|21|

588 58 4
                                    

El olor a las feromonas le quitaron el apetito por al menos unas horas hasta que Hyunjin le hizo un nido y lo lleno de feromonas para eliminar su malestar con eso.

Dependía demasiado de el, y eso no le agradaba pero su omega y el.nunca podían estar de acuerdo en nada.

-¿Mejor?- le pregunto mientras le acariciaba el cabello delicadamente, -está lista la cena, bebé- le susurro y Félix sólo hizo un pequeño puchero.

Su estómago gruñio en respuesta y los tenues golpecitos del cachorro lo hicieron extender los brazos hacia Hyunjin para que lo cargará y el alfa lo hizo sin protestar. Aunque fuera ya difícil para el hacerlo, pues Félix había aumentado al menos seis kilos con el embarazo.

-¿Peso demasiado, verdad?- habló escondiendo su nariz en el cuello del mayor. Olía muy bien ultimamente, el café era su favorito, aunque fuera imperativo después de tomarlo. -¡Hyunjin!-.

Exclamó cuando este lo sentó en su regazo y sólo negó con la cabeza, acariciando su no tan pequeña pancita por debajo de su camisa.

-Hice una deliciosa cena para los dos- se sentaron en el sofa mientras el olor de la camisa inundaba sus fosas nazales. -deben comer adecuadamente, ambos-

Félix asintió con la cabeza mientras Hyunjin le acercaba la primera cucharada de arroz a la boca y lo alimentaba. Y así lo hizo hasta que el arroz de terminó y ahora comenzaron a comer un poco de carne frita. Dejando que tomé pequeños sorbos de agua cada cierto tiempo.

No noto siquiera cuando su aroma se volvió más dulce de lo normal y es que su omega se sentía muy feliz. No podía negar que el también se sentía así, pues su corazón latía felizmente en su pecho.

Como la primera vez que se besaron, como la vez que sus ojos se cruzaron la primera vez.

Ese sentimiento tan cálido se instaló en su corazón y este comenzó a latir con fuerza en su pecho cuando sintió los labios del alfa dejando besos en sus mejillas provocando la pequeña risista de Félix al sentir esas cosquillas nuevamente en su estómago.

Lo que sabía era que Hyunjin también sentía aquello, también sentía su corazón latir con fuerza y algo parecía revolotear en su estómago causándole una gran felicidad.

Había pasado mucho tiempo desde que sus oídos oyeron esas risas, desde que ese agradable olor llegó a sus a nublar todos sus sentidos.

-Te amo, Hwang Félix- le sonrío dejando un beso sobre los labios de este.

-Y yo a ti- dijo devolviendole la sonrisa.

Y esa fue la primera noche que se dijeron el uno al otro lo mucho que se amaban.

Porque Hyunjin lo amaba.

||Kalopsia|| ✧Hyυnlιх✧  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora