DOCE

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Definitivamente no podía dejar las cosas así nomás, no iba a hacerlo, no pensaba hacerlo. Se levantó de su cama y se puso sus zapatos, ni siquiera tomó su abrigo y tiró todo lo que se metía en su camino hacia la puerta, después de que salió, se subió furiosamente a su auto y encendió el motor.

Llegó a la casa de Seungmin y bajó del auto dando un portazo, corrió hacia la puerta y tocó el timbre repetidas veces desesperadamente, hasta que alguien le abrió.

-- ¿Quién eres tú? -- Preguntó la pequeña criatura.

Chan se sintió muy confundido al ver que un niño como de cinco años le abrió la puerta ¿Quién era ese niño? ¿Que hacía en la casa de su omega? Estaba entrando en desesperación.

-- Hola pequeño, ¿Puedo ver a Seungmin? -- preguntó amablemente intentando controlar sus impulsos porque lo que quería ahora era destruir todo.

El niño asintió con la cabeza y corrió adentro, unos minutos después el castaño bajó y Chan corrió y tomó su brazo.

-- Exijo una explicación.

-- No la hay.

Definitivamente algo andaba mal, porque podía oler la presencia de un Alfa, y eso no le gustaba para nada, no iba a permitirlo, comenzó a olfatear el cuello de Seungmin y luego lo miró fijamente con los ojos rojos y casi por perder el control.

-- Alfa... -- Soltó el brazo del castaño y comenzó a buscar por toda la casa, tratando de encontrar al desgraciado que le quería robar a su omega, definitivamente no iba a lograrlo, no, Chan se encargaría de eso.

Comenzó a abrir cada puerta y tirar los muebles, se estaba lastimado las manos pero no le importaba porque solo quería a su Seungmin, nada iba a detenerlo y nunca.

Finalmente llegó a una habitación, cuando abrió la puerta buscó cuidadosamente intentando encontrar al Alfa, y definitivamente lo encontró al abrir el armario, ahí estaba. Lo tomó del cuello y lo lanzó lejos, comenzó a golpearlo furiosamente y se sentía tan enfadado que no se daba cuenta de lo que hacía.

Por otro lado, al escuchar los fuertes ruidos Seungmin tomó al niño y salió de la casa, con la excusa de que iban a comprar helado.

En secreto seguía dudando sobre la historia de su supuesto "hijo", no lo entendía y tampoco entendía que tenía que hacer ahora, porque toda esa pelea estaba sucediendo por su culpa y solamente quería ser feliz, seguía preguntándose por qué no podía simplemente tener una vida normal.

Chan y Liam seguían peleando por el corazón de Seungmin y ninguno de los dos Alfas pensaba rendirse. Después de unos minutos de pelear como si su vida dependiera de ello, (En realidad para ellos era así) finalmente se separaron al ver al otro Alfa, si, esto definitivamente era una junta de alfas o algo así, y Changbin no iba a dejar que siguieran haciendo lío en su casa.

Los echó a los dos y Chan subió a su auto, luego llegó a su casa y liberó toda su furia; gritó, lloró, rompió cosas, golpeó la pared repetidas veces y finalmente terminó llorando en el suelo, pensando en que había perdido a su omega y ya nada podía hacer, estaba perdido, necesitaba a Seungmin, necesitaba a su castaño y necesitaba sentir su olor a chocolates.

Después de un par de horas seguía en el suelo, ni siquiera tenía ganas de levantarse a cerrar la puerta y las ventanas a pesar de estaba comenzando a llover fuerte y habían truenos y relámpagos, (que en esta época del año era muy normal), tampoco pensaba ponerse un abrigo o algo para protegerse del frío, ya que solo se encontraba con un pantalón azul oscuro y una camisa del mismo color, la tela era muy fina y Chan tenia mucho frío, pero el pensó: "Si tengo frío por dentro, debo mantener el equilibrio sintiendo frío por fuera".

Félix llegó de su trabajo y encontró su casa hecha un desastre, la verdad a pesar de que su hermano era alfa nunca había visto una situación igual, ni siquiera cuando Rosé lo dejó, y justo pensaba tener una noche de películas con Hyunjin, eso no sería posible.

Encontró a su hermano en el suelo y lo ayudó a levantarse, se dio cuenta de que el rubio no tenía ganas de hacer nada y lo sentó en el sofá, cerró la puerta y las ventanas y lo cubrió con una manta.

-- Tonto... Podrías morir de hipotermia -- Reclamó al menor mientras hacía café.

-- Era la idea -- Respondió Chan, y Félix solo puso los ojos en blanco al escuchar las ridículas palabras de su hermano.

Luego de que terminó de hacer el café se sentó junto a Chris e intentó hablar con el, lo logró fácilmente y en cuestión de minutos el rubio le contó todo.

-- ¡¿QUE SEUNGMIN QUE?!

-- ¡¿QUE SEUNGMIN QUE?!

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-- ¿Errores? --

EL ALFA DEL JEFE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora