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la noche anterior al estreno no pude dormir absolutamente nada, por mi cabeza pasaban miles de pensamientos por segundo

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la noche anterior al estreno no pude dormir absolutamente nada, por mi cabeza pasaban miles de pensamientos por segundo.

esto podía llevarme directo hacia donde quería, prácticamente el estrellato, o por lo menos
comenzar ese camino. aunque también podía hundirme y ser como esos artistas que nunca pudieron triunfar.

a la mañana siguiente la empecé muy temprano, demasiado para mis horarios comunes, pero me preparé un café bien cargado y me dispuse a ordenar un poco el departamento ya que en las próximas horas iban a llegar los chicos para quedarse uno o dos días y volverse a sus paises con sus obligaciones.

intenté hacer todo con el mayor silencio posible porque matias continuaba durmiendo, tenía entrenamiento a media mañana y quería que descansara, no arrastrarlo a mí insomnio recurrente.

luego de un par de horas, ya varias tazas de café y bostezos involucrados, el jugador de la juventus se levantó con los ojos achinados y tremenda cara de dormido, aún así me parecía una de las personas más hermosas que había visto.

— buen dia gorda ¿nerviosa? — preguntó acercándose para dejar un beso en mi frente y sentarse como si nada en la mesa del comedor, como si no hubiera hecho que mi estómago se llenara de mariposas en dos segundos

— buen dia mati, creo que las ojeras que tengo hablan por si solas — respondi sentandome a su lado para hacerle compañía mientras desayunaba, mi estómago estaba cerrado y a la vez lleno por la cantidad de café ingerí

— ¿no dormiste nada? ¿sos boluda? me hubieras despertado y te hacía un poco de compañía

me parecían tan tiernos gestos como ese, donde se preocupaba por mi e intentaba en todo momento hacerme compañía. sin dudas habían ayudado a que cayera completamente por él.

— vos tenes que dormir bien para entrenar bien, dejame a mi con mis quilombos en la cabeza

— dejate de joder boluda, me importa que vos estes bien, después todo pasa a segundo plano

mis mejillas se pusieron rojas, me hacía sentir sin saberlo completamente especial, algo que nunca antes alguien había hecho.

— deja de hablar y desayuna, dale que vas a llegar tarde al entrenamiento — dije intentando desviar el tema y que no se diera cuenta de lo que provocaba en mi, aunque era demasiado evidente

— ¿no queres que me quede con vos? ya veo que me voy y entras más en la locura

— voy a estar bien, de verdad, aparte viene vicky un rato antes que los demás así que sola no voy a estar

matias me miró con un brillo en los ojos hermoso y continuó desayunando sin decir más nada, estaba apurado porque al final si estaba llegando tarde.








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mis ojos se cerraban solos mientras esperaba a que victoria llegara al departamento, a pesar de los nervios y la emoción el cansancio en mi cuerpo me estaba ganando.

pegue un pequeño salto en el lugar cuando sonó el timbre, indicandome que ella ya había llegado. me froté la cara con las manos intentando disipar cualquier rastro de sueño y me paré a abrir la puerta, victoria al instante saltó a mis brazos para abrazarme, ella siempre era tan efusiva y demostrativa.

— estoy súper emocionada, ya quiero que salgan todas las canciones y el mundo valore lo que haces — dijo separandose del abrazo y entrando directamente al departamento

ella siempre era así, te brindaba unas grandes vibras y una luz extraordinaria, en ningún momento te tiraba para abajo, buscaba que uno esté bien y contento. de a poco se convertía en alguien súper especial en mi vida.

— con que algunas personas escuchen el álbum me sobra, es solo el comienzo, no quiero tener muchas expectativas y que después nadie lo escuche — dije caminando tras ella

— vas a ver que lo van a escuchar, confía un poco

asentí con una sonrisa en el rostro y la acompañé a dejar las cosas en mi habitación, ya un poco más decorada debido a la decisión que había tomado de quedarme.

— ¿queres algo para comer? matias no viene hasta dentro de unas horas y los chicos llegan con él así que por un rato estamos solas

— no pero ahora que estamos solas podriamos aprovechar y hablar sobre lo que sea que está pasando entre vos y mati

senti como si el aire por un segundo me faltara, no esperaba para nada ese tema de conversación, jamás se me hubiera cruzado por la cabeza que alguien pensara que pasaba algo entre nosotros, menos cuando dentro de mi cabeza yo sola era la que estaba sintiendo.

— no tengo idea de que estas hablando — respondí saliendo mi habitación y volviendo para la cocina, de alguna forma buscaba que soltara el tema, básicamente quería escapar de ese momento

— vamos a convivir por tres dias dalila, no vas a poder escapar de mi, lo vengo intuyendo desde que literalmente te conocí

se paró el lado mio y observó con cautela todos mis movimientos, lo pensé unos segundos en mi cabeza para encontrar un poco de claridad, capaz no me venía mal la opinión de otros cuando no le podía contar específicamente esto a él.

— no quiero hablar porque no hay nada sobre lo que hablar, soy sólamente yo con todos estos sentimientos que todavía no entiendo del todo y él siendo un buen amigo, como siempre lo fue

victoria sonrió y negó lentamente con la cabeza, como si ahora todo encajara para ella.

— no se si se puede considerar solo un amigo a alguien que hace todo lo que hace por vos y que te ama de la forma en la que matias lo hace, capaz ahora no lo ves pero le brillan demasiado los ojos cuando habla de vos. en mis libros, eso es estar enamorado y él puede no saberlo pero lo esta de vos

las ilusiones que hace días intentaba que no tomaran vuelo comenzaron a crecer, que otra persona más allá de mi propia cabeza me dijera todo esto me parecía irreal y motivo suficiente para creer que en algún momento podía suceder algo entre nosotros, mantener aquella esperanza.

— ¿decis? — cuestioné dudando un poco pero aún así con una sonrisa en mi rostro

— obvio que digo, solo falta un empujón chiquito para que se lance y hoy a la noche pienso darselo para que se anime de un vez por todas

mordí mi labio inferior indecisa, capaz todo estaba en nuestras cabezas y nada era real, él solamente me veía como su amiga y listo. aunque por otro lado estaba aún más emocionada de que la noche llegara.

opuesto completario - matias souléDonde viven las historias. Descúbrelo ahora