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sentía que los minutos pasaban lentos, si bien estaba rodeada de mis amigos que a cada segundo tenían una ocurrencia nueva, no podía sacarme de la cabeza a matias, lo que habíamos hecho, lo mal que me sentía y las ganas que tenía de volver a besarlo

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sentía que los minutos pasaban lentos, si bien estaba rodeada de mis amigos que a cada segundo tenían una ocurrencia nueva, no podía sacarme de la cabeza a matias, lo que habíamos hecho, lo mal que me sentía y las ganas que tenía de volver a besarlo.

quería contenerme, reprimir todo lo que sentía, pero se me era imposible. no pensé que si cedía ante el deseo todo sentimiento se iba a agravar pero estaba sucediendo a grandes pasos y yo ya no sabía como actuar.

la mirada pesada de matias estuvo sobre mi toda la tarde, varias veces cedi ante el impulso de mirarlo y cuando lo hacía todo a mi alrededor parecía desaparecer, eramos tan solo él y yo.

— si no deja de mirarte se van a dar todos cuenta que algo pasó — susurró vicky en mi oído tras inclinarse un poco sobre el sillón para que nadie la escuchara

la miré preocupada, ya bastante era no saber qué iba a pasar con nosotros, no quería ni necesitaba que los demás esten al tanto de todo.

— no se que hacer para que deje de hacerlo, ya luka lo miró raro varias veces — susurré volviendo a conectar miradas con matias, estaba serio, demasiado, y eso me asustaba

la presión en el pecho volvió a aparecer, tan solo la idea de que no esté en mi vida me hacia mierda.

— tienen que hablar ya porque en lo que nos queda de convivencia todos van a ver que hay algo raro, siempre estan juntos riendo y boludeando, ahora apenas lo podes mirar

tenía razón, odiaba que la tenga pero más odiaba tener que hacerle frente a mis conflictos. suspiré rendida y con la cabeza le hice una seña a matias de que me siguiera, si era lo suficientemente inteligente iba a tardar un par de minutos para que ellos no sospechen nada, aunque estaban prestando más atención al partido que estaban pasando en la televisión que a otra cosa.

entré a mi habitación con las manos sudorosas y ya arrepintiendome de tenerlo tan cerca. los minutos siguientes se me hicieron también eternos, mi cabeza creaba miles de escenarios en los que siempre terminaba llorando.

yo era mi peor enemigo.

la puerta de mi habitación se abrió lentamente dejando ver a matias detrás, mi respiración se cortó y no supe que decir. literalmente estaba muda bajo su mirada expectante.

— pensé que no te ibas a arrepentir — dijo al notar que yo no podía tomar la iniciativa, sus ojos estaban inexpresivos y odiaba que me mirara de esa forma

negué rápidamente y di unos pasos hacia adelante.

— jamás me arrepentiría de estar con vos pero me asusté ¿si? se supone que somos amigos y me da muchisimo miedo lo que pueda venir después — respondí rápidamente dejando salir lo que me atormentaba

opuesto completario - matias souléDonde viven las historias. Descúbrelo ahora