Maldito Ruso - The Hoffman's #2

3. Frank

Me dejó caer en la silla, sintiendome completamente acabado, mi cuerpo dolía, mi cabeza palpitaba con fuerza, y mi consciencia pesaba más que nunca.

— No pienso seguir cubriendo tu trasero — Se queja Viktor poniendo mi teléfono sobre el escritorio — Esto está mal papá

— ¿Y que mierda quieres que haga?— me quejo con voz dura, mirándolo, mi hijo aprieta los labios luciendo preocupado, Viktor, al ser el mayor de mis hijos y evidentemente haber estado presente en la mayor parte de todo el caos, con la suficiente consciencia como para entender, era la única persona que sabía lo que sucedía.

— Puedo hablar con mamá, si Aleksey....— comienza, pero yo niego

— No, no te quiero involucrado en esto, ya es suficientemente malo para ti el que yo esté al mando ahora — Viktor se mueve ligeramente inquieto, evidentemente con tanta aversión a la ida como yo, ahora que yo estoy al mando, eso lo hace el siguiente en la lista.

—¿Piensas hablarlo con Nath? — pregunta finalmente — Ayer fue a mi departamento, estaba histérica papá, Natasha no es tonta, sabe que escondes algo.

— Ella no puede enterarse de esto, por nada del mundo — me quejo en respuesta, sintiendo la culpa golpear con fuerza al pensar en todo el estrés que esto pondría sobre ella — ¿Hablaste con Tatiana?

— Está segura — Asiento, odiando el hecho de que mi madre había tenido que regresar a su escondite, había una jodida guerra en la Bratva,  y todos los negocios habían generado perdidas millonarias, Alenna había hecho un sorprendemente buen trabajo eliminando algunas amenazas con las que definitivamente no habría tenido idea de que hacer.

— No me gusta el hombre en el que tengo que convertirme para terminar esto — confiezo, jugueteando con el anillo en mi dedo, no he dormido en dos días y aunque Klaus había estado ayudándome a lidiar con la parte sucia del trabajo, sé que hay un punto en el que tendré que probarme a mi mismo, hacer cosas que no había hecho desde que era un niño.

— Entonces no lo hagas — pide mi hijo — Tenemos el dinero, podemls desaparecer, ir a algún lugar...

— ¿Y tus hermanos?— pregunto con dureza — ¿Crees que Harold no será reconocido? sin mencionar que Neeja estaría en peligro también, Marcus probablemente crea que es un juego de mierda, Max y Matt son demasiado pequeños para...

Cierro los ojos, sin siquiera atreverme a pensar en que podría pasar si algo les sucediera a niños tan pequeños, y Natasha estaba embarazada, en unos meses todo se complicaría, y ella sería mi esposa, lo que solo la convertiría en un mayor objetivo, había tenido que contratar seguridad para ella, para todos en realidad, y ni siquiera confío completamente en los guardias, aunque habían sido discretos, manteniéndose ocultos, Harold siendo mi mayor preocupación, el niño es algo atrevido y su estatus como principe solo le consigue privilegios, pero eso también lo hace un objetivo, siempre he tenido seguridad extra alrededor de él, con un GPS en cada coche, en su teléfono, mierda, incluso uno de sus profesores está contratado por mi para reportar cosas fuera de lugar.

— Papá...deberías descansar — dice Viktor finalmente — Yo puedo hacerme cargo de la empresa, puedo cubrirte con Nath... Aunque no sé por cuánto tiempo, lo que sea que tengas que hacer...hazlo, nadie te culpará por protegernos  — La voz de mi hijo baja un par de octavas, la seriedad en su mirada haciéndome sentir algo sentimental, Viktor se había convertido en un hombre, el niño con miedo a la oscuridad y obsesionado con los dragones se había convertido en un hombre de negocios, amable y aún obsesionado con los dragones, aunque él crea que no lo sé, de los niños, él y Marcus eran los más parecidos a mi, el cabello negro y los ojos azules, la mandíbula cuadrada y el ridículo sentido del humor, pero no importa cuánto crezcan, siempre serán mis bebés