Cruce de palabras

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—¿Qué hacen aquí? —Sesshomaru frunce el ceño al ver a sus padres en la sala.

—Te recordamos que esta también es nuestra casa, querido —replica su madre, Irasue, con su característica elegancia en su ropa de ejecutiva y su larga cabellera platinada.

—Lo sé, solo es raro verlos por aquí —admite Sesshomaru, relajando su expresión.

Irasue y Inu-No Taisho siempre fueron unos padres dedicados a sus hijos. Sin embargo, a medida que sus hijos crecieron, comenzaron a enfocarse más en su empresa para asegurarles una herencia y un mejor estilo de vida. Como dueños de una destacada empresa de automóviles eléctricos de alto nivel en Japón, Irasue y Inu-No se aseguraron, aunque no de la forma más correcta, de que sus hijos asistieran a las mejores instituciones educativas para luego poder tomar las riendas de la empresa familiar.

Irasue aparta la vista de su laptop y se quita las gafas, enfocándose en su hijo menor con interés genuino.

—Háblame, querido, ¿qué tal la universidad? —pregunta, con una sonrisa maternal.

—Va bien. Es un buen lugar, y curiosamente algunos de mis amigos de secundaria también asisten allí —responde Sesshomaru, mostrando una pequeña sonrisa.

—Me alegra oírlo. Estoy contenta de que estés llevando tu primer año con éxito. Por cierto, vi tus calificaciones, estoy realmente orgullosa de ti —comenta su madre, transmitiendo su admiración.

—Sigue así y estoy seguro de que te convertirás en un excelente líder para la empresa —interviene Inu-No, apareciendo en la habitación y rodeando los hombros de su hijo con cariño—. Vamos a desayunar, ya he terminado.

—Iré en un momento, pueden empezar sin mí —responde Irasue, mientras vuelve su atención a su trabajo.

Sesshomaru se dirige a la cocina junto a su padre, encontrando a su hermano Inuyasha sirviéndose algo de comida.

—¿Y tú, campeón? ¿Qué novedades en la universidad? —inquiere Inu-No, con un brillo de orgullo en los ojos al mirar a su hijo mayor.

—Nos fue excelente esta temporada, tanto a mí como al equipo —se jacta Inuyasha, con una sonrisa pícara.

—Eso es lo que me gusta oír. Eres mi campeón, no esperaba menos —responde Inu-No, compartiendo la emoción.

Después de un desayuno animado y lleno de anécdotas familiares, la casa Taisho comienza a retomar su habitual ritmo. Sesshomaru se sumerge nuevamente en sus estudios y proyectos universitarios, mientras que Inuyasha comparte historias emocionantes sobre su equipo y sus logros en la universidad.


Mas tarde, Sesshomaru se encuentra en su dormitorio revisando su teléfono. Su mirada se detiene en el perfil de Towa Higurashi en una red social. A medida que navega por las fotos y las publicaciones de Towa, una sonrisa involuntaria se forma en sus labios. Sin embargo, su atención se desvía hacia una foto en particular donde Towa está junto a su madre, Rin Higurashi. La mirada cariñosa y la sonrisa radiante de Rin capturan su atención de inmediato.

Después de un breve momento de contemplación, Sesshomaru decide dar el paso y buscar el perfil de Rin en la red social. Encuentra el perfil de Rin con facilidad y siente un nerviosismo inexplicable mientras considera la posibilidad de enviar una solicitud de amistad. Finalmente, se obliga a sí mismo a tomar la iniciativa y toca el botón "Agregar como amigo".

El corazón de Sesshomaru late con fuerza mientras espera una respuesta. Siente que está dando un paso audaz.

Minutos después, su teléfono emite una notificación. Sesshomaru se apresura a verificarla y se ilumina al ver que su solicitud de amistad ha sido aceptada por Rin Higurashi. Con una mezcla de emoción y satisfacción, decide dejarle un mensaje no sin antes darle like a la foto que habia subido recientemente con Towa.

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