Quédate Conmigo (PRIMERA PARTE DE LA TRILOGÍA)

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 - Annie.- Alex toco la puerta de mi habitación

 - Pasa.- le conteste y entro

 - ¡Estas hermosa!- me dijo cuándo me vio,  me había puesto un vestido negro de cuello alto que tenía un pequeño escote en la espalda y mi cabello lo había agarrado en un chongo.

 - Verdad que si.- le dijo Seren que se encontraba ayudándome

 - Gracias Alex. Stephen y yo cumplimos dos meses, no me dijo a donde iríamos, así que mejor prevenir.

 - Así a eso venia, ya llego.- me dijo Alex y salió

Al salir de mi habitación, vi a Stephen sentado en la sala. Estaba guapísimo, llevaba un pantalón gris con una camisa negra, verlo tan atractivo me ponía muy nerviosa.

 - ¡Guau! Te ves muy hermosa.- me dijo Stephen levantándose de la sala, se veía impresionado.- ¿Nos vamos?- me pregunto invitándome a tomarlo del brazo.

 - Si.- le conteste aun sonrojada.

Sabía que si le preguntaba a donde iríamos, no me contestaría, así que ya me había acostumbrado a las sorpresas y a su forma misteriosa. Llegamos a un edificio alto que se encontraba al lado de Central Park. Cuando entramos tomamos el elevador, Stephen en todo el trayecto no digo ni una sola palabra, lo único que se escuchaba eran esas típicas canciones de elevador y eso me empezaba asustar. Al salir de él, caminamos encontrándonos con una puerta con el número 192. Stephen la abrió y entramos.

 - Bienvenida a nuestro restaurante.- me dijo Stephen, pero lo que tenía en frente no era un restaurante, era un pent-houses.- Permítame mostrarle nuestra mesa.- de nuevo me invito a tomarlo del brazo. No entendía nada.

 El pent-houses era sumamente grande y elegante tenía dos pisos y era de color blanco con piso de madera, tenía grandes ventanas que lo rodeaban, lo primero que vi cuando entre fue la enorme sala en medio de el de color blanca, con una mesa de cristal y en medio una chimenea moderna de color gris que dividía la sala del comedor. Pasamos por la sala hasta llegar a un ventanal. Stephen se acercó al ventanal.

 - Nuestra mesa. – me dijo Stephen, abriendo el ventanal, permitiendo dejar a mi vista una hermosa terraza.

Observe anonadada era una cena romántica, estaba una mesa en medio de la terraza, había pétalos en el suelo, velas en la mesa, al lado una botella de champagne aun en el hielo. Estaba encantada y más con la hermosa vista que tenía, podía ver Central Park y los edificios iluminando la noche. Stephen saco la silla para que yo me sentara.

 - Espero te guste la cena, bonita.-  fue hasta una mesa que se encontraba en la terraza, regreso con dos platos.- Debo confesar que ayude a Julián a preparar la cena

 - ¿Julián?- le pregunte

 - Sí, es la señora que me ayuda a mantener limpio el pent-House

 - ¿Y dónde está?

 - Después de ayudarme decidí darle el día libre.- me sonrió.- Provecho

 - Esto está muy rico.- le dije a Stephen, mientras comíamos.

 - Me alaga escuchar eso, este podría ser mi examen final después de que llevábamos tiempo cocinando juntos. Bueno después de que me has enseñado a cocinar todo este tiempo.- me regalo una pequeña sonrisa.