El regreso a Nueva York fue muy tranquilo y callado, al parecer no éramos los únicos con resaca. No me dormí enseguida pues al parecer aun no podía contestar mis preguntas, lo que había pasado aquella noche sin duda lo tendría un buen rato en mi cabeza. Tabata nos acompañó hasta el aeropuerto ella aún se quedaría en Paris por algunas semanas. No quería regresar, si por mi fuera me quedaba más tiempo en ese maravilloso país.
Cuando salimos del aeropuerto Adric ya nos estaba esperando. Seren corrió como loca cuando lo vio, los dos se besaron apasionadamente, no se habían visto en una semana y era más que obvia su muestra de afecto.
Cuando llegamos a nuestro apartamento los únicos que bajamos fuimos Alex y yo, al parecer Seren y Adric tenían que desquitar el tiempo que no habían estado juntos. Alex se metió directo a su habitación.
- Annie.- me grito, salí de mi habitación.- ¿Que pasa Alex?
- Voy a salir un rato con Lander, ¿No quieres venir?
- No gracias, aún tengo que desempacar algunas cosas, pero ¿Podrías enviarle un paquete a mi mamá?
- Claro que si.- regrese de nuevo a mi habitación por la caja de regalos que les había comprado a todos en Paris.
- Toma es esta y aquí está la dirección y los datos de mi mamá.
- Yo lo envió Annie.-Alex se dio la vuelta caminando directo a la puerta.- Casi se me olvidaba toma.- saco un sobre de su saco y me lo entrego.- Te va a encantar, nos vemos luego Annie.
Cuando salió abrí el sobre, encontrándome con las fotos del viaje, regrese a mi habitación para ponerlas en mi corcho, amaba las fotos y verlas, porque con ellas revives para siempre aquel momento que capturaste. Las fui pasando y cuando llegue a la última, me sorprendió encontrarme con una foto mía y del joven de la rosa besándonos, no podía dejar de verla, fui colocando algunas fotos del viaje en mi corcho, cuando iba a colocar la foto del beso observe la foto de Dan y la mí, vino a mí un pequeño remordimiento así que mejor decidí guardarla en el libro con la rosa y ponerlo en el cajón del buro que estaba al lado de mi cama .
El calor ya se empieza a sentir en la Ciudad, todo regresa a la normalidad y con esto me tocó a mí pasar por el desayuno.
- Quisiera un café americano, un Te chai y un Frappé, por favor.- le dije a la señorita de la cafetería.
- ¿Algún pastel o galleta que deseé?- me pregunto
- Si, quisiera tres panques uno de cereza y los otros dos de zanahoria por favor.
- ¿Annie?- Escuche que alguien dijo mi nombre, volteé y me encontré a Derek
- ¡Derek!.- le respondí emocionada
- No me digas, también te toco llevar el desayuno.- asentí con una sonrisa.- Yo pago lo de la Señorita.- le dijo a la chica que me atendía
- ¡No! Claro que no.
- Claro que sí, no acepto un no como respuesta.- me dijo, se volteó de nuevo hacia la chica de la cafetería y le dijo.- A la orden de la señorita le podría agregar cuatro cafés americanos por favor.
- Gracias.- la señorita nos miró un momento con una tierna mirada y después se retiró.
- ¿Te podría acompañar a tu trabajo?- me pregunto cuando salimos de la cafetería
- Claro, ¿pero no estarán esperando los cafés tus compañeros?
- No te preocupes, los periodistas podemos sobrevivir un poco sin la cafeína en nuestros cuerpos.
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Quédate Conmigo (PRIMERA PARTE DE LA TRILOGÍA)
RomancePRIMERA PARTE DE LA TRILOGÍA La sencilla e inteligente diseñadora Ana, tiene una vida normal, llena de alegrías, ilusiones, sueños e inocencia mientras que la del arrogante, vengativo y mujeriego abogado Stephen, está llena de poder, excesos, y p...