Maldito Ruso - The Hoffman's #2

17. Frank

Miro a la mujer, completamente incrédulo mientras que empuja la almohada contra mi pecho, seguido de una manta, sus ojos verdes llameando con furia y su cabello rojo brillando violentamente formando un halo a su alrededor, las lágrimas en sus mejillas sintiéndose como dagas en mi pecho.

— ¿Realmente me crees tan tonta?— pregunta ella, sus manos temblando ligeramente mientras sostiene su abdomen de forma protectora — No te quiero cerca de mi, te lo advertí Frank, vas a dormir en el sofá hasta que lo considere.

— Creí que estábamos bien — me quejo, intentando acercarme, pero ella palmea mi mano lejos

— ¡Ese es el puto problema, Frank! — grita, limpiando sus lágrimas con furia — Siempre asumes que estamos bien, siempre consideras que las cosas son como tú crees, nunca, ni una puta vez te detienes a pensar en lo que yo siento, siempre actúas y luego me dejas a mi  lidiando con las consecuencias.

Me tambaleo ante sus palabras, mirando su rostro, encontrándome con una mirada de resentimiento y duda que duele

— Nath, por favor — pido, juntando mis manos en una plegaria — Jamás quise hacerte sentir de esa forma — aseguro, dando un paso adelante, pero ella niega, tomando otra de las almohadas y tirandola con fuerza contra mi pecho.

— Nunca quieres hacerlo Frank, pero lo haces — insiste — Me miraste a los ojos mientras la tocabas, te dije que estaba molesta ¿y que hiciste? ¡Lo tomaste como un juego!

—Y lo lamento — aseguro, desesperado, cierro los ojos, maldiciendo el momento en el que creí que había sido una buena idea usar los sentimientos de Neeja para mí beneficio — Te lo dije, Sol, Neeja no significa nada para mí, ella...

— ¡Ella es cruel y aún te ama Frank! — grita, haciendo una mueca de dolor y por un momento creo que va a vomitar, pero toma una respiración profunda — ¿Te gustaría eso acaso? ¿Que abiertamente sedujera a un cliente solo para conseguir un contrato? ¿Que permitiera que Chris me tocara solo porque está justificado?

Hago una mueca, completamente irritado ante la idea y sintiendo la bilis en mi garganta la imagen mental de Nath en brazos de otro hombre...

— Lo odiaria — coincido finalmente, intento ponerme en sus zapatos y es...bueno, tengo suerte de que todo lo que haga es enviarme a dormir en el sofá — Cariño...

— No me llames cariño — escupe — Sabes que ella fue cruel conmigo, sabes que la única razón por la que me he quedado callada es porque no estoy en condiciones Frank ¡Y aún así actúas como si no te importara! — Me señala con un dedo acusador — así que lo lamento si no estoy demasiado abierta a la idea de estar contigo, ¡Ni siquiera debería haber aceptado tu estúpida propuesta!

— No digas cosas de las que te puedas arrepentir después — digo, dolido y aterrado ante la idea de perderla ¿cómo demonios puedo seguir arruinandolo? Incluso siendo honesto parece que solo consigo alejarla más y más, no sé que demonios hacer — No...

— Vete — pide, limpiando sus lágrimas — Necesito estar sola, yo... — toma una respiración profunda y me mira con ojos enrojecidos a causa de las lágrimas, lágrimas que de nuevo, yo había provocado — Te amo Frank, pero en este momento...Ni siquiera sé por qué sigo a tu lado.

Sus palabras me golpean, tan fuerte que siento que no puedo respirar, pero me obligo a mi mismo a retroceder, observándola por última vez, sostiene su espalda con una mano, su vientre está tan hinchado y pesado que probablemente esté adolorida y completamente agotadaz y aquí estoy yo, haciendo las cosas más duras para ella,  Natasha acaricia su abdomen y no puedo evitar pensar en nuestros hijos,  en el futuro que sería de ellos si de nuevo,
arruinaba las cosas como tantas veces antes he hecho, en cómo probablemente Natasha no sería tan indulgente con respecto a las custodias, en como...en como no podría vivir sin ella.