Maldito Ruso - The Hoffman's #2

34. Frank

Abrazar a mis hijos hace que todas las fuerzas que he estado reuniendo durante dias, se desvanecieran Max se aferra a mi, contenta y completamente ignorante de la verdadera razon de mi ausencia, al igual que Matt, que balbucea mientras intenta tirar de mi hacia el interior.

Harold, mi hombrecito, llora contra mi pecho al ogual que cuando era pequeño, aferrandose a mi camisa con desesperación,  y yo beso su cabello revuelto haciendo mi mejor esfuerzo para asegurarle que estoy aqui, que he vuelto.

Mamá es la siguiente en unirse, y finalmente, Marcus, las emociones parecen cruzar por su mente a mil por hora, furia, miedo, reconcor, alegria y finalmete, alivio.

No se cuanto tiempo pasa hasta que finalmente consigo avanzar un poco mas alla de la puerta principal, ansioso por cargar a mis bebés,  por ver a Natasha.

- Mami, mami, mira, papá volvió - llama finalmente Max, tirando de mi  hasta  la cocina, los chicos se apartan un momento y finalmente mis ojos se posan en Nath.

Está  de pie en la cocina, mirandome con ojos llenos de miedo y sorpresa, su mano tiembla ligeramente, pero está tan jodidamente hermosa como siempre,  mis ojos la devoran mientras que se que esta notando las heridas en mi rostro, su cabello rizado está recogido en un moño, tiene puesto un sueter de navidad que parece tejido a mano, y un par de leggins que se aferran a sus piernas como una segunda piel, sus ojos y nariz estan enrojecidos, es evidentr que ha llorado, tiene ojeras y está malditamente delagada.

Se que tecnicamente no estamos juntos, que probablemente me odia por todo el dolor que le he causado, pero no pienso en ello cuando la alcanzo de solo un par de zancadas, y es como si saliera de un trance, la tomo en mks brazos y ella salta, aferrandlse a mi con fuerza, finalmente está en mis brazos de nuevo.

La beso, tomando sus labios y apretandola contra mi con tanta fuerza como me es posible, ella me rodea con sua brazoses un beso desordenado, desesperado y lleno de tantas cosas que hay aun por decir entre ambos.

- Volviste - susurra ella finalmente cuando el beso termina, ninguno de los dos hace ningun esfuerzo por separarse.

- No podian alejarme de ti tan facilmente - aseguro, besandola de nuevo.

El momento no dura demasiado cuando mis hijos comienzan a demandar mi atención y los bebes despiertan a causa de la conmoción,  por lo que me obligo a poner a Nath de nuevo  en el suelo y dirijo mi atencion hacia los pequeños bebés que sostienen mi madre y Rose.

- Dios, si que han crecido - susurro sintiendo un nudo en mi pecho al ver a mis quintillizos luciendo gordos y saludables, incluso Carrot tiene mjor aspecto que cuando me fui

- Se la pasan tomando teta - se queja Max, mirando mientras tomo en brazos a Orange, sintiendome algo abrumado al haberme perdido el cambio de mis pequeños, mis onos se humedecen de nuevo

- Oh, y estoy segura que engordaran aun más  - asegura mi madre, acomodando a Zhevy en mi otro brazo antes de abrazar a Nath - Produce una leche estupenda, llena de grasa y muy...

-  Tatiana -  se queja Nath - no soy una vaca

- Pues, tecnicamente...- empieza Harold, mirandola con diversión,  sin poder evitarlo, dejo escapar unaeve carcajada, disfrutando del aroma a bebé,  la voz de Max al contarme cada uno de sus nuevos regalos, y en general, el caos de estar de vuelta.

Marcus me mira aun como si no pudiera creer que estoy aqui, y se que tengo muchas explicaciones que dar a mis hijos mayores, a Nath, a mi madre, pero por el momento, parece haber una decision unanime de que hoy, no habria conversaciones tristes.  Al parecer habian preparado los regalos de navidad, Marcus abre el suyo que aun permanecia bajo el arbol, y es un set de libros que habia estado coleccionando, mira con sorpresa a Natasha, que le sonrie con timidez y mi hijo parece avergonzado, pero da las gracias, Matt me muestra su carro a control remoto, aunque Harold parece mas entretenido que el chico en usarlo.