i.en busca de alguien

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La música de origen español resonaba en el silencio del auto.La jóven de pelo negro miraba la ventana con una pequeña sonrisa, mientras movía lentamente la cabeza al ritmo de la canción.En cambio, el otro joven de pelo rubio miraba la ventana con una expresión fría.

—Así que díganme, yanquis... —el policía que iba en el asiento del copiloto rompió el silencio.—¿Por qué vienen a un sitio tan horrible? estamos en medio de la nada.

Leon miró de reojo a su compañera.

—Digamos que... buscamos a alguien.

—Pues, ese alguien debe ser muy importante.El jefe lo dejó bien claro, '¡Ayudadles!' dijo.—el hombre se rió de sí mismo.

—Bueno, pues seguro no hemos venido para hacer una barbacoa... o quizás si.—Leon se encogió de hombros y los oficiales rieron.

—Que extraño sentido del humor.Os voy a contar un secreto.Entre nosotros;ha desaparecido mucha gente por aquí, y lleva pasando mucho tiempo.—Leon escucho con atención.

—Bueno... entonces será un día como cualquier otro.—El agente suspiro.

—Llevamos una semana buscando a unos excursionistas.

—Seguro que se mueren por ayudarnos.—Los oficiales volvieron a reír.

—¿Y que le pasa a tu compañera?¿por qué tan callada?—Violette volteó, ahora la atención de los tres hombres en el auto se enfocaba en ella.

—No tengo nada que aportar a la conversación, señor.—Violette se acomodó en su lugar con una pequeña sonrisa algo forzada.

—Es bueno saber que no eres muda.—bromeó el policia, sacandole una risa al que conducía.

Violette suspiró, cierta incomodidad la invadía.Devolvió su atención hacia la ventana a su lado.

Pero una mirada no se había detenido luego de enfocarse en ella, la mirada de un Leon curioso por la mujer que estaba a su lado, la mujer que dio por muerta seis años.

—Bien... aquí es.—anunció el oficial que conducía, sacando a Violette de sus pensamientos.

—Bueno, la naturaleza llama.Ahora vuelvo.—el hombre de -al menos- unos treinta y pico años abrió la puerta del carro y la cerró tras él.

La menor vio de reojo como este desaparecía en la oscuridad del frío y desolado bosque invadido de neblina.

—¿Quieren?—Violette vio al oficial frente a ella, quién les ofrecía un cigarro.

Leon hizo un gesto con la mano, negando.En cambio, la menor aceptó en silencio y tomó uno de la cajetilla.Le ofreció un encendedor y sin dudarlo lo tomó, acomodó el cigarro entre sus dedos y luego soltó el humo.

[...]

Algunos minutos pasaron, y el oficial que salió del vehículo hace un rato no regresaba.

—Pues si que se esta tomando su tiempo... ¿se habrá caído?—el policía miró a ambos agentes a través del espejo retrovisor—¿Y si van a revisar?—ambos compañeros lo miraron, y sin decir una palabra, salieron del auto al mismo tiempo.

—Yo vigilo el coche, no vaya a ser que nos vayan a multar.—bromeó el policía.

No podían culparlo, ese bosque podía herizarle los pelos hasta al más valiente.

—Que ayuda... —murmuró Leon con sarcasmo, avanzando por el camino del oscuro y frio bosque.

Ambos agentes se adentraron por el bosque, el cual tenía un aspecto bastante intimidante y frío.

SWEET,, leon s. kennedy fanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora