el partido con guatemala estaba llegando a su fin, nuevamente dejando a la vista una victoria argentina con un golazo de alejo, decir que estaba orgullosa de él era poco. se notaba lo mucho que estaba disfrutando y lo comprometido que estaba con el mundial, dispuesto a dejar a argentina en lo más alto.aunque tampoco puedo mentir, parte de mi se preguntaba cómo estaba matias. sabía lo competitivo que era y las ganas que tenía de destacarse en esta competición, recuerdo habernos pasado noches enteras hablando de lo emocionado que estaba. me dolía un poco saber que las cosas no estaban saliendo como él las deseaba, en el fondo algo me decía que era el karma.
una vez el partido finalizó por completo, con la contundente victoria de argentina, recibi algunos mensajes de alejo avisandome que luego de bañarse y comer en el edifico de afa me iba a llamar para que hablemos un rato y no perdamos la costumbre. después de todo ambos estábamos acostumbrados a mantener el vínculo de esa forma al vivir en dos continentes distintos.
llegué al hotel en soledad, victoria había decidido salir a comer con la familia de luka por lo que me había dejado sola por la noche. admiraba su fuerza al salir sin su novio con la familia de él, algo que a mi me daría terror.
sentada en la cama, con el pijama y una pelicula a la que no le estaba prestando la suficiente atención me quede boludeando por las redes sociales, luego de obviamente responder algunos mails laborales, los cuales estaban relacionados al anuncio de mi nuevo álbum, mientras esperaba el llamado de alejo.
sabiendo en realidad muy en el fondo que esperaba otro llamado, que lo deseaba desde el fondo de mi corazón. por algo inconcientemente mis dedos me llevaron a su contacto, respirando varias veces analicé la situación y concluí que no iba a poder dormir si no escuchaba su voz.
los pitidos de la llamada no fueron muy largos, incluso al tercero me atendió dejandome por completo sorprendida y sin saber exactamente qué decir, no había pensado la situación.
— ¿dali? ¿estas ahí? ¿estas bien? — comenzó a preguntar matias, mi corazón al escuchar su voz empezó a latir mucho más rápido
me metía sola en situaciones que luego me iba a costar salir.
— si, no te preocupes. solo quería saber cómo estabas — respondí sentandome más cómoda mientras comenzaba a jugar inconcientemente con el pantalon de pijama, buscando entretener mi mente con algo que no sea él
— veo que no soy el único que se da cuenta que estoy jugando un mundial de mierda — me contestó con un tono triste y apagado, contagiandome a mi un poco en el proceso. siempre iba a querer lo mejor para él, aunque no se lo mereciera
— no estas jugando mal, solo creo que tenes la cabeza en otro lado y eso no te deja dar todo lo que vos podes dar. sabes muy bien que jugas increible
por un momento se sintió como meses atras, cuando yo era literalmente su fan que luego de cada partido le repetía lo bien que jugaba y lo lejos que iba a llegar. malditas las jugadas del destino, sus jugadas, que nos llevaron a esto.
— imposible no tener la cabeza en otro lado cuando se lo mucho que te lastime y que ahora estas de novia con alejo, mi amigo y compañero en la selección que encima la esta rompiendo
por un momento me sentí mal, me atribuí de que él estuviera fallando a mi misma. odiaba culparme cosas que en realidad no tenían nada que ver conmigo.
— no pienses que es tu culpa porque no lo es, supuestamente ya soy un jugador profesional y debería aprender a dejar que estas cosas no me afecten, pasa que vos sos lo más importante que tengo y me da mucho miedo perderte
me paralice, no supe que decir. una parte de mi quería decirle que ya me había perdido, que lo nuestro era irrecuperable, pero otra sabía muy bien que yo todavía seguía ahí a la espera de construir un nosotros.
— confía un poco más en vos mati y demostra porqué sos el jugador que a mi tanto me gustaba ir a mirar — dije finalmente ignorando lo que él había dicho, no podía afirmar ni negar nada, no cuando necesitaba resolver demasiadas cosas en mi corazón
— ojalá ser ese jugador contra nueva zelanda para volver a enamorarte
en ese momento me quise morir de ternura pero me abstraí a demostrarle mis sentimientos, tampoco tuve demasiado tiempo para reaccionar debido a que mi celular comenzó a vibrar, indicandome que alejo ya estaba disponible para que hagamos llamada.
— me tengo que ir mati, nos estamos viendo
— chau dalita
que difícil era decirle que no a lo que realmente estaba sintiendo mi corazón.
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dalilopetegui vía instastory
a vickyromano, matiassoule11, aleeveliz_ y 48.716 personas les ha gustado tu historia
matiassoule11: tu novio sabe que seguis usando mis remeras?
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opuesto completario - matias soulé
Randomdemasiado jóvenes para saberlo todo, para conocer el mundo, aunque ellos creían todo lo contrario. se amaron, claro que lo hicieron, a veces en tiempos descoordinados, otras en sincronía. a pesar de las peleas, mal entendidos, conflictos, siempre...