en los labios, ahora mientras atraía el cuerpo del menor al suyo. Y ahora se centraba en acariciar su piel por debajo de la ropa, y aquel escalofrio lo recorrió de pies a cabeza pues Hyunjin queríamos que besos. Y
aunque Félix tratará de dejarse llevar por el momento no podia, no con aquella inquietud que lo atemorizada todos los días, no estaba tranquilo aún.

Jadeo el medio del beso y torpemente puso sus manos sobre el pecho del alfa y lo alejó el.

-¿Que ocurre?- cuestionó quitándole algunos mechones de cabello que caían sobre su rostro. Félix se estremeció nuevamente al sentir las grandes manos del alfa ahora entre sus mulos. -Félix...-

-Vámonos... muy lejos donde nadie nos conozca,- Hyunjin fruncio el ceño sin entender del todo.

-¿Irnos? ¿De que hablas? este es nuestro hogar, nuestro cachorro va a nacer y crecer aquí. ¿porque deberíamos irnos?- casi gruñio.

-No quiero...- sollozo.

Hyunjin rápidamente lo abrazo y comenzó a consolarlo.

-No llores, cariño no quiero que llores por nada- le limpio las lagrimas del rostro. -Ella no te hará daño, mucho menos al cachorro. No te hará daño nunca.-

<-¿Después de todo lo que hice por ti, me haces esto?- gruñio la rubia liberando feromonas cargadas de enojo. -Debí suponorlo, ¿Sabes que lo perderás todo si lo eliges a el de nuevo?-

-No voy a dejar que se muera de tristeza por mi culpa, no quiero que sufra más por mis errores- espeto Hyunjin mirando por encima de su hombro hacia la habitación donde dormía Félix -Ahora que espera a mi Hijo debo protegerlo, es mi omega, ¡Carajo!- gruñio y su progenitora se fue>

-Te amo... y haría cualquier cosa por ti- le susurro Hyunjin rozando sus labios con los del menor. -Cualquier cosa por verte feliz, no lo dudes pequeño.-

Félix asintió con la cabeza y unió sus labios en un beso, un beso que daba un nuevo inicio entre ellos dos y próximamente con sus cachorro.

Fue cuando todo lo que los dividía desaparecio para ellos.

-¡Hyunjin, mng!- aquellos sonidos de sus pieles chocando una y otra vez sono en aquella habitación

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-¡Hyunjin, mng!- aquellos sonidos de sus pieles chocando una y otra vez sono en aquella habitación. -¡ahh, me v-vendré- grito rodeando al Alfa con sus brazos, mientras su cuerpo se sacudia llevándolos a un gran orgasmo.

Haciendo undesastre nuevamente sobre las sábanas y el cuerpo del menor, el calor de sus cuerpos bajo poco a poco luego de varias rondas más de sexo. Dejándolos exhaustos a los dos, luego de todo.

Y Hyunjin admiro en bonito rostro de el omega, que estaba lleno de pequeñas pecas y lo hacían ver como un ángel muy hermoso. Un ángel que lo había enamorado por completo.






Legamos al final gracias por leer.

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