Hyunjin era un hombre que siempre tomaba lo que quería entre esas cosas estaba Félix que era su prisionero y más que eso. Era todo lo que necesitaba para estar completamente satisfecho. Sin embargo un dia todo se sale de sus manos cuando felix descu...
Sus gemidos resonaron en la habitación y el cuerpo de Félix comenzaba a temblar con violencia. Ya no sentía las piernas y todo su cuerpo tenía dolor.
Las mordidas en sus muslos, hombros que pecho se tormabanmoradas y rojas. Quería que se detuviera su entrada probablemente estará ya muy roja y herida. No es que fuerza su primera vez pero ahora Hyunjin estaba siendo muy brusco con el, nunca había sido así de fuerte. Ahora no era placentero era doloroso, aunque Hyunjin parecía a disfrutarlo mucho.
Los labios del alfa tomaron posesión de los suyos de forma tosca, mientras su caliente lengua invadía su cavidad vocal por un largo tiempo dejando lo sin aire hasta que lo libero y ahora sus labios estaban de vuelta en sus pezones para morder, chupar y tirar de ellos con sus dientes de forma salvaje como si tratase de arrancarselos con los dientes. Las embestidas tocaban tan profundo dentro que tenía miedo de partirse a la mitad, las embestidas eran fuertes y profundas y sentía que le atravesará el estómago en cualquier momento si seguía. Sus piernas estaban sobre los hombros de Hyunjin dando le un mejor acceso ocasionandole un creciente dolor en ambas caderas.
No podía describir como sentía su interior, estaba lleno del semen del alfa y agregando que las sábanas se sentían húmedas debajo de el. Había tenido algunos orgasmos sin embargo parecía que el único que lo disfrutaba era su omega no Félix.
Gritó y dejó escapar varias lágrimas cuando sintió que volvía a clavarle los colmillos. Sintió la sangre salir de la curva de su cuello mientras el nudo comenzaba a crecer y extenderse dentro de el.
Tembló y todo a su alrededor comenzaba a dar vueltas mientras sus fuerzas se desvanecen por completo de su cuerpo. Estaba muerto. Se mantuvo inmóvil mientras trataba de recuperar el aliento, aunque era imposible estaba demasiado agotado los ojos de Hyunjin se encontraron con los suyos.
Y ahora lucían obcuros, y su mirada era fría y afilada que lo asustaba. Pero prefería que fuera asi, esperaba que se esa manera dejará de amarlo y entonces no sufriría más por eso. Sus labios volvieron a los suyos y los tomo con fuerza sólo que ahora lo dejaron respirar.
—Deberías dirmir, el nudo tardará en bajar— casi gruñio bajando las piernas de Félix para acostarse en su pecho.
Mientras el menor solo pudo cerrar los ojos para tratar de dormir un poco. El resplandor del sol dio sobre ambos.
Y es que toda la noche estuvo despierto, pero ahora sólo quería dormir por todo un día sentía que el calor de sus cuerpos y el olor a las feromonas y el sexo lo aturdian tanto que no se dio cuenta cuando se quedó dormido.
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