Temptations | Tentaciones

Corazon en conflicto

La atmósfera de la universidad seguía cargada de emociones mientras Sesshomaru lidiaba con el torbellino de sentimientos que había despertado el encuentro con Rin Higurashi y su esposo. La chispa entre ellos seguía creciendo, y Sesshomaru se encontraba atrapado entre la fascinación que sentía por Rin y los celos que surgían al verla junto a su esposo.

Días después del evento, Towa y Sesshomaru se reunieron en el jardín del campus, disfrutando de la brisa suave mientras compartían una conversación ligera.

—Así que… ¿qué te pareció mi familia? —preguntó Towa, con una mirada traviesa en los ojos.

Sesshomaru tomó un sorbo de su café, evitando el contacto visual. —Son… interesantes. Tu madre es muy encantadora.

—Ah, veo que alguien está impresionado —bromeó Towa.

Sesshomaru suspiró, mirando a lo lejos. —No sé qué pensar. Esta situación es complicada.

Towa arqueó una ceja. —¿Complicada? ¿A qué te refieres?

—Tu madre… ella es… —Sesshomaru luchó por encontrar las palabras adecuadas—. Es especial. No puedo evitar sentirme atraído, pero también… siento que estoy cruzando límites.

Towa asintió con comprensión. —Entiendo lo que quieres decir. La relación entre ellos es única, y lo último que quiero es que te sientas incómodo.

Sesshomaru levantó la mirada para encontrarse con los ojos de Towa, llenos de sinceridad. —No es tu culpa. Simplemente no puedo evitar lo que siento.

Towa apoyó su mano sobre la de Sesshomaru en un gesto de apoyo. —Sesshomaru, no puedo controlar tus sentimientos ni los míos. Pero lo que sí podemos hacer es tomar decisiones que sean lo mejor para todos.

El roce de sus manos provocó un estremecimiento en Sesshomaru. Estaba claro que Towa tenía un profundo entendimiento de la situación, y eso solo aumentaba su respeto por ella.

Por otra parte, Rin se encontraba en su hogar terminando la limpieza. Un cuadro de su familia adornaba la pared, mostrando una imagen de ella, su esposo y una pequeña Towa sonriendo alegremente en un evento. Una sonrisa nostálgica apareció en sus labios mientras se quedaba observando la imagen. Luego, su mirada se desvió hacia su escritorio, donde un retrato inacabado y una paleta de colores descansaban.

Suspirando suavemente, tomó un asiento frente a su escritorio y comenzó a recordar el día en que conoció a Towa.

Hace 6 años atrás...

—Rin, sé que no debería pedirte esto, pero ¿podrías cuidar a mi pequeña un momento? —Un apuesto Gojo se encontraba en el umbral de la puerta de su oficina, luciendo su impecable traje azul oscuro.

—Por supuesto, jefe. No tengo problema en pasar un rato con su hija.

Rin se puso de pie, obedeciendo la petición de su jefe. Gojo Higurashi era el dueño de una influyente editorial en Japón. Rin, mientras estudiaba ilustración, había conseguido un empleo de medio tiempo en la editorial Higurashi. Aunque no esperaba mucho más que ganar experiencia, ese trabajo le brindaba más de lo que había imaginado.

Una pequeña Towa de tan solo 13 años se encontraba sentada en la oficina de su padre, girando en su silla. Al ver que su padre había vuelto con una acompañante, se quedó quieta y observó con curiosidad.

—¿Quién es esa, papi? —preguntó, apuntando hacia Rin.

—Es Rin. Mi secretaria. Ella te cuidará unos momentos mientras estoy en una reunión importante.

—Oh —respondió Towa, asintiendo con un gesto de cabeza.

Con una sonrisa, Gojo se marchó, dejando a Towa y Rin a solas en la oficina. Rin tomó asiento frente a la niña, notando que tenía un libro en sus manos.