Coleguis | Mi corazón blanco es tuyo 🤍

17. Lucia

Hostia, que dolor de cabeza macho.

"¿Qué pasó?".

Abro poco a poco los ojos y observo al ser más hermoso y bello, mi mujer, mi Aida.

Las imágenes se comienzan aglomerar una tras otra en mi mente.

"¡MIERDA, LE PEGUÉ A JP!".

"Estas montando un espectáculo Lucia...me decepcionas".

"Pedrito...no, decepcione a Pedrito".

Dejo de abrazar a mi novia lentamente, para no despertarla. Luego me levanto de la misma forma, en silencio.

Me doy una ducha helada lo más rápido posible. Y bajo a la primera planta, necesito pedirle disculpas a mi suegro, lo quiero mucho y no permitiré que un error mío me quite su cariño. Y no solo a él, a Ursula, JP...¡Dios! A todos.

Al llegar al salón principal, veo que Matias está durmiendo en el suelo ¿Por qué no se fue a su habitación? por lo menos hubiera ocupado el sofá.

No tengo tiempo para él, necesito enfrentar esto con la familia de mi futura esposa.
Lo dejo así y salgo. Me subo a la "Pantera" y conduzco camino al helipuerto de mi familia.

1 Hora después.....

Me encuentro en el helipuerto público de San Sebastián, voy camino a la casa se Ursula, la tía de mi novia.

"Debí haberle dejado una nota o se preocupara".

Saco el móvil del bolsillo de mi pantalón y le mando un mensaje:

💬 Aidi, cariño. Vine a San Sebastián a pedirles disculpas a tu familia, recordé lo que ocurrió ayer y me siento muy mal, sobre todo por defraudar a Pedrito. Espero regresar pronto, también te debo una explicación mi amor y la tendrás. Te amo 🤍.

No está en línea, de seguro sigue durmiendo. Yo lo estaría, aún siento un poco de alcohol en mi cuerpo, pero mi consciencia no me permite descansar al lado del amor de mi vida.

Analizando un poco lo que paso en la madrugada, me comporte como una capulla y....

_ señorita llegamos. - Interrumpe mis pensamientos el chofer del taxi.

Observo por la ventana, la casa de Ursula es de dos pisos, con caída de agua, color beige, muy linda y hogareña. No es muy grande, ni nada parecido, pero es hermosa de todas formas, un hogar.

_ Gracias.- Le digo al señor. _ Conserve el cambio.

Me bajo y a cada paso me tiemblan las piernas, las manos me sudan y mi corazón se acelera. Odio esto, odio tener que pedirles disculpas por algo tonto, por a verlos defraudado de aquella forma. Ni siquiera se cómo voy a mirar a mis suegros a la cara.

Luchando con todo mi miedo a que me rechacen, toco el botón del "Citofono".

"Lo hice".

_ ¿Diga?.- Escucho una voz provenir del micro, creo saber quién es.

_ ¿Aroa?.

_ ¡Ja! Cuñadita, no se responde una pregunta con otra.

_ Lo siento. Soy Lucia ¿Están tus padres?.

_ Si, pero durmiendo. Todos, de hecho. Son las 8:25 de la mañana ¿Qué esperas?.

_ Vaya, es que...¿Puedo entrar?.

_ Vale.

La puerta hace un ruido y se abre permitiendome ingresar. Al observar el ante jardín...

"¡Dios mío!".