Luego de un accidente químico, un grupo de chicos se reune para sobrevivir, unidos por el trauma y el miedo constante.
Aunque, hay un inconveniente: no pueden tocarse.
Sonrió— Yo también...— dijo con voz acaramelada— Changbin va a matarnos por llegar tarde.
Chasqueé la lengua— Allá él. Está triste porque no puede salir con Jeongin.
Ambos reímos al unísono, en eso, mi teléfono vibró sobre la mesa. Al tomarlo, me encontré con una llamada de Changbin; atendí.
—Tenemos trabajo— dijo al instante—. Uno muy grande.
—Cuéntame— Me incorporé en la cama, y Seungmin se posicionó tras de mí acariciando con lentitud mis hombros.
—Se rumorea que hay un compuesto químico en un laboratorio secreto...— comenzó diciendo; tras la otra línea, escuchaba el rápido tecleo de sus dedos en una computadora— Dicen que es muy costoso e importante. Si nos hacemos con él, podríamos ganar mucho.
—Binnie, esto es mucho más grande de lo que solemos hacer— dije.
—Lo sé— hizo una breve pausa—. De todas formas, no será tan difícil.
— ¿Por qué lo dices?
—Abre el documento que te envié— una notificación llegó a mi teléfono—. Solo mira y luego nos encontramos en mi casa.
Cortó la llamada sin dejarme agregar nada más.
— ¿Qué te dijo?— preguntó Seungmin.
Me senté a su lado y abrí el documento de Changbin. Lo primero que leí fue el titular.
"Industrias Yang"
Sonreí— Tenemos trabajo— le enseñé la pantalla del teléfono.
—No— dijo al instante—. Acordamos no involucrar a Jeongin en todo esto.
— Seungmin— tomé sus hombros—. Esto puede significar que seremos ricos. No lo obligaremos a hacer nada; simplemente será nuestra vía de ingreso y salida.
— Prométeme que no saldrá herido.
— Ninguno de nosotros lo hará— besé sus labios—. Entramos y salimos, como siempre— Asintió—Haremos esto juntos— aseguré, apretando sus manos—. Pero vamos a mantenernos enfocados en nuestra seguridad y la de Jeongin.
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