TRES

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-- Bang, llegas tarde ¿Que pasó?

-- Lo siento mucho, señor Kim. Pero tuve un inconveniente

El omega solo asintió y dejó pasar la situación debido a que apenas hacían dos meses que el rubio trabajaba en la editorial y no quería despedirlo, no esta vez.

La jornada transcurrió como siempre y esto siguió sucediendo durante un mes, mes que el castaño decidió cambiar el horario de su asistente para que éste ya no tenga problemas para llegar, y así fue, el Alfa llegó a tiempo todos los días y realizó bien su trabajo.

-- Gracias por traerme, Hyun. -- Dijo el rubio

-- No tienes que agradecer, sé que te quedaste sin gasolina.  -- Dijo el pelinegro dando un suave codazo al mayor.

-- Enserio... Gracias

-- No hay de que, además, también vine a por alguien

-- ¿Qué?

El menor solo se encogió de hombros con una sonrisa ladina mientras la puerta del lado donde estaba Chris se abrió y logró ver a.... ¿Felix?

-- ¿Lixie? -- Preguntó el rubio, confundido mientras su hermano lo tomó de la mano y lo sacó del asiento.

-- Vuelvo luego, Chan. Adiós -- Dijo el pequeño peliazul con una sonrisa, mientras cerraba la puerta y se despedía del rubio agitando la mano.

El mayor se quedó paralizado mientras veía desaparecer el auto negro del chico de pelo negro, y adentro estaba su hermano. Bueno, que mas da.

💌 💌 💌

La noche cayó rápido y el castañito aún seguía trabajando sin parar aunque sea un minuto para comer algo, o beber otra cosa que no sea su café con extra azúcar y espuma.

Luego de un rato comenzó a sentir frío y se dio cuenta que estaba sudando, por lo que cerró su computadora y se llevó la mano a la frente, y definitivamente tenía fiebre.

Cerró los ojos unos segundos, aún sentado en su silla. Apoyó la cabeza en su escritorio y sin darse cuenta se quedó dormido.

El rubio buscó y buscó su teléfono por toda la casa pero no logró encontrarlo. Demonios, lo dejó en la editorial...

-- Tal vez siga habiendo alguien... Aún son las 7:22 PM -- Pensó, y con eso salió corriendo hacia la puerta, tomó las llaves y las puso en el lugar secreto para cuándo llegara su hermanito y fue de camino a la editorial.

Por sorpresa, la entrada principal no tenía el seguro puesto, por lo que entró y se dirigió a la oficina de su jefe. Tocó tres veces seguidas la puerta y como nadie respondió la abrió y entró lentamente. Miró hacia la mesita que estaba junto a la estantería de libros y ahí pudo ver su dispositivo, caminó para agarrarlo, pero se detuvo al ver algo sobre el escritorio de su jefe. Decidió dejar su teléfono y fue a ver qué era ese algo y a medida que se acercaba más, pudo ver que el objeto que se encontraba sobre el escritorio era bastante grande y ¿Respiraba?

Se fue acercando más y más hasta que se dio cuenta que era su jefe, se había dormido y parecía cansado a pesar de estar durmiendo, entonces tocó su hombro dos veces y como éste no despertaba, siguió intentando que lo haga, sin éxito porque el castañito estaba tan cansado que no se percató de todos esos toques en su hombro y su espalda, hasta que el Alfa levantó la cabeza del omega y pudo sentir su alta temperatura, se dio cuenta de que estaba enfermo y no sabía qué hacer. Entonces tomó el teléfono de su jefe y puso la huella del dormido en el detector, lo desbloqueó y buscó en sus contactos pero no encontró ningún familiar, solo empleados del pequeño.

Siguió pensando qué hacer durante unos minutos, entonces buscó en los bolsillos del castaño y encontró la llave de la puerta principal, tomó el bolso de su jefe y guardó todas sus pertenencias ahí dentro, luego fue con su teléfono y marcó el número de un taxi. Tomó en sus brazos al pequeño y salió del edificio, cerrando con seguro la puerta de entrada y después subió al taxi y le dijo la dirección de su casa.

Llegó y abrió la puerta, aún con el castañito en sus brazos, luego entró y se encontró a su hermano sentado en el sofá con los brazos cruzados.

-- CHAN CHRISTOPHER BANG ¿SE PUEDE SABER DONDE ESTABAS A ESTA HORA? ¿Y A QUIEN TRAES EN TUS BRAZOS? -- Habló el pequeño de pecas.

-- Oh, por favor, no seas tan exagerado, no es tan tarde, y habla más bajito que está dormido.

-- ¡Son las once de la noche!

-- SHHHHH, ¿No entiendes? Está durmiendo.

-- ¿Quién es? -- Está vez el de cabello azul habló un poco más bajo, casi susurrando.

-- Es... Es mi jefe

-- ¿Estás engañando a Rosé? ¿Con tu jefe?

-- ¡No! Solo... Está enfermo y no sé dónde es su casa...

-- ¿Dónde piensas que va a dormir, señor genio?

-- En mi habitación

-- ¿Contigo?

-- Yo voy a dormir en el sofá.

Felix solo asintió y ayudó a su hermano a llevar al castaño a la habitación del rubio, dónde lo acostaron en la cama y colocaron delicadamente un suave pañuelo húmedo en la frente del dormido, para disminuir su temperatura.

💌 💌 💌

Se despertó en una habitación completamente desconocida, en una cama que no era la suya, con un pañuelo blanco en su frente, su bolso en una mesita junto a él y miles de preguntas invadieron su mente.

¿Dónde estoy? ¿Por qué estoy aquí? ¿Quién me trajo aquí? ¿Que pasó anoche? ¿Por qué ya no tengo fiebre?

Justo cuando estaba por levantarse y comenzar a gritar por ayuda, escuchó tres golpes seguidos en la puerta... Esa forma de tocar la puerta él la conocía, pero no recordaba nada.

Corregido

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EL ALFA DEL JEFE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora