Taehyung no deseaba grandes cosas, no quería dinero, no le importaban los lujos, solamente anhelaba una cosa. Que su alfa lo amara.
¿Quién diría que su Alfa no estaría necesariamente en esa realidad?
🌹 MÁS ALLÁ DE LA LUNA 🌹
🥀Historia completament...
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Realidad alterna...
Los días pasaban, Tae se había acostumbrado a esa realidad a la suave brisa en su rostro, al descanso y la falta de moretones en su cuerpo, a la compañía de Jimin y aveces a poder salir aunque escondiendose, se sentía libre. Con el paso de los días hasta consideró quedarse para siempre ahí, con Jimin; sin embargo el pensamiento del miedo no se iba, el miedo a que fuera descubierto por otra persona que no fueran los que ya lo conocían, los que eran del personal de Jimin.
Día a día se ganó el corazón de cada uno, y esque para el omega era imposible quedarse quieto un solo segundo. Mientras Jimin estaba tomando sol y bronceándose en la piscina, Tae estaba plantando una nueva flor en una maceta, o tejiendo, o nadando un poco, o cocinando, o cualquier cosa que no fuera estar sentado, la actitud jovial de él logró acaparar el corazón de la tres personas que frecuentaban aquella casa.
Jimin se divertía demasiado con Tae, parecía como si en él albergara la energía de toda la casa junta, no se cansaba, parecía feliz y el mayor era incapaz de interrumpir su alegría.
Jimin se encontraba tomando el sol con sus lentes oscuros, solamente siendo tapado por un boxer y una capa de terciopelo negro, ignoró absolutamente todas las llamadas que le llegaban a su teléfono. Al principio le pareció extraño, luego recordó que no visitaba Atilia desde que Tae estaba con él y debió las llamadas a su familia preocupados por no verlo rondando la casa. Luego los llamaría.
Otra llamada cayó y esta vez se decidió a levantar el aparato que se encontraba al lado de su amada Jericho 941 FS viendo que se trataba de Jungkook.
«Maldito» pensó
—Luego te llamo. —dijo volviendo a su descanso, no sin antes asegurarse que Tae se encontraba en su radar.
El Omega rubio se encontraba al otro lado de la piscina leyendo un libro con una taza de té al lado, desde que llegó lo vio aún más resplandeciente y eso le agradó.
Gritos se escucharon desde adentro de la casa alertando a Jimin, que jamás separaba su pistola agarrándola.
—¡¿El muy maldito piensa que no me va a contestar?!
—Señor Jeon el joven Park se encuentra bien.
Alcanzó a escuchar antes de que el azabache se acercara muy enojado a él.
—¡¿Porqué carajos no contestas?! —dijo casi gritando.
—Jungkook... —susurró asustado sabiendo que si veía al otro Omega estaban perdidos, era casi imposible que no lo viera.
