17

20K 1.2K 60
                                    


La alarma sonó, pero yo hace más de media hora que estaba despierta mirando el techo de mi habitación recordando todo lo que había pasado en la Gala. Me metí a bañar y cuando salí tome un lindo vestido de color coral, deje mi cabello suelto y pinte mis labios de color cereza.


 - Buenos días.- me dijo Alex desde el comedor cuando salí de mi habitación, pude observar que Seren también se encontraba ahí.

 - Buenos días.- me dirigí a la cocina y tome un plato para servirme cereal

 - ¿Vas a salir hoy Annie?- me pregunto Seren

 - Si.- le respondí mientras me sentaba en la mesa.- Derek quiere llevarme a conocer una nueva exposición en el Museo de Historia.

 - Tienes algo diferente Annie.- me dijo Alex mientras me miraba detenidamente

 - ¿Diferente?- pregunte temerosa

 - Si, ¿verdad Seren?

 - Si Annie, te ves diferente, como más feliz, a lo mejor es por Derek.- dijo Seren sonriéndome

 - No lo creo.-Alex puso su mano en la boca sorprendido-¿Ya le vas a dar una oportunidad a Derek?

 - No sé, no sé.- les conteste riendo.

 - Aun que debe de apresurarse si no quiere que la competencia se le adelante.- dijo Seren.

 - ¿Cuál competencia?

 - Vamos Annie el joven Maréchal sería un gran oponente.- dijo Alex

 - Ya se habían tardado en sacarlo a relucir.- dije mirando y alzando los brazos hacia el cielo.-El hecho de que hayamos hablado y bailado en la gala no significa que él quiera algo más conmigo o yo quiera algo con él.- les conteste pero ellos hicieron muecas de burla.

 - Pues estarías loca si no quisieras algo con él. Está como quiere ¿verdad Seren?- dijo Alex volteando a ver a Seren.


Mi celular sonó en la bolsa, lo mire sin sacarlo de esta, era un mensaje


 - Ya llego, me tengo que ir.- les dije

 - ¿Pero por qué no sube como siempre a saludarnos?- dijo Seren

 - Es que, se hace tarde para la exposición.- le conteste mientras me acercaba a la puerta

 - Ya no aguantas para estar con él hermosura.- me grito Alex antes de que saliera del departamento


Cuando salí del edificio, mire hacia las ventanas del departamento para poder estar segura de que Seren ni Alex estuvieran de chismosos. Tome un gran suspiro, camine hacia el pequeño jardín que había a unos metros del edificio, ahí estaba Stephen, recargado en su carro, llevaba un pantalón gris claro, una camisa blanca con los botones de arriba desabrochados, las mangas arremangadas hasta los codos y unos lentes estilo aviador, cuando me vio sonrió, debo decir que su sonrisa lo hacía aún más atractivo. Me abrió la puerta del carro y subí.


 - Te vez muy linda Ana.- me dijo cuando subió al coche

 - Gracias.

 - Espero te guste el lugar al que vamos a ir.- ahí estaba otra vez su sonrisa.

 - ¿Adónde será?- le pregunte

 - Es una sorpresa.- dijo mientras ponía algo de música


Mientras viajábamos en su carro, lo observaba, no podía creer lo que estaba pasando llegue a pellizcarme un par de veces, claro sin que él se diera cuenta. Estaba cambiado, esperaba que ya no existiera más el Welsh grosero, que me quería sacar de la empresa y me odiaba, esperaba que solo existiera Stephen el joven que me había mandado flores con tarjetas encantadoras, con el que baile en la Mascarada de Paris y que sentía algo por mí.

Quédate Conmigo (PRIMERA PARTE DE LA TRILOGÍA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora