26

1.2K 112 1
                                    

caminabamos por el predio de ezeiza, donde se estaba hospedando la selección sub veinte, para encontrar a los chicos y asi poder pasar la tarde en compañia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



caminabamos por el predio de ezeiza, donde se estaba hospedando la selección sub veinte, para encontrar a los chicos y asi poder pasar la tarde en compañia.

tan solo ayer habían derrotado a uzbekistán por lo que sabíamos que tenían visita hoy, una forma de relajar antes de comenzar una vez más los entrenamientos para el siguiente partido.

estaba un poco nerviosa, no sabía si me iba a encontrar a los dos en la misma habitación o si las cosas estaban bien entre ambos, luego de ayer volví a preguntarle a alejo sobre los dos y me repitió lo mismo que antes, que todo estaba bien. lamentablemente no podía creerle.

por suerte, o en realidad mala suerte, apareció matias en el campo visual de ambas, yo detuve mi pasó en seco sin saber exactamente qué hacer. era obvio que ibamos a conversar, o por lo menos que él iba a internar que lo hagamos.

— no podes esconderte de esto dalila, sabías que si veníamos era obvio que te lo ibas a cruzar — me dijo parandose a mi lado victoria mientras miraba de reojo a matias, quien todavia no nos había visto, se encontraba tomando mate y charlando con alguno de sus compañeros, del cual no vi el rostro y tampoco me importaba

— sí pero no pensé que tan de repente y encima a solas ¿qué le digo? — pregunté comenzando a entrar un poco en pánico, me conocía demasiado y sabía que iba a ser débil ante su mirada, como siempre lo había sido

— deja que empiece él con la conversación, seguro alguna boludez por lo de ayer te tira. acordate de lo que hizo y por favor no cedas tan facil ante él — me respondió rápidamente y sin dejarme tiempo de procesar sus palabras se alejó a paso rápido directamente dentro de edificio donde se encontraba el resto se jugadores, no sin obviamente pasar por al lado de matias y saludarlo

intenté respirar varias veces para calmar la rapidez con la que latía mi corazón, la caminata  del jugador de la juventus hacía mi se me hizo eterna. en mi casa proyectaba miles se escenarios posibles, intentando estar lista para cualquiera. aunque sabía que todo iba a ser en vano en cuanto él abriera la boca.

— hola dalita — dijo para luego besar suavemente mi mejilla, aquel apodo que hace tanto no escuchaba salir de su boca paralizó por completo mi mundo, la nostalgia que anteriormente sentía ahora de había agravado

— hola mati — pude responder en voz baja, aun en shock por tenerlo delante mio. ni siquiera podía decir su nombre completo haciendole saber que continuaba enojada, el poder que tenía sobre mi era cada vez mayor

quería gritarle y decirle que realmente me había hecho daño, que aún continuaba con secuelas y por eso mismo no quería saber nada de relaciones serias. me había destruido la confianza y la autoestima.

— estas más linda de la última vez que nos vimos — habló intentando sacar tema para la charla, realmente no sabía donde meterme, me sentía abrumada

— y si la última vez que me viste estaba con la cara roja e hinchada de tanto llorar por tu culpa, dudo que sea muy difícil estar más linda que eso — solté un poco del veneno que llevaba dentro, no quería hacersela tan fácil, no cuando me pase noches enteras llorando mares preguntandome qué fue lo que hice mal

matias asintió levemente cabizbajo aceptando el golpe en seco que le di, si él quería que hablemos iba a ser en mis términos.

— me lo merezco, se que también no merezco tu perdón pero tenes que saber que te amo con todo mi corazón y que no me voy a rendir tan fácil con vos, no porque se que sos la mujer de mi vida. me la mandé y me arrepiento todos los días

a ese punto los ojos ya me picaban, quería llorar pero no otra vez frente suyo, no teniendo a alejo demasiado cerca pudiendo ver la situación.

— me lastimaste como jamás pensé que vos ibas a hacerlo, sabías de todos mis quilombos con mi familia y me juraste que siempre ibas a estar, al final no lo cumpliste

— lo voy a cumplir porque siempre voy a estar para vos, voy a lograr que esos ojos dejen de brillar en tristeza y lo vuelvan a hacer con felicidad

una parte de mi deseaba de todo corazón que lo logre, que me demuestre que me amaba y que vuelva a mi vida pero también existía la parte dolida, la que no podía si quiera mirarlo sin llorar.

— me tengo que ir mati, después hablamos — dije con una media sonrisa dejando el tema ahi, no podía tolerar un segundo más con su presencia porque iba a largar todas las lagrimas contenidas

respire un par de veces hasta calmarme y así entre al edificio para ver a alejo.

opuesto completario - matias souléDonde viven las historias. Descúbrelo ahora